Día 5: ViTri (Virus x Trip)

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Con Dulzura:

Pasó otra página sin mucho interés. Virus solía leer en sus tiempos libres, lo tenía como un hobby pues era muy fan de la literatura, pero específicamente ese día no tenía muchas ganas de leer, sólo lo hacía para matar el tiempo, no tenía idea de qué otra cosa hacer. Lo usual para él era estar ocupado solucionando ciertos asuntos del trabajo, sin embargo, no había nada de lo qué encargarse hoy; se aburría.

El timbre resonó por toda la casa largamente. Antes de que pudiese soltar el libro para incorporarse, la figura corpulenta de Trip pasó velozmente frente a él, anunciándose con un "¡yo abro!". Se extrañó, pero no le tomó más importancia en lo que su compañero desaparicía por el pórtico. Retomó la página del libro, sin embargo, su atención ahora estaba fija en lo que sea que Trip había salido a recibir, o a quién. En el momento en que acomodó sus lentes, el susodicho entró, esta vez, con un paquete de no más de 25cm envuelto por papel madera y cinta entre sus manos, tenía unas cuantas estampillas y sellos. No alzó su cabeza, pero lo siguió con la mirada hasta verlo entrar a la cocina; consumido por la curiodad, marcó la página de su libro, lo dejó sobre el sofá y fue tras él.
—¿Qué tienes ahí, Trip? —El mencionado se encontraba desenvolviendo delicadamente el paquete sobre la barra. — ¿Más golosinas?
—Sip, pero no cualquier tipo de golosinas, son para ti —alegó con una breve sonrisa, aun ocupado en su tarea de quitar la envoltura.
—Sabes que no me atrae lo dulce —el mayor arrugó su expresión levemente en forma de disgusto, no le gustaba nada que Trip gastara en ese tipo de tonterías.
—Ya lo sé, pero éstas son especiales.
—¿Y qué tienen de especial?
—Tienen vino.
—Oh. —Su reacción vino en conjunto con las vistas del contenido de la caja, finalmente abierta por Trip. Tenía el mismo formato que una caja de bombones, con los pequeños hoyos para poner las golosinas. —¿Uvas?
—Uvas francesas. Están remojadas en alcohol, y tienen una fina cobertura de caramelo por fuera, pero lo que predomina es el sabor del vino una vez que las muerdes, el cual dicen que es muy bueno.
—¿Ya las habías probado antes? —Virus tomó una que tenía una pequeña capa de chocolate por encima del caramelo que Trip mencionó, todas tenían algún agregado partícular para hacer más diverso el surtido de treinta uvas. Cada una era envuelta por un pequeño pirotin negro debajo; lo quitó y comenzó a estudiarla con la mirada.
—No, sabes que no soy muy fan del alcohol, pero en el sitio donde las encargué no tenían ninguna calificación negativa; cuando leí esa característica, de que traían vino, automáticamente pensé en ti. —Observó triunfal como su compañero demudaba una expresión de satisfacción en su rostro cuando se llevó la uva a la boca.
—Tienes razón, el sabor del caramelo se nota muy poco, y el vino que trae es exquisito, no son ni muy fuertes ni muy suaves. ¿A qué se debe este repentino detalle?
—Hace poco fue tu cumpleaños ¿verdad? —Virus se sorprendió frente a la revelación del ex-pelirrojo. 
—¿Lo fue? Realmente no le presto atención a esas cosas, ni tu ni yo. Creo que jamás hemos celebrado un cumpleaños —tomó otra uva de la caja, esta tenía una capa de chocolate blanco encima.
—Pues no, pero no hay nada de malo en salir un poco de la rutina de vez en cuando, ¿No crees? —confesó. 
—Tienes razón —en el momento en que iba a llevar la golosina hasta sus labios, su brazo fue detenido por Trip; Virus se limitó a observar en silencio con una expresión de leve desconcierto como quitaba la fruta de sus dedos y se la llevaba a la boca. Iba a quejarse de aquel gesto, pero no atinó a emitir palabra antes de que los labios de su compañero lo atraparan. Su sorpresa fue grande, mas no opuso resistencia; le siguió el juego moviendo sus labios al compás de los contrarios. Era un beso lento, que fue profundizándose hasta que la lengua del menor llevó la pequeña fruta hasta la boca de Virus, y viceversa. En cierto punto, Trip había tomado su cintura, mientras que el mayor aferró sus puños al cuello de la camisa ajena, ambos con los ojos entreabiertos y las caderas pegadas, concentrados en jugar con la golosina, la cual, su cobertura de chocolate y caramelo habían sido derretidas por el calor de sus bocas; el sabor amargo del vino aproximándose provocó que Trip cortara el beso. 
—Agh..., no, ni siquiera puedo intentarlo, realmente no me gusta el vino —reprochó Trip mientras arrugaba el gesto y limpiaba sus labios con la manga de su camisa. 
—Si tan desagradable te era, no hubieras comenzado aquello. —Virus, con una expresión blanca, desenvolvió otra uva con chocolate blanco y se la llevó a la boca. —Ahora hazte responsable de tus acciones y termina lo que empezaste —el menor rió en respuesta con una media sonrisa y volvió a pegar su grueso cuerpo con el de su compañero. 
—Parece que el regalo te gustó más de lo que imaginé —alegó, lamiendo los labios ajenos antes de introducir su lengua entre ellos. 

30 DÍAS DE MULTISHIPP (DRAMAtical Murder) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora