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— Quieto, ¡Taehyung! —
                          
Grité para que Taehyung se quede quieto ya que no me dejaba desinfectar los raspones que decoraban la piel de sus manos. 
                          
— Pero duele... —
                          
Me miró mientras escondía sus manos detrás de su enorme espalda. 
                          
— Se le infectará la herida, no sea tan infantil y deme su mano —
                          
— Pero yo... —
                          
— ¡Ahora! —
                          
Tomé su mano a la fuerza y la limpié con alcohol y algodón. 
                          
— ¡Arde! —
                          
— Ya pasó...tranquilo... —
                          
— Gracias, Candie —
                          
— No es nada... —
                          
— Oye, Candie —
                          
— Dígame señor —
                          
— ¿En el parque me llamaste Tae? —
                          
— Ay, no es tan sorprendente, solo...solo lo dije por desesperación... —
                          
— Yo no creo eso —
                          
— Pues crealo porque fue así... —
                          
Dije nerviosa mientras me levantaba del sofá y guardaba los instrumentos de medicina en un botiquín. 
                          
— ¿Por qué estás de tan mal humor? —
                          
— No estoy de mal humor, Taehyung —
                          
— Sí que lo estás —
                          
— ¡No!, ¡Taehyung no estoy de mal!...humor...—
                          
Tragué saliva al darme la vuelta y chocar con su gran y firme cuerpo 
                          
— ¿Qué te sucede? —
                          
— No lo sé, sólo he estado sometida a demasiado estrés durante todo el día...—
                          
— Tranquila, nena, vamos a descansar, ¿gustas? —
                          
Acarició mi cabeza y me dedicó una sonrisa dulce. 
                          
— Sí, quiero descansar... —
                          
— Ven, vamos a descansar, Candie —
                          
Tomó mi mano y me llevó a la habitación aún sujetando de esta. 
                          
— Ahora a dormir —
                          
Me llevó hasta la cama, retiró las cobijas del colchón para acostarme y hacer lo mismo con su cuerpo a un lado de mí. 
                          
— Gracias Tae —
                          
— No es nada, nena, es lindo que me llames de un apodo ¿sabes? —
                          
— Ahora lo sé —
                          
Solté una risita mientras me acurrucaba contra su cuerpo y él jugaba con mi cabello. 
                          
— Tae... —
                          
— Dime, Candie —
                          
— ¿Extraña mucho a su padre? —
                          
— Sí, no sabes cuánto, siempre fui más cercano a él que a mi madre —
                          
— La empresa que pasó a ser suya debe ser demasiado importante, ¿verdad? —
                          
— Claro que sí, antes de que mi padre muera me dijo que la cuide con muho cariño como lo hizo él, que haga hasta lo imposible para no dejarla caer o ser vencida por alguna otra y que siempre confíe en él, aunque...él llegó a desepcionarme una vez, cumpliré mi promesa y siempre creeré en él —
                          
— Ya veo... —
                          
— Descansa, ¿sí? —
                          
Ordenó dándome a entender que no debería hacer más preguntas relacionadas a ese tema, esta debe ser una gran pista aunque aún no puedo comprender todo, creo que cada vez puedo estár más cerca, aunque de cierta forma me sentía un poco mal por pensar en eso, yo comprendía el dolor de Tae, ya que mi padre también falleció y ni siquiera lo llegué a conocer jamás, mi mamá no dejaba ni que viera fotos de él. Con la cabeza dándome vueltas intenté conciliar el sueño. 
                          
A la mañana siguiente
                          
Sentí el tacto de unos labios húmedos sobre la piel de mi frente, provocando que mis ojos se abrieran lentamente para dejarme apreciar bien mi alrededor y así toparme con un Taehyung muy arreglado y perfumado. 
                          
— Debo irme a trabajar, Candie —
                          
— Está bien, Tae, vete con cuidado —
                          
— Gracias —
                          
Me dedicó una última sonrisa y salió del departamento, sin dudarlo caminé hasta una laptop sobre la mesita de noche, la encendí y busque información sobre el Señor Clark Brent
                          
— Clark Brent... —
                          
Susurré y di click en la página que decía contener información de tal hombre. 
                          
— El gran Brent tiene un gran rumor y es que se dice que tuvo un hijo y lo regaló, la verdad no hay mucha información sobre esto, ya que los rumores parecen no ser del todo ciertos, tampoco se sabe lo que paso con todas sus riquezas, se dice que se las dejó a el hijo que jamás cuido, lo que sí nos deja desdichados es su trágica muerte que según rumores se trata de envenenamiento, pero uno nunca sabe, ¿no?, los rumores pueden ser tanto falsos cómo verdaderos —








                          
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Perdón por no actualizar ayer pero me la pase editando la portada de esta historia. Espero que les haya gustado ahkr, y pues eso, me callo un mes y me voy