-Rescate-

                                    

                                          
El avión de los agentes aterrizó y, tal y como Jane lo dijo, los Rosie ya estaban ahí esperándolos.
                          
- Bienvenidos - le dice el señor señor Rosie.
                          
- Gracias por ayudarnos - responde Troy sin expresión alguna en su rostro.
                          
April evitaba mirarlos a la cara, no los odiaba ni los despreciaba, simplemente no toleraba estar recibiendo ayuda de ellos, y mucho menos cuando se prometió jamas volver a verlos. Jane hablaba con el señor Rosie de camino a la mansión, al parecer, él les había comprado armas, chalecos antibalas, ropa a prueba de fuego y muchas cosas que sabía que necesitarían los chicos. La señora Rosie miraba a su hija desde el espejo retrovisor, se sentía tan mal de que su propia hija la despreciara por un error que ella no cometió. 
                          
Al llegar a la mansión de la familia Rosie, April tiene unos segundos de nostalgia, ese lugar alberga los peores momentos y los más hermosos recuerdos de toda su vida; aunque no hubo muchos recuerdos hermosos. Sekedi la mira y sabe lo que pasa por su mente, se acerca y se coloca junto a ella.
                          
- No será ni siquiera un día, después no los volverás a ver...te lo prometo - le sonríe de una manera tierna. Él nunca había prometido nada a nadie, mas que a su hermana.
                          
- Eso espero - responde en un susurro.
                          
Con timidez, él toma la mano de April, al ver que ella no lo rechaza, avanzan juntos hasta entrar a la mansión. Una vez dentro, todos juntos caminan hasta la bodega subterránea, donde guardan las armas y vehículos que usará el equipo; ninguno mas que April se asombra ante la cantidad de armas.
                          
- ¿Solo esto consiguió? - pregunta Jane mirando el, para ella, reducido establecimiento.
                          
- Considerando que me llamaste ayer por la tarde, si, es todo lo que pude conseguir - le responde el señor, un poco enojado por la pregunta de la chica.
                          
- Tendrá que servir - interviene Troy.
                          
- Me imagino que ya tiene listo el tranquilizante - vuelve a hablar la chica.
                          
- Si, en 10 minutos mis laboratoristas lo traerán para que lo examines - responde mientras camina al elevador e irse a su oficina.
                          
- Bien, gracias - Jane se da la vuelta y examina las armas.
                          
La señora Rosie quiere acercarse a April, pero su esposo le hace una señal de que es mala idea; entonces, sin otra opción, sube al elevador con él. Al llegar a su casa, se derrumba y comienza a llorar en la cocina.
                          
- Tranquila querida - el señor Rosie se acerca y la abraza.
                          
- Nos odia Boris - le dice con su cara pegada al pecho del hombre, con las lagrimas bajando sin señal de poder parar pronto.
                          
- Algún día entenderá porqué hicimos lo que hicimos y vendrá a abrazarnos y pidiendo disculpas, pero ahora, es normal que no nos tolere...solo debemos darle tiempo - acaricia su espalda y sus ojos también lagrimean.
                          
- Tubo más de 5 años para entenderlo, pero no nos perdonó.
                          
- No lo entendía porque no me dieron explicaciones - April aparece en la cocina frente a ellos.
                          
- April - la mujer limpia sus lagrimas y trata de recuperar la compostura.
                          
- Solo pusieron información en mi cabeza y me dejaron sola en mi habitación, ¿qué mensaje creen que me daban con esos actos?
                          
- Queríamos darte espacio, para que pudieras digerir la noticia de la información que pusieron en tu cabeza - le responde el señor Rosie.
                          
- Si, y me dieron demasiado espacio - les dice April con sarcasmo y enojo combinados en su voz.