28|| Estaremos Bien.

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HUDSON

—¿Qué demonios significa esto?—el periódico, que enseña una fotografía de Lia y de mí saliendo de la clínica, es tendido sobre la mesa hasta quedar frente a mis ojos.—Años y años de publicidad, de gastar dinero tapando todas las mierdas que hiciste en tu vida para que al final termines arruinando todo en segundos.

John está alterado, el equipo que trabaja en su empresa de publicidad también pues los tengo frente a mí buscando una explicación que no sé dar.

—¿Cómo podemos evitar que esos buitres sigan en la entrada de mi edificio?—pregunto. —Ya no podemos continuar así.

Sé que los estoy irritando, que de todas sus estrellas soy quien más problemas les ha dado pero a fin de cuentas, les estoy pagando dinero para que solucionen lo que yo no quiero hacer.

Quiero concentrarme, prestar atención a las posibilidades que plantean pero solo tengo en la mente el rostro de Lia al insultarla y la forma en la que me golpeó.

Me siento terrible, arruiné por completo todo el avance que estábamos teniendo y todo porque no pude aceptar que por primera vez, tuvo razón. .

No quise dejar a Camille desprotegida así que la visité mientras Lia dormía. No lo negué porque no pensé que se enfadaría, sin embargo como dije antes, a veces soy tan idiota que no puedo notar lo idiota que soy en realidad.

Pienso en cómo puedo arreglarlo pero sé que la herí demasiado, lo vi en sus ojos, en la forma en que salió del coche sin importarle tener que caminar a casa.

—¡Los representantes del equipo quieren arreglar esto cuando antes y tú estás en las putas nubes ahora!—el grito de John me regresa a la realidad. —¿Puedes al menor fingir que esto te interesa?

—Es mi vida, por supuesto que me importa—respondo sin mirarlo.

—¡Es tu carrera!—grita nuevamente. —Arruinaste tu carrera por esa prostituta de mierda que...

El golpe en la mesa lo deja con la boca cerrada y las palabras a medias. Puedo soportar muchas cosas, puedo ser muy imbécil porque yo mismo la he llamado así, pero el que alguien más lo haga solo me deja ver lo mal que se siente.

—Termina esa frase y te rompo los dientes—gruño. Mi tamaño lo intimida porque no hace más que suspirar pesado, como si en verdad quisiera calmarse.

Le doy la oportunidad de hacerlo pero eso no quita el mal sabor de boca que me queda.

—Lo siento—se encoje de hombros.—Pero tienes que verlo desde mi punto de vista. Si hubieras venido a mí con este problema cuando apareció nada habría sucedido, estoy completamente seguro de que podríamos haber dado la noticia de otra forma pero no. Y ahora tenemos un problema mucho más grave porque la prensa ya lo sabe, por consiguiente, la directiva del equipo se niega a renovar tu contrato dentro de unas semanas si no pones tu vida amorosa en línea. Están cansados de tus estupideces.

Presiento que terminaré por romperme los dientes de tanto que los mantengo apretados. Quisiera golpearlo con fuerza pero eso solo nos traería más problemas.

Y al final, el único idiota soy yo.

—Dame unas semanas... arreglaré mi vida pero tú asegúrate de que esa renovación se haga—me pongo de pie y no espero una respuesta al salir. Es su trabajo, se supone que cuando le pagas a alguien para hacer las cosas por ti, debe hacerlas y no espero menos de él.

Tengo tantas cosas en la cabeza que el solo pensar en que podría quedarme sin empleo también me hace querer gritar en medio de la calle, a todo pulmón. Como si eso fuese a resultar.

Entre Sábanas de Seda (AQS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora