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- ¿Isak...? -
                          
Hablé confusa, no puede ser el Isak que creo que es. Hay muchas personas en este mundo, y aquel niño que me entregó sus sentimientos no podía ser el único con ese nombre, pero...y si...sí es el mismo niño, al que no correspondí sus lindos, puros e inocentes sentimientos, no puede pasar eso...¿verdad...?
                          
- Sí, ¿acaso ya te gusta hasta su nombre también? -
                          
Taehyung habló sacándome de mi huracán de preguntas, aunque aún seguían ahí, carcomiendo mis recuerdos. 
                          
- Señor...quiero ir a casa... -
                          
Me levanté hice una reverencia, tomé mis cosas y salí del restaurante, aún con todas esas preguntas rondando mi cabeza. 
                          
- ¿Qué mierda fue eso?, Candie -
                          
Una voz masculina muy molesta se hizo presente detrás de mí, reconocí que no era el momento para pensar sobre eso. 
                          
- Yo...es solo que...¿podemos ir a un parque?, justo cerca de el hotel donde se está quedando hay un parque señor, quiero ir a ese parque, ¿por favor? -
                          
- Subamos al auto y hablemos de mejor manera, ¿quieres? -
                          
Asentí y subimos a su auto, él empezó a conducir hasta el lugar antes nombrado. 
                          
- Señor...¿sabe por qué el mar tiene espuma? -
                          
Hablé rompiendo el hielo del ambiente que se había formado entre ambos. 
                          
- Por la sal que contie... -
                          
Lo interrumpí con una respuesta ilógica. 
                          
- Porque la sirenita se llama Ariel -
                          
Solté una gran carcajada por mi mal sentido del humor. 
                          
- ¿Qué sucede hoy contigo? -
                          
Me regañó entre risillas sin quitar la mirada del autopista. 
                          
- No lo sé, señor, tal vez me hace falta amor...deme amor, señor -
                          
Dije haciendo un puchero mientras tiraba de la tela que cubría su torso. 
                          
- Deja de decir tales cosas, ya llegamos -
                          
Contestó con el ceño fruncido mientras apagaba el motor que daba vida al gran auto en el que me encontraba subida, pero no por mucho ya que el dueño de el mismo bajó de este para después abrir la puerta a un lado de mí y tirar de mi brazo para hacerme bajar. 
                          
- Vaya...que anciano tan aburrido...¡mire!, no hay mucha gente ahora, tal vez porque ya es un poco tarde, señor... -
                          
- Sí, yo también creo que es por eso... -
                          
- Esta cascada es muy linda, ¿no cree? -
                          
Dije mientras veía a parejas pagar a unos fotógrafos del lugar para capturar una muy romántica foto de ellos con una bella cascada bajo sus pies, y el sol escondiéndose entre algunas montañas no muy lejanas del lugar. 
                          
- Qué lindo todo, ¿no? -
                          
- Ven -
                          
Dijo firme Tae tomó mi mano con la suya y pude ver como le daba dinero a uno de los señores de las fotos, luego tiro de mi mano hasta al frente de aquel hombre mayor al que le pagó y sí, así conseguimos una muy linda imagen de nosotros juntos con un cielo naranja y agua cristalina cayendo debajo de nosotros. 
                          
Cuatro horas después
                          
Observé cómo Tae se sentaba sobre la suave tela que cubría el colchón debajo de él mismo, dejé caer mi falda sacando los tirantes que la sostenían, quedando así en bragas y caminé despacio hasta él
                          
- Oh, Candie...tu cuerpo...es todo lo que necesito ahora -
                          
Dijo mientras me sentaba sobre él y deslizaba mis brazos detrás de su cuello y acariciaba su nuca con mis manos. 
                          
- ¿A qué se refiere?, solo estoy muy cansada, si quiere se puede recostar y yo le haré mi mejor intento de masaje -
                          
Susurré sobre la piel que cubría la carne de su cuello provocando que sus bellos y piel se erizaran, eso lo tranquilizaba, o así sentía yo. 
                          
- Mmm...gracias... -
                          
Me levanté de él con una pequeña sonrisa. Al encontrar una crema me acerqué a él que ya no traía camisa, dejando su torso al descubierto. 

                          


                          
- ¿Le gusta...?, no soy buena haciendo masajes, pero hago el intento-
                          
Dije estando sobre él, moviendo mis manos sobre la piel de su espalda, mis manos se movían bien, gracias a la crema que había untado al inicio. 
                          
- Sí...me encanta todo eso...no te preocupes, me relaja muy bien -
                          
(...)
                          
- Buenas noches... -
                          
Hablé después de haber terminado de masajear toda su espalda. 
                          
- Gracias, hermosa-
                          
Reí mientras me levantaba de él y me recostaba tapandome con la suave tela de las sábanas y soltaba risas.
                          











                          
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Como dije, estoy de viaje y es muy complicado escribir, así que los capítulos serán cortos, para mi siguiente actualización hablaré sobre los horarios de mis actualizaciones (aunque sé que no les importa, Ahr :'3) 
Sin más que decirles, espero que tengan una hermosa noche ♡