Capítulo 17

4.5K 390 28
                                    

—¿Deberíamos subir?

Derek desvío la mirada se su celular para prestar atención al castaño, ya se había demorado en sugerir eso… De nuevo. Estaban en la cocina de la casa, tomando desayuno desde ya hace un rato, desde que escucharon la ducha del cuarto del menor de todos ser abierta para ser más precisos, ya había pasado un buen tiempo y mentiría si dijera que no estaba preocupado.

—No creo—entendía o bueno, trataba de entender a Liam—. Quizás quiere estar solo más rato—él sabía que eso no iba a tranquilizar a Stiles de ninguna forma, si había algo que destacaba en el castaño era lo terco que podía llegar a ser.

—Pero, ¿si le pasó algo? —hizo el ademán de levantarse—. Quizás se cayó y está muriendo y… Y nosotros aquí tranquilos tomando un tonto desayuno—Derek suspiró ante eso.

—Si necesitará ayuda ya lo sabríamos.

—¿Cómo puedes estar tan seguro? Quizás solo se cayó y no sé Derek—dejó a un lado el café que se había servido, volviéndose a sentar—¡Estoy preocupado!—terminó haciendo un puchero, cosa que le pareció adorable a Derek.

—Yo también lo estoy, Stiles.

—Pues no parece—refutó.

—Stiles, él está bien—pensó —. Al menos físicamente—aunque él quería saber, ¿qué carajo había hecho su tío?

Dicho esto, escucharon que alguien bajaba por las escaleras, Stiles se paró de manera inmediata a ayudar al observar como el menor se asomaba.

—No estoy inválido Stiles, puedo hacerlo solo.

—Liam, solo dejate ¿quieres?—sostuvo su brazo, el menor aún se veía agotado.

El pelinegro espero a que ambos llegaran, tenía el presentimiento de que el de ojos azules no tendría tantas ganas de comer, pero como buen tío… ¿Sobrino? Quien sabe, como buen algo que era del menor que llevaba en ese vientre, lo alimentaría y era capaz de obligarlo.

—Derek, buenos días —tenía la voz aún ronca por los sollozos de la noche.

—Buenos días pequeño—dijo desordenando su cabello, haciendo que ambos jóvenes se sorprendieran.  Hasta el mismo se sorprendió por aquel gesto —. ¿Qué quieres desayunar?—trató de ignorar la mirada de sorpresa que aún mantenía Stiles.

—Yo no tengo tanta hambre—bingo, como lo suponía.

—Liam, tienes que comer—la voz de Stiles trataba de ser severa, pero fracasó totalmente.

—Tiene razón, llevas un bebé dentro Liam, tienes que comer—se dirijo a la alacena—. No creo que lo que sea que haya pasado ayer, le haga bien.

El menor bajó la mirada, solo asintió con la cabeza cuando el ojiverde le mostró una caja de cereal.

Ambos se quedaron viendo como este comía,era un ambiente muy incómodo, sabía que tenía que dar explicaciones sobre lo que había pasado, pero diablos ¡Ni él sabía que había pasado! Al menos no del todo.

—Prefiero no decir nada por ahora.

La cara de Stiles se transformó, logrando un mueca muy rara y exagerada de indignación mientras Derek solo levantó los hombros sin mayor preocupación.

—¡¿Pe-pero por qué?!—el grito de Stiles asustó al menor.

—Sé que tengo que decirlo en algún momento, pero no ahora—sentenció.

Antes de que el castaño empezara a replicar lo dicho por el de ojos azules, Derek le dio una mirada de advertencia. Notó como el pelinegro sacaba su celular, para después sentir como el suyo vibraba.

"Dale tiempo, Stiles"

Este solo pudo asentir. El mayor tenía razón.









Había pasado una semana en la que Peter no dio señales de vida. Liam estaba al borde el colapso pero trataba de ocultarlo, para evitar preocupaciones, suficiente tenía con la insistencia del castaño para que hable sobre lo sucedido ya hace varios días.

Su vientre estaba más abultado que la última vez, su apetito había aumentado a pesar de todos los problemas que lo rodeaban, se alegraba ya que lo menos quería era causarle daño a su pequeño o pequeña, pero sería mejor si Peter estuviera con él.

“¿Dónde estás?” era la pregunta que siempre rondaba por su mente y es que, ya había pensado todo, hasta creyó que el maldito se había ido a Londres de nuevo dejándolo ahí solo.

Suspiró ante los recuerdos, cuando ellos estaban en Londres había sido difícil, siempre fue difícil para ellos, pero Liam enserio quería a Peter.

“Él tiene que regresar. Por mi, y sobre todo, por ti, mi bebé”. Pensó

Sobaba su vientre, esperaba que todo saliera bien, de verdad quería eso.







Jordan estaba molesto.

El muy imbécil de su esposo no daba su brazo a torcer, seguía a la defensiva con algo que, era obvio que podía arreglarse de forma pacífica y hablando. Stiles seguía dispuesto a explicarle las cosas a su padre, pero su esposo era el problema.

—Cariño—dijo, dispuesto a salir de ahí con su esposo, a la casa de los Hale, para que ambos hablaran—. Quiero hablar contigo.

Noah quitó la visto que tenía en los papeles que revisaba para ponerle atención a su esposo.

—¿Qué pasa?—apoyó los codos sobre el escritorio. Jodan solo se sentó frente a él.

—Quiero que hables son Stiles—soltó, la cara de su esposo se tenso un poco. Pero no, él ya no iba a caer, había pasado casi dos meses.

—Creo que ya… —no pudo terminar porque fue interrumpido.

—No, me vas escuchar—al sheriff no le quedó más que tragar saliva, su esposo estaba molesto—. Mira Noah Stilinski, no me importa si tengo que llevarte de la oreja a la casa de los hale, lo haré, y vas a escuchar a tu hijo—demandó—. Él necesita tu maldito apoyo, no tu rechazo y mucho menos esta maldita “ley del hielo” que traes con él—el joven se levantó de imprevisto, asustando a su marido—. Ya no estás en edad para esas tonterías, afronta los problemas que te da la vida, Noah.

Se quedó callado. Debía admitir que su decisión había sido muy infantil, y que además había lastimado a su hijo, y de forma indirecta, la relación que él llevaba con Jordan. Suspiró, podía sentir la mirada que el otro le daba; ¿se había pasado? Sí, lo admitía, pero su orgullo no dejaba que lo admitiera en voz alta.

—Está bien—cerró sus ojos—. Llévame donde Stiles.

...

¿Puedo dar explicaciones? Sí.

¿Les importa? No lo sé, jeje.

Lo siento, es lo único que puedo decir.

Igual. Si leyeron esto, gracias.

Ups! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora