Capítulo 19
Narra Aurora
Camino por los largos pasillos del hospital luego de haber atendido mi última cirugía.
-¡Doctora!- Grita una enferma mientras corre a mi. Yo abro los ojos y saco una sonrisa - ¿Ya se va?- Pregunta tan pronto llega a mi un poco fatigada
- Si, ¿Por qué?-
- Es que hay alguien buscandola, va a su oficina ahora. - Dice y respiro profundo. Ya quiero ir a mi casa y descansar. Giro y me dirijo de nuevo a mi oficina.
Mis ojos no pueden creer lo que están viendo justo frente a la puerta de mi oficina. Se presenta así como si nada, como si no me hubiese dolido. Tantos recuerdos vuelven a mi, todo el tiempo juntos y las experiencias vividas. Un sentimiento extraño se apodera de mi, no de amor si no de aborrecimiento....
-Aurora- Menciona el cuando nota mi presencia.
-¿Qué se te ofrece? -Pregunto seca y no me duele nada.
-Solo quería hablar...- Dice mientras camina un poco hacia mi.
-¿Qué necesita hablar conmigo? -Respondo
-Sobre nosotros.- Dice. Hice la sonrisa más hipócrita que pude dar en mi vida
-¿Qué nosotros?- Pregunto alzando una ceja
- Tu y yo, Aurora. Nuestro amor.- Dice tratando de tomar mis manos y las aparto rápidamente. Algunas enfermeras y pacientes comienzan a comentar y mirar está escena tan dramática.
- Vamos a hablar en la oficina. - Digo caminando a ella. Puedo sentir como camina detrás de mi. Nada en el ha cambiado en este tiempo.
-Veo que estas cada vez mejor posicionada.- Dice mirando mi nueva oficina. Es verdad estos últimos dos años me he superado.
- Si. - Digo cerrando la puerta cuando el entra
-Solo quiero que volvamos a intentarlo- Dijo
- No, no y no Artur.- Digo mirándolo directo a sus ojos, esos ojos que alguna vez me enamoraron. Si, ese Artur que me dejó plantada en el altar hace unos 3 años ya.
-Aurora al menos Piénsalo. - Dice con una pizca de esperanza en su mirada que me encargaré de que desaparezca.
- No tengo nada que pensar Artur. - Digo - Ya soy madre y tengo una vida hecha y estas muy lejos de estar en mis planes. - Digo y su sonrisa desaparece.
-¿Madre?- Pregunta. Se le nota en la cara que quiere que sea una mentira.
-Unos trillizos hermosos.- sonrio. La verdad que son muy hermosos. El sólo mira analizando toda la información.
-Así que te casaste.- Dice mirando las paredes de mi oficina con un poco de molestia.
- No, no me casé.- Digo tomando de nuevo mi cartera para poder llegar a mi casa- Si no te molesta ya me tengo que ir con mis hijos.-Digo mientras le sonrio y le abro la puerta para que salga primero y poder cerrar la oficina.
Camino de nuevo hasta el auto y me monto. No puedo creer que se apareciera ahora, cuando ya no lo necesito más. Me llena de rabia que sea tan atrevido de pedirme que pensara en lo muestro cuando el fue quien me plantó.
Mientras guío me llega una llamada la cual contesto sin mirar, se que debe ser mi madre.
-Buenas- Contesto y su voz se escucha en todo el carro
-¿Estas bien? Te has tardado mucho en venir.- Dice
- Lo siento, tuve un inconveniente en el trabajo pero ya estoy llegando. - Digo mientras paro en un semáforo rojo. -¿Cómo están los niños? -Pregunto
- Muy bien, ya comieron y se han portado muy bien. - Dice a lo que sonrío, mis hijos siempre se portan bien.
- Pues ya estoy llegando.- Digo y termino la llamada.
Aparco el auto frente a la casa de mi madre y voy para poder irme a casa con mis niños. Abro la puerta de la casa y el olor a galletas horneadas me inunda mis fosas nasales.
-¿Aurora!- Grita Aisha cuando me ve. Siempre grita mi nombre al verme cuando llego a buscar los niños. Ella llega a mi y me da una sonrisa algo triste y ya se porqué es. No tiene que hablar para que yo pueda entender.
-¿Cómo estás?- Pregunta
-Bien. - Digo mintiendo.
- Ya hoy se cumple 3 años desde que se fue Adriel.- Dice y yo solo asiento.
Tres años desde que se fue y mi corazón duele como si hubiera sido ayer que leí esa carta. Me duele y no se como aliviar este dolor. Nunca nada me había dolido tanto como esto. No se si está muerto, si está con otra o si se olvidó de nosotros. Sólo se que me aferro a la promesa que me hizo, se que volverá.
-Mamá.- Grita mal hablado uno de mis bebés mientras camina a mi. Sólo por ellos no me he permitido derrumbarme.
- Mi amor.- Digo con la sonrisa más dulce que puedo tener. Marcos se sube a mis brazos y pone sus manitas en mis cachetes. Mis otros bebé se aparecen y llegan a mi. Me bajo para poder darle un abrazo a los tres. Esto es lo que en verdad necesito. Ellos comienzan a tratar de hablarme pero mezclando idioma bebé y las pocas palabras que ya saben.
-¿Nos vamos a casa?- Pregunto y ellos se van a no se donde. Miro a Aisha y le sonrio. -¿Cómo pasa el tiempo verdad?- Digo mirándolos caminar- Ya en un mes cumplirán 3 añitos. - Digo y ella asiente.
No quiero que sigan creciendo, luego no me necesitarán.
-Oye.- Digo captando la atención de Aisha ahora sentada en la cocina. Me dirijo hasta ella y comienzo a servirme un poco de jugo. -¿Sabes quién fue hoy al hospital buscandome?- Digo
-¿Quién?- Dice en ruso muy ansiosa por escuchar la respuesta.
-Artur Kozlov. - Digo y ella lleva ambas manos a su boca.
-¿Se apareció?- Interrumpe mi madre entrando a la cocina con mis hijos detrás.
-Si, dijo que pensara en lo nuestro y mucho más. - Digo bebiendo del jugo
-Oh por Dios. El se ha vuelto un Fiscal muy reconocido. - Dice Aisha cuando pasa su estado de shock
-Tres años y ahora viene a volver. No gracias.- Digo riendo
-Exacto hija el te perdió hace mucho. - Dice mi madre orgullosa. -¿Como está Adriel? -
- Muy bien.- miento, no se como está pero no quiero que mi familia sepa la verdad. -Vámonos. - Digo tomando la mano de Marianna para caminar ala auto. -Nos vemos- Digo haciendo un seña de despedida con la mano.
Camino un poco lento para no dejar a Marcos y a Malcom atrás. Monto a Marianna en su silla protectora luego a Marcos y luego a Malcom y pongo en marcha el auto a mi casa. La misma casa que Adriel compró para nosotros. Lo extraño demasiado.
Foto de Aurora
¡Espero que les guste!
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Un Giro Inesperado
Teen FictionUna chica a punto de casarse es plantada por su novio en el altar. Un chico millonario con un padre controlador que quiere tener nietos. Una noche donde ella se emborracha sus vidas cambiarán totalmente para siempre. Aurora y Adriel, dos personas...