Capítulo 9: Hermanas

                                    

                                          
– ¿Donde esta mi hermana? – Está preguntó seria.
                          
La chica se retiró del refrigerador, señalando le hacia la sala, entretanto sacaba el vaso con hielo, y cerraba la puerta, parándose al lado de la isla, sirviéndose un poco de licor.
                          
Calle desvío su mirada hacia la sala, percatandose de que su hermana se encontraba amarrada de una silla, con una cinta adhesiva en su boca, y unos cinturones en su torso.
                          
– ¡Juliana! – La castaña grito acercándose a la chica, inspeccionando el amarre.
                          
– Si no quieres morir, yo tú no lo hago – La mujer comentó a sus espaldas con un tono cínico y serio – ¿Donde esta lo que me debes? – está añadio.
                          
– Sabes muy bien, que la entrega falló por culpa de Sebas – Calle gruño levantándose del suelo, dándose la vuelta hacia la mayor.
                          
– Ese no es mi problema Señorita, él está bajo tu comando, y habíamos llegado a un acuerdo, y todavía lo estoy esperando, necesito mi dinero y es ahora – Está demandó.
                          
– Yoseline – La chica se detuvo viendo la mirada asesina que la mayor le estaba dedicando – Disculpa, Hoffman, prometo tener tu dinero para el viernes, dame tiempo de acuerdo – Está suplicó, observando con miedo a su hermana, pues era la única persona que le quedaba viva.
                          
La nombrada, observó a las chicas, y dejó escapar un suspiro – Como me falles está vez, vete despidiendo de tu hermana – La rubia comentó, apretando un botón, y desactivando la bomba que se ubicaba debajo de la silla de la chica – El viernes sin demoras – Está finalizó antes de marcharse.
                          
Calle dejó salir un sopló de alivió, soltando a su hermana de la silla, quien una vez suelta se tiró en sus brazos. La castaña empezó a consolarla diciéndole cosas calmantes al oído.
                          
– Ven, te haré algo de comer, y luego podemos ver la televisión si quieres – Calle comentó levantando a su hermana del suelo, pues apesar de que solo se llevaban tres años de diferencia la chica era más sensible.
                          
Está asintió, siendo dirigida a la cocina. Calle la dejó sentarse en uno de los taburetes, mientras buscaba que cocinar.
                          
– ¿Cómo fue tu día? – La menor preguntó intentando de despejar su mente y calmarse.
                          
Calle miró a la chica por encima de su hombro – Fue interesante – comentó desviando una vez más la vista hacia lo que hacia – Conocí a una chica, era linda, hermosa para ser exacto, aunque era víctima en la escuela – está confesó.
                          
La contraria asintió, dejando salir un suspiro – Promete que no harás que te vuelvan a expulsar – Está comentó preocupada.
                          
– Lo prometo – Está respondió, sin mucho interés.
                          
– Calle mírame a los ojos y promete lo – La menor demando con un tono serio.
                          
– Sabes que no lo voy a prometer – La nombrada comentó, con un tono molestó.
                          
– Maldición Daniela, sabes que está seria la séptima escuela a la que vamos por tu culpa – Juliana comentó un poco frustrada.
                          
– No es mi culpa que las personas sean tan jodidamente estúpidas, y creídas – Está comentó un poco molesta, golpeando el mostrador.
                          
– Yo se que lo haces para ayudar, pero aunque ayudes a otra persona, te estás perjudicando a ti misma, por alguien que ni siquiera te ayuda cuando estás en problemas – La menor argumentó, observando cómo la chica, extraía el pollo del refrigerador.
                          
– Yo no esperó nada a cambio Juli, si la persona quiere devolverme el favor, bienvenido sea, si no, pues qué bien le vaya – Calle contestó simple – Yo solo se que tengo la conciencia limpia y eso me basta – Está finalizó, dándose la vuelta y regalando le una sonrisa tierna a la chica.
                          
La hermana la miró, examinando la expresión de la chica – De acuerdo –le sonrió, dejando caer un silencio entre ambas.
                          
Calle terminó de cocinar entregándole un plato a su hermana con la comida, y haciéndo que la acompañara. Una vez se sentaron en el sofá, encendió la televisión, poniendo Netflix.
                          
– ¿Cómo lograrás conseguir el dinero? – Juliana preguntó curiosa, observando la silla con un poco de miedo.
                          
Calle se quedó con una expresión neutral mientras observaba la pantalla – Si Sebastián no logra arreglar su error, tendré que volver al trabajo de antes – Está comentó dejando escapar un suspiro.
                          
La menor observó a la castaña rápido – No pienso dejar que vuelvas a ese trabajó, sabes que no es bueno para ti, ni para tu cuerpo – Está argumento sería.
                          
– Juli, es la única opción que me queda para lograr conseguir esa cantidad de dinero en tan solo unos días – La castaña comentó – Lo menos que quiero es perderte – Está finalizó, besando la frente de su hermana.
                          
– No me agrada la idea – La menor musitó, desviando la mirada de la chica.
                          
La castaña suspiró pesadamente – Lo se, pero no tenemos de otra – Se levantó del sofá – Iré a llamar a Sebastián – añadió dirigiéndose a la cocina depositando el plato.
                          
– Oye Dani – La chica la llamo, y una vez ganó la atención de esta continuó – ¿Has encontrado pistas del hombre que mató a mamá y a papá? – preguntó nostálgica, al recordar a sus padres.
                          
Está negó con la cabeza – Todavía no, pero sé que estamos cerca de hacerlo – Sonrió con seguridad, antes de desviar su mirada hacia las escaleras, su expresión seria.
                          
Subió las escaleras encaminando se a su habitación, tomando el móvil de su bolsillo y sentándose en la cama, recostando su espalda en la pared. Busco en su celular el contacto de Sebastián presionando lo.
                          
Unos minutos pasaron, y luego de sonar dos veces la llamada fue aceptada.
                          
– Hola Sebas – Está comentó.
                          
📲 – Hola Danielita, ¿Que ocurre? –
                          
Calle escuchó unos ahogados gemidos, en la parte de atrás de la llamada – ¿Mal momento para llamar? – Está preguntó alzando una ceja.
                          
📲 – No, ya yo eh terminado, ese es Juan. Dame un segundo –
                          
Está escuchó, como abrían y cerraban una puerta, y el ruido iba cesando.
                          
📲 – Ahora si, ¿Que ocurre? –
                          
– Lo que ocurre, es que tú jugadita de robarte aquellos kilos de droga me va a costar a mí hermana, si no consigo el dinero para el viernes – Esta gruño, molesta.
                          
📲 – ¡Se supone que no se iba a dar cuenta! –
                          
– Sebas, se supone que no deberías haberla cogido desde un principio, te había explicado claramente, que solo la recogieran y la trajeras aquí, ¿Que mierdas fue lo que no entendiste? – Está suspiro, intentando de guardar la paciencia.
                          
📲 – Lamento decirte que nos la hemos acabado toda –


                          
(Una nota que ya estaba, pero me da pereza borrarla) ⬇️⬇️
                          
¡Holis bebés! 
                          
Como ya pueden ver eh seguido la historia 🖤 este será el último capítulo de hoy, espero que les este gustando cómo se esta desarrollando.
                          
Lo sé, cambiaré la descripción de la historia, para que sea un poco más llamativa, y este concuerdo al trama de la historia.
                          
Espero que también me apoyen y le den amor a esta, como lo han hecho con las primeras dos, aunque está sea la primera que había subido. 
                          
Saben que los amos! 😍 Espero que me sigan hasta el final 🖤