Calle se despertó nuevamente unas horas más tarde, con un dolor de cabeza agonizador y desorientada.
– ¿Donde mierdas estoy? – Está pensó sentándose, en lo que parecía ser una cama.
– Ya era hora de que te levantaras – La voz de Hoffman se escuchó, entrando y encendiendo la luz de la habitación.
– Joder, cuanto te odio – Está gruño, tapándose el rostro con las manos, en lo que esperaba a que sus ojos se ajustarán, a la luz invasora.
Pestañeo varias veces antes de al fin mantenerlos abiertos viendo que la mayor tenía un cambio de ropa en mano.
– Ponte esto tenemos que salir – Está anunció, arrojando en la cama un traje negro con un chaleco de mahón y unos tacos altos color negros – Solo por curiosidad ¿conoces a una chica llamada María José? – La rubia observó la expresión del rostro de la menor, transladandose de pensativa a confundida y finalizando con una de desinterés.
– No se de quien me hablas – Está finalizó levantándose de la cama, y quitándose la ropa, para entrar a la ducha privada de la habitación.
– De acuerdo – Está finalizó con una sonrisa de lado, desapareciendo de la habitación.
Calle levantó una ceja – ¿María José? – susurrando el nombre, sintiendo una familiaridad con el, antes de sacudir su cabeza dando el nombre por alto.
Una vez terminó de ducharse salió, colocándose el traje que se le indicó y salió en busca de la rubia.
– Vas a tener otra añadidura en tu venganza – Hoffman anuncios desde la sala.
La castaña siguió la voz encontrándose en la sala a su hermana sentada aterrorizada en el sofá, con un hueco en el cojín a su lado, mientras Hoffman limpiaba un cuchillo cubierto de sangre, y observaba a un sujeto de su equipo en el suelo, sin vida.
– ¿Debería preguntar qué sucedió aquí? – Calle preguntó despacio y pausada mientras caminaba hacia su hermana, abrazándola en un instinto protector.
– No es de tu incumbencia – Hoffman comentó a secas – La añadidura que le vaz a hacer a tu venganza es la hija mayor del señor – Está finalizó, observando la hermana menor de la castaña, quien abrió los ojos sorprendida, y observó a Calle a las millas.
– Dani no lo... – Está se detuvo al escuchar como la mayor aclaraba su garganta.
– Lo hare, pero... ¿Por qué sería la razón? – Calle preguntó confundida y intrigada al pedido de la mayor.
– Se ha entrometido en mi vida de la forma más fea que pudo hacer – Está gruño con disgusto, observando a la menor – Sabes que te eh criado toda mi vida, y solo quiero lo mejor para ti – Está finalizó levantándose del asiento.
– No tengo ni la menor idea de a lo que te refieres, pero está bien – Está finalizó aceptando, y levantándose – Me iré a trabajar, cuídate, si, hermanita – está añadio depositando un beso en la frente de la menor antes de marcharse.
Juliana estaba asustada, por Calle y por Poché, pues la chica había entrado en su lista de amistades bien rápido para ser verdad, y no queria que le pasará nada, además de lo horrible que se sentirá Calle si se entera que ella misma a matado a la peli-azul.
Calle se subió en el carro – ¿Quien es el cliente está vez? – Comentó con calma como si hubiera hecho eso toda su vida, y en parte era cierto, pues la chica tenía 17 y llevaba desde los 10 en ese trabajo.
– Es un hombre de 35 años, libre de enfermedades y buscando como entretenerse, pagará buena cantidad si haces un buen trabajo – Está aclaró, mostrándole a la chica el móvil enseñándole la foto del hombre.
– Con razón tienen que pagar para tener vida sexual – la castaña burló, observando la foto viendo a un hombre con barba, llenito, con una cara de pocos amigos – Parece un Bob – Finalizó entre risas.
– Ya cállate, lo que importa es el dinero – La rubia comentó con una sonrisa.
La castaña asintió, aún con la sonrisa en sus labios, desviando su mirada hacia la ventana – Después de aquí iré a ver a Matu, hace días no la veo – Está anunció.
– Primero dejas el dinero en la casa – La rubia ordenó, volviendo una vez más a concentrarse en el móvil entre sus manos.
Unos minutos después llegaron a su destino, visualizando otro auto en la oscuridad de la noche, en uno de los estacionamientos.
– Bueno, nos vemos luego – Calle anuncio bajandose del auto y cerrando la puerta a sus espaldas, dirigiéndose al otro carro.
– Hola hermoso – Este coqueteó viendo como el hombre bajaba la ventana, y le dedicaba una sonrisa.
Está se subió al auto – Estás consciente que son 500 dólares por cada media hora – Está comentó con una sonrisa de lado.
Este hizo una mueca – Es demasiado – Este argumento.
Esta levanto una ceja – No querido, yo soy demasiado para ti, y se te nota la desesperación en los ojos – Está aclaró – Lo tomas o lo dejas – finalizó cruzando su pierna derecha por encima de la izquierda.
El hombre trago hondo y audible, mientras dejaba sus ojos recorrer la piel expuesta de la chica – Está bien, pero solo 400 por qué llegaste tarde – Este inquirió.
Está negó con la cabeza – No corazón, yo jamás llegó tarde, tú solo llegaste temprano – Está sonrió, estirandose y pasando su mano por los pantalones del hombre, dirigiéndose a la palanca del asiento y hechando lo para atrás – 500 la hora o no hay trató – está finalizó moviendo una de las mangas del traje hacia abajo exponiendo el sostén.
El hombre estupefacto asintió con rapidez, tomando a la chica por la cintura y acercándola a él, empezando a besar el cuello de esta con deseo y lujuria, como si se la quisiera comer. Calle dejó sus ojos moverse en irritación, pues no era muy fanática de las personas que fueran tan desesperadas, y no entendía la razón por la cual querer hacerlo con alguien tan rápidamente. Se dejó llevar, dejando al hombre hacer lo que se le diera la gana, y sintiendo los movimientos del hombre y las ganas en los ojos de este, podía asegurar que iba a estar más de medio hora; este fue a besarla, y está puso una mano en medio.
– Sin besos –
¡Holis bebés!
Quería preguntarles, si desean saber que le ocurre a nuestra hermosa eh inocente peli-azul, o sigo con Calle.
El próximo capítulo será dependiendo a lo que escojan.
Espero que les este gustando la historia bebés 😎🖤😘
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Te Entregare Mi Corazón - [Completado]
Random»Te entregué mi corazón, sin percatarme, sin saberlo, sin entender la razón por la cual lo eh hecho. Pero si de algo estoy segura, es que devuelta no lo quiero« La chica quién en amor no a de creer, cae inconscientemente entre los brazos de aquel cá...