Editado (~^3^)~ :
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Era un hermoso día en la ciudad Californiana de Malibú, con un amanecer tan hermoso que sería digno para un video musical, el sol brillaba alegre, los pájaros cantaban suavemente, el cielo tenía unas cuantas nubes recorriendo el cielo sin prisa alguna.
Podíamos ver a Helena durmiendo plácidamente en su cama, soñando en solo Dios sabrá qué, solo se puede decir que una de esas cosas que soñaba, estaba el rubio con una sonrisa sincera a cada momento, y algo que llegaba a llamar bastante la atención era que soñó que ambos acabaron juntos por azares del destino, luego pasó a algo más sin sentido...
Lentamente abrió los ojos, se puso recta y se estiró, no recordando por el momento el compromiso del día, frotó sus párpados con los dedos para alejar la bruma del sueño, se paró y estiró más para desperezarse, al menos hasta que sintió un tronido en su espalda, miró la hora...
—9:30 de la mañana...
Cinco segundos después pudo escucharse su grito asustada a varias cuadras a la redonda, como si su vida dependiese de lo que pasara ese día, cepilló sus dientes lo más rápido posible, se dio una ducha rápida al igual que el desayuno para disponerse a esperar. Diez minutos después alguien tocó al timbre, cuando abrió, vio a un hombre esperando al lado de una Hammer negra, abrió la puerta trasera para revelar al rubio observándola con una sonrisa cálida, se acercó, subió al vehículo, el hombre cerró la puerta, subió y partieron.
—Hola —saludaron al mismo tiempo — ¿Cómo estás? Estoy bien, ¿y tú?
No evitaron reír por la repentina sincronía entre ellos, algo curioso.
—Eso fue un poco raro —dijo Chris
—Lo sé, pero fue divertido —dijo Helena
—Creo que sí...
Por un buen rato se miraron a los ojos mientras mantenían su distancia, vio directamente a ese par de brillantes ojos celestes que parecían invitarla para algo... nuevamente vio algo en su mirada, algo que parecía conocer... tenía una pista de lo que podría ser, pero tampoco lo pensaba tan probable... ninguno de los dos se había dado cuenta que el chofer aceleró para pasar sobre una lomada, la camioneta dio tal brinco al punto que los hizo saltar hasta literalmente golpearse la cabeza contra el techo, cualquiera incluso podría decir que fue a propósito...
—Perdón, no lo vi... —se excusó éste
—No te preocupes, Rob... —respondió Chris
Internamente se pusieron colorados por la manera en la que se observaron, dejando un silencio incómodo de por medio, el cual se quedó por 10 minutos, nuestro rubio pensaba en ciertas cosas hasta que finalmente se le ocurrió romper el hielo haciendo una pregunta:
— ¿Por qué no me hablas un poco de tu hija, Helena?
La mencionada lo miró por varios segundos ya que tenía recuerdos gratos, para esbozar una sonrisa triste...
—Es especial en más de un sentido... —respondió
¡¡No estoy loca!! — ¡¡Era mi comida inútil!! ¡¡Nadie se come mi comida y vive para contarlo!! — ¿Sarcástica yo...? ¡Nooo! Para nada... — Yo. No. Soy. ¡¡DRAMATICA!! — No way bitch, soy mucho mejor que tú Z(- )>
Todo eso era lo que se le venía a la mente a la mujer, algo que hizo reír a Chris...
—Bien, creo que nunca pensé que la exageración, el sarcasmo, el dramatismo y todo lo demás podrían convivir en una sola persona de forma estable.
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No es otra típica historia de tu vecino (Chris Martin)
FanfictionDespués de una serie de inesperados pero necesarios acontecimientos en su vida, Helena Mercedes Galiano, una mujer de mediana edad, decide mudarse a Malibú, California, dejando atrás su anterior vida para tratar comenzar de nuevo. Un mes después de...