Día 21: HerWel (Hersha x Welter)

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Con Hombro Por Hombro, y Diente Por Diente:

No sería la primera ni la última vez que el par de rubios tendría que pelear en una batalla Rhyme. Eran conocidos por las calles como los guardias yakuza que reemplazaban a la policía, y más de un ingenuo había osado molestarlos, queriendo probarlos o sencillamente para acabar con ellos por completo en un Drive-By sin límite de daño; jamás los habían visto merodear en conjunto con sus AllMates, de hecho, ni siquiera se sabía si tenían o no, por lo que fácilmente dieron con la ventaja y la libertad de meterse con ellos cuanto quisieran. No obstante, ese pensamiento no se expandió demasiado, porque sin importar qué tan lejos estuvieran de sus AllMates, estos aparecerían en el campo de batalla a la hora de que ésta comenzara, y nadie sabía a qué tipo de peligro se enfrentaba hasta que lo veía con sus propios ojos, en dosis dobles.

Aquella noche, Virus y Trip volvían exhaustos del trabajo, el menor se quejaba del sueño con el que cargaba, mientras que el humor de su compañero empeoraba más y más a cada minuto por los contratiempos que habían tenido durante todo el día, es más, aún quedaba mucho por hacer para él lo que restaba de la semana, y eso no ayudaba en nada. Caminaban a paso ligero por las nocturnas calles del distrito Aoyagi, cuando ambos pararon en seco, Trip se limitó a suspirar con impaciencia y Virus se acomodó los lentes frunciendo levemente el ceño, sabían lo que venía. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaban dentro de un Drive-By.

El mapa del campo se veía como una ciudad por la noche, con letreros de neón y colores vibrantes que le daban un aspecto muy retro; su oponente apareció frente a ellos con con una sonrisa enferma, sus ojos no se veían pues llevaba lentes obscuros, jeas desgastados, botas vaqueras, remera blanca y una chaqueta de mezclilla llena de estampas; a su lado, un pequeño mapache, que rápidamente cambió a su modo Online, no media más que su dueño y era delgado.
—Deberían tener más cuidado en las calles, hay muchos locos sueltos por ahí... —habló el tipo, quien en el juego, se hacía llamar PsykoTrak. Los rubios no dijeron nada hasta que sus AllMates hicieron acto de presencia, proyectándose de pies a cabeza. El AllMate de Virus, Hersha, era convenientemente similar a su dueño; vestía traje oscuro, su cabello era lacio, de un tono azul marino, con el flequillo tapandole la mitad del rostro. Su piel pálida como el yeso y sus ojos turquesa, afilados, al igual que los de una serpiente. Por otro lado, Welter, el AllMate de Trip, lucia una larga y enmarañada melena que le llegaba hasta la mitad de la espalda, su piel era un tanto más grisasea que la de su compañero, sin embargo, su color de ojos, cabello y ropas iban a juego con él. Lucían casi idénticos, salvo por la gran diferencia de altura, pues Welter pasaba a Hersha por una cabeza.
—Es tarde para que los niños salgan a jugar ¿No crees? —habló Trip aburrido, sacando de quicio al contrario, quien le gritó un par de blasfemias a las que no les prestó atención. Los AllMates permanecían quietos a la espera de recibir órdenes.
—¡Se creen mucho por ser yakuzas! ¡¿No?! ¡Pues ya veremos quien ríe último! ¡Max, Choke-Set! —le gritó a su AllMate quien, con una sonrisa aún más diabólica que la de su dueño, saltó hacia el par de rubios, sacando de sus dedos grandes zarpas.
—Welter —la voz de Trip se alzó levemente nombrando a su AllMate, el cual sin necesitar más palabras, se lanzó frente a los otros tres como escudo humano, su barra de daño no obtuvo cambio alguno aún después de recibir dos zarpasos en el pecho por parte del mapache quien sorprendido, una vez que tocó tierra, volteó a ver a su amo con la misma expresión de desconcierto.
—Estoy harto, acaben con esto, Hersha, Welter —esta vez Virus habló hastiado, ambos AllMates sonrieron con sorna y junto a un último asentimiento se abalanzaron hacia el enemigo, sin depender de  instrucciones detalladas, pues al par de rubios les iba lo sencillo y eficiente, además, no estaban de humor como para jugar con su oponente un rato.

El mapache perdió de vista a los otros dos en cuanto se les dio permiso para atacar, miró hacia todas direcciones, pero ni siquiera su dueño tuvo tiempo de darle órdenes cuando un puñetazo en el estómago por parte de Welter lo mandó a volar en línea recta hacia arriba, donde a unos cuantos metros lo esperaba Hersha para devolverlo al suelo de una patada directo en su siatico. PsykoTrak se dedicó a observar con impotencia como los dos pelioscuros se pasaban a su AllMate como si fuera una pelota hasta que su nivel de daño llegó al cien porsiento. Una vez que el mapache quedó inconsciente, Welter y Hersha lo tomaron por los brazos uno de cada lado, y lanzaron su cuerpo inmóvil hacia su dueño a gran velocidad, éste no llegó a reaccionar cuando el AllMate impactó de lleno sobre él y el Drive-By se dio por terminado.

