Después de un agotador calentamiento de rutina bajo las ardientes brasas del poderoso sol que imperaba en lo alto del cielo despejado, un fenómeno poco recurrente en el nevado pueblo montañés, Craig llegó al salón, cansado y con mucho sueño. El calor había perforado en lo profundo de su cerebro, causándole una ligera molestia en la parte frontal de su cabeza. Se acercó a los bancos junto a los ventanales, donde yacían sus demás compañeros, todos hombres. El berrinchudo Clyde, el joven y elocuente Token y el pequeño y retraído Tweek.
- ¿Qué fue lo que dijo?- Inquirió el chico robusto del grupo, Clyde, abanicándose con la palma de su mano para refrescarse.
-Dijo que podíamos usar el aire acondicionado hasta las dos- Respondió un desganado Token, apoyándose en el respaldo de su silla. De forma inmediata, se concentra en la lectura de algo que Tweek no alcanza a ver, y ni Clyde y Craig le interesan.
Craig detuvo sus pasos y se levantó la camiseta ajustada de gimnasia, mostrando parte de su trabajado abdomen, fruto del esfuerzo que le había dedicado a sus prácticas, por más que las odiara.- ¡Ah, que calor!
Tweek, acongojado en su asiento por lo que sus ojos presenciaban de cerca, miro el patio que se contemplaba perfectamente desde su banco -no admitiría que lo escogió para ver a Craig trotar incansablemente por ese patio de piedra dura-. Busca bajo el espacio de su escritorio y bebe, muy exageradamente, del pico de su botella de agua, Token lo mira divertido, no se estaba forzando a mirar. A él le agradaba Tweek.
- ¡Oh! ¡Mira ese cuerpo! ¡Semejantes abdominales!- Clyde dio un golpecito a la piel expuesta, deliciosamente sudada, de Craig, quien gruño en clara desaprobación.
-¡Aleja tus manos!- Craig arremete con su voz de loro robótico, encantador. Enseñando los colmillos como un perro enfurecido.
Tweek suelta un gorgojeo desde lo profundo de su garganta, inflando los mofletes y es que era para reírse, su saliva mezclada con el agua viaja por faringe al tragar. A pesar de que Craig sea un adonis, a su modo, por supuesto, a veces le gusta darle un pañuelito de papel para que limpie sus mocos imaginarios, es una broma que disfruta hacerle, y él hace su seña pero sabe que no se molesta.
- ¿Hay algún problema?- Clyde se estira en su asiento, mirando de reojo al chico moreno, para variar, y ocultar su nerviosismo, y es que las miradas de Craig son agobiantes, mucho más cuando sus ojos ocultan la ira, y a pesar de ser amigos desde niños, Clyde no se acostumbró a ellas tampoco.
-Están calientes y sudorosas- Craig tiene el brutal deseo de golpearlo, pero no debe, una de las razones por las que odiaba ser presidente de la clase.
- ¿Calientes y sudorosas?- Clyde insiste, haciendo que Craig se sienta incomodo con cada palabra que escupe, no está acostumbrado a hablar demasiado.
Pronto, sus voces se silencian abruptamente, nada que no ocurra a menudo. Craig, entonces, mira a Tweek con detenimiento, recorriendo su figura esbelta con los ojos inyectados, ahora, en cariño. Eso es suficiente para arrancarle una sonrisa.
-Tweek tiene suerte- Dice, consiguiendo la atención de Token y Clyde.
-¿H-huh? -Balbucea nerviosamente el rubio, acariciando su nuca desnuda. La mirada de regaño que Clyde le dedica le desagrada, un poquito.
-Ya que él no suda tanto- Las rápidas ráfagas del aire acondicionado hacen ondear furiosamente la camisa blanca de Craig.
Clyde sonríe con malicia por unos segundos. -Es un suertudo. Ojala también tuviera un pulmón perforado.
-Cierto, por culpa de ese pulmón puede saltarse el servicio militar, ¿no? -Menciona Token.
- ¿¡De verdad!? Ah, estoy tan celoso - Craig cierra los ojos, bufando, su frustración se puede palpar.
Tweek aprieta los labios, para no agregar nada. Pero enseguida se arrepiente y agrega, molesto. -Solo tonterías.
Craig lo mira, sorprendido.
-¡Ah, me muero de hambre! -Clyde da golpecitos en su vientre abultado.
Todos le dan la razón.
[...]
-El cuerpo humano es como un universo en miniatura. Constantemente, nuestros cuerpos sufren diversas y misteriosas reacciones químicas- Explicaba Garrison, señalando la imagen del proyector sobre la pizarra. El resto lo miraba aburrido, no era un hombre que le dedicara pasión a su trabajo.
Craig se ubicaba en el fondo, casi fundiéndose con la oscuridad del salón. El bolígrafo negro que llevaba trazaba rayones en el trocito de papel. Para Craig resultaba imposible ignorar los brutos intentos que hacia Tweek por detener su ataque de tos, le preocupaba sabiendo de su pulmón perforado. Lo miraba agacharse en su lugar, cubriéndose la boca con la mano, su cara estaba roja.
Maldición ¿Cuál es su problema?
¿Qué sucede con él?
Los murmullos de sus compañeros en contra de Tweek tocan su oído, levanta la cabeza y les dedica una mirada severa. -Oye, si hablan escribiré sus nombres.
Se incorpora y camina a socorrer a Tweek. Antes, le murmura a Jimmy. - Llevaré a Tweek a la enfermería. Cuida la clase por mí.
-O-Oh está bien- Articula, difícilmente el chico castaño, pero el presidente no vela por su respuesta.
Tweek se sorprende al sentir el aliento de Craig barrer su cabello, no sabe bien porque el motivo de su acercamiento. Tampoco puede, está demasiado ocupado, muriéndose. Es lo que diría si pudiera hablar. -Andando.
Pero se deja hacer, siendo arrastrado por el pasillo vacío de la escuela. Con la memorable imagen de Craig y su perfecta espalda.
-
Quedó horrible, lo siento.
El próximo capítulo tendrá lemon, recen para que me quede decente.
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Hyperventilation (Creek)
FanfictionEs invierno, Tweek Tweak llegó a la reunión de la clase con la esperanza de reencontrarse con Craig Tucker, del quien ha estado enamorado secretamente desde hace años. Debido a su personalidad introvertida, a Tweek le resulta difícil unirse a cualqu...