Segundos después de aquel golpe final, Virus y Trip volvieron a la realidad, incorporándose del suelo. Junto a ellos, permanecía el cuerpo inconsciente de su oponente con un pequeño mapache morado en el mismo estado sobre sus pecho, el par los observó con indiferencia mientras sacudían sus finas ropas de la suciedad del suelo.
—Este tipo de percances me tienen harto. El siguiente que se atreva a meternos en este estúpido juego no saldrá vivo —sentenció Virus con un tono firme y hasta tenebroso, acomodando sus lentes.
—Wow, esas son muy fuertes declaraciones, deberías tomarte las cosas más a la ligera, si no quieres morir joven.
—Es fácil para alguien como tú decir eso cuando absolutamente nada te importa de verdad —el veneno en sus palabras cayó sobre Trip sin piedad alguna.
—Y aquí estoy, joven y saludable, a diferencia de ti —confesó con una sonrisa altanera. Virus chasqueó la lengua y lo ignoró el resto del camino, aceleró el paso mientras que Trip lo seguía con calma desde atrás, pensando en lo poco que el contrario lo conocía como para no darse cuenta que lo único que de verdad me importaba tenía nombre y muy mal carácter.

Con Ayuda:

—Virus —, el rubio menor entró a la sala, llamando al mayor, quien se encontraba revisando algo de papeleo sentado en el sillón —creo que ya es momento de poner a los AllMates en modo Online.
—¿Ya? ¿No lo hicimos hace unos tres meses? —Virus se quitó los lentes y los dejó sobre la mesita de centro junto al papel que hasta unos momentos leía, prestando atención al contrario.
—Cuatro de hecho, pero Welter ya está inquieto otra vez.
—Mmh... Ahora que lo mencionas, Hersha también a estado raro desde esta mañana..., supongo que no hay más remedio —. Entre ciertos períodos de tiempo, sus AllMates mostraban un comportamiento muy extraño, parecido al del celo de un animal real, pero aquello tenía sin cuidado al par de rubios, pues conservaban sus propios métodos para acabar con ello de manera fácil y eficaz. En pocas palabras, con ayuda de un programa que un conocido había desarrollado para ellos, conectaban a ambos animales a la computadora de Virus para se desquitaran entre ellos en su modo Online y así no ocasionarles ningún tipo de problema. Trip se ocupó de esto con algo de trabajo, pero finalmente consiguió que ambos cayeran como cascarones vacíos al suelo, luego de que sus conciencias fueran transportadas hacia el espacio virtual.
—Diviertanse —soltó el ex pelirrojo, antes de abandonarlos en la habitación del mayor.

Dentro de la computadora, ambos se tuvieron frente a frente ni bien el proceso de carga se completó, Welter temblaba y apretaba los dientes, de los cuales sobresalían dos enormes colmillos, al igual que Hersha, sólo que los suyos eran más finos y largos. El más alto fue el primero en acercarse, abalanzandose hacia el contrario con un rugido ahogado. Si bien estaban entrenados y eran inteligentes, ninguno podía hablar ni tener una autonomía ilimitada como muchos otros AllMates, no se les dio ese privilegio por mera decisión de sus amos, cosa que tampoco les importaba, no estaban programados para opinar sobre ello, a decir verdad, eran bastante primitivos.

Casi por instinto, Welter fue directo a morder el cuello de la serpiente, quien emitió un suave quejido y enterró sus uñas en la espalda ajena como respuesta, a lo que el más alto gruñó entre dientes. Ambos vestían traje, pero fueron rápidamente desgarrados por la desesperación sexual que se palpaba en sus cuerpos. Allí no había razón, ni delicadeza, ni humanidad, sólo eran dos animales buscando complacerse a sí mismos con las carne del otro, nada más. En algún punto de su bestial encuentro, terminaron por unir sus bocas, el contactos áspero entre sus lenguas volvía todo tres veces más excitante, mientras frotaban sus partes íntimas, ansiosos. Luego de unos cuantos minutos de la misma forma, Welter no pudo contenerse un segundo más y abrió de piernas con contrario, quien se sobresaltó sin negarse, antes de notarlo, dos dedos ya exploraban las profundades de su recto. A pesar de no tener voz, emitían jadeos y gemidos quedos que estaban en el punto medio entre lo animal y lo sensual. El león comenzó a tocarse a sí mismo mientras preparaba a su compañero, quien lo imitaba, marturbandose con rudeza, no pasó mucho cuando la impaciencia esta vez le ganó al más bajo, quien con un gesto de hastío, se incorporó y empujó al más alto, quedando él encima. Sin más, Hersha tomó el grueso miembro del león y se penetró el solo, soltando leves gemidos de dolor. Welter estaba teniendo todo un espectáculo con las vistas que apreciaba desde abajo; tomó la cintura ajena, ayudándolo en la tarea de bajar por su longitud, cada vez hacía más y más calor. Una vez que llegó a más de la mitad, empezaron a moverse fuerte y coordinadamente, el sonido de sus pieles chocando retumbaba por la inmensidad del vacío. No se amaban, no eran capaces de tener sentimientos humanos, sólo poseían esa mera atracción por el otro cuando la urgencia de su apetito sexual los dominaba, pero no había duda alguna en que disfrutaban de sobremanera esa húmeda unión entre ambos cada que sucedía.

30 DÍAS DE MULTISHIPP (DRAMAtical Murder) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora