Capítulo 27.

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Pov Matthew.

Era sábado en la noche, mi reloj marcaban las 9:00 P.M., y no podía dormir, daba vueltas en la habitación sin poder conciliar el sueño, quizás Fred tenga razón y debía hablar con Holly sobre lo que siento por ella en estos momentos, aunque sé que es algo muy prematuro ella despierta en mí algo muy distinto que no es solo cariño, pero hay algo que no me deja y es el recuerdo de Danielle, por más que intentara no culparme de su muerte, siempre lo haré, pero debía soltar su recuerdo.

Salí de mi habitación y camine hasta la primera planta de la casa, la cocina estaba oscura al igual todo, ilumine la cocina y serví un vaso de agua fría, en estos momentos de mi vida no sé qué hacer, un ruido proveniente de la puerta delantera se escuchó sonoramente, camine hasta ella y era alguien golpeando, abrí esta y ante mis ojos estaba la figura de Nathalie, me acerque a ella y la abrace con fuerza, pues no solo era la prometida de mi mejor amigo, era como mi hermana.

—Que sorpresa verte aquí Nath —la mire sorprendido al verla en mi casa.

—Tenemos que hablar Matt, es de algo serio que no puede esperar —informo con una leve sonrisa y entro.

—Claro, ¿de qué trata? —cuestione cruzando mis brazos.

—Quiero saber si sientes algo por Holly, quiero que seas sinceró conmigo —me miro intrigada, yo solo la mire unos segundos antes de contestar.

—¿Para qué quieres saber eso? —cuestione frunciendo el ceño.

—Matt, porque de eso depende el futuro de ambos —puntualizo con un leve asentimiento; —ahora quiero que me digas la verdad, ¿sientes algo por ella si o no? —cuestiono de nuevo.

Pestañee un par de veces al reproducir en mi cabeza lo que Nathalie estaba preguntando, quizás ya no podía mentirme a mi mismo acerca de lo que estoy sintiendo por Holly y debía ser aceptar que estoy enamorado de ella de una vez por todas.

—Matthew, dime la verdad —me llamo Nath alzando una ceja.

—No sé que decirte —rasqué mi nuca incómodo y la mire soltando un suspiro; —sí Nath, siento algo por Holly y no quería reconocerlo —asentí poniendo las manos en mis bolsillos.

—Eso era lo que quiera escuchar —aplaudió como niña pequeña.

La miré un poco confundido y no entendía que pasaba por su cabeza, ella soltó un gran suspiro y comenzó a sonreír de manera extraña, yo solo me limite a mirarla para ver que iba a decir.

—¿Por qué preguntas esto? —cuestione mirándola intrigado.

—Matthew, ¿eres tan tonto para no darte cuenta? —pregunto muy molesta y me miro.

—¿Darme cuenta de qué? —cuestione alzando ambas cejas.

—Eres tan ciego que no te has dado cuenta de que Holly esta locamente enamorada de ti; —chillo y sonrió ampliamente.

—¿Estás hablando en serio? —cuestione sorprendido.

—Muy en serio, no creo que serás tan idiota de dejarla ir tan fácil —rechisto cruzando sus brazos.

Una gran sonrisa se asomó en mi rostro al saber que Holly sentía algo por mí, pero al recordar a Danielle me hizo negar con la cabeza de manera brusca.

—¿Qué te sucede? —cuestiono asombrada.

—No creo que entre Holly y yo pueda haber algo, no quiero ver como sufre a mi lado por el recuerdo de Danielle —confesé mirándola.

—Matthew, ¡basta de todo esto! —chillo molesta; —Holly y tú, sienten algo muy fuerte, no entiendo por qué no te das la oportunidad de amar de nuevo, sé que extrañas a Danielle, pero ella esta muerta y no está aquí, mereces ser feliz junto a Holly y debes dejar de aferrarte al pasado, solo busca la felicidad —me tomo por ambos brazos.

La mire un par de veces y medite lo que Nathalie estaba diciendo, en sus palabras había mucha razón, yo merecía ser feliz y no quiero dejar ir a Holly ahora menos que sé que siente algo por mí, no sabía que decirle solo solté un suspiró agobiado.

—No lo pienses más Matthew, Danielle estaría feliz de que tú encontraras de nuevo la felicidad, no tienes la culpa de su accidente y mucho menos de su muerte, quizás fue duro para ti, pero ya basta de estar encerrado en una burbuja llena de dolor —reclamo suspirando levemente y me miro molesta.

Desde hace 3 años nadie me había dicho lo que Nathalie se había atrevido a decirme sin ningún tipo de tapujos, tenía razón y porque más que dijera que era mi culpa su muerte, no lo era, pero antes de decirle a Holly lo que siento por ella, debo ir a hablar con Danielle por última vez para dejar mi pasado enterrado junto con ella.

—Le diré a Holly lo que siento por ella —comente y ladee la cabeza; —pero debo ir antes a un lugar para dejar el pasado atrás —asentí levemente.

—¿Cuándo le piensas decir lo que sientes por ella? —cuestiono molesta.

—Cuando esté listo, lo haré Nath —la miré irritado por su insistencia.

—Está bien, pero recuerda no callarte lo que sientes —me abrazo y abrió la puerta para irse; —nos vemos pronto Matthew —se despidió con un ademán y se marchó.

Después de perder de vista la figura de Nath de mi vista, subí de nuevo a mi habitación, tome el celular y le marque a Sam, a los tres timbres contesto.

—Marshall por fin te acuerdas que tienes un mejor amigo —bromeo riendo.

—Sam no estoy par tus idioteces —rodeé mis ojos irritado; —quiero hablar contigo sobre Holly —confesé rascando mi nuca.

—Está bien Matt, iré —bufo; —¿dónde nos vemos? —cuestiono con voz burlona.

—Creo que en el club, donde siempre nos vemos —confirme tomando las llaves del auto.

—Llego en 20 minutos —dicho esto colgó.

Guarde el teléfono en mi chaqueta, baje por las escaleras y salí de la casa para montarme al auto, maneje durante algunos minutos y cuando llegue estacione, las calles estaban algo solitarias y baje del auto, entre al club y me senté en la barra. Pedí una cerveza y comencé a beberla para poder distraerme un poco, después de varios minutos una mano se asomó en mi hombro y volteé a ver de quien era, para mi suerte era Sam.

—Una cerveza por favor —pidió Sam al barman.

Se sentó a mi lado y el barman le extendió la cerveza, comenzó a beberla y después de varios minutos de silencio, Sam decidió ir al grano y hablar de lo que sucedía conmigo.

—Ahora si cuéntame Matt, que sucede con Holly —me miro atengo.

—No sé por donde empezar —confesé tomando un sorbo de mi cerveza.

—Ya sé que me vas a decir —sonrió de medio lado; —me vas a confesar que estás enamorado de ella y no puedes sacarla de tu mente —bromeo con una leve carcajada.

—¿Nath te lo dijo? —cuestione suspirando pesadamente.

—No, solo lo supuse y también sé que esta enamorada de ti —soltó sin tapujos.

—¿Cómo demonios sabían los dos eso? —cuestione asombrado.

—Jamás te habías preocupado tanto por una mujer que no fuera Danielle —alzo una ceja; —tu mi querido amigo estás enamorado y debes darte una oportunidad con esa hermosa mujer —llevo a su boca otro sorbo de cerveza.

—Eso mismo me dijo Nathalie, pero no sé que hacer —confesé tocando mi cabello frustrado.

—Concuerdo con mi chica, busca a Holly y dile lo que sientes por ella, no dudes en decírselo —me miro acusador.

—Lo haré, pero no ahora, solo quiero primero despedirme de Danielle —confesé con un poco de trabajo.

—Hazlo, si crees que es lo mejor Matt te apoyo, solo no lastimes a Holly dejando que la sombra de Danielle este entre ustedes —palmeo mi hombro.

—¿Si se entera de que por mi culpa perdió la memoria? —cuestione abrumado.

—Tú y yo bien sabemos que eso fue un accidente provocado por su exnovio el día que la engaño —acertó.

Era cierto, la culpa había sido del maldito de Adams por no saber valorar a una mujer como lo es Holly, la sola idea de que él se volviera acerca a ella me repugnaba.

—Lo sé; solo no quiero que ella malinterprete las cosas —asentí mirándolo.

—Solo busca el momento indicado para hablarle de tus sentimientos Matthew —sonrió de medio lado y pidió otra cerveza.

—Está bien, solo quiero hacerlo cuando esté listo —confesé soltando un suspiro leve.

Después de hablar de temas al azar, Nathalie llamo a Sam por lo que tuvo que irse, se levantó de la silla y me despedí de él con un apretón de manos, se marchó y pague la cuenta del bar, eran más de las 11:00 P.M., y salí del lugar, el aire helado se hizo presente y dude en debatirse a donde ir, a casa o a casa de Holly.

Pov Holly.

Mire el reloj colgado en la pared y eran las 11:30 P.M., Kambry había caído rendida en mi cama y el sueño no era mi mejor aliado en estos momentos, me levanté de la cama y salí hasta el balcón principal, la noche estaba estrellada y hacia algo de frío, el aire era algo estremecedor, volví a la sala y me senté en el sillón, por más que intentara poder dormir no podía, realmente no sabía que me pasaba.

Me levanté del sillón y camine hasta la cocina, prepare un poco de té mientras miraba por la ventana de la cocina y volví a sentarme frente a una gran taza de té frente a mí, estaba caliente y con el frió me ayudaba a calentar algo mi cuerpo, el timbre del apartamento comenzó a sonar por lo que me sobresalte un poco, me levante para abrir la puerta y mi sorpresa era más grande de lo que esperaba, no me imagine que él estuviera aquí frente a mí.

Un par de ojos zafiro me miraban fijamente, mi corazón comenzó a latir con furia como si quisiera salirse de su cavidad, mis manos comenzaron a sudar por los nervios, lo mire ansiosa y él solo estaba en silencio, realmente no sabía que estaba haciendo aquí, comencé a respirar con un poco de dificultad, pero me obligue a calmarme.

—Eres tú, no lo puedo creer —mascullé, pero fue muy audible.

Se acercó a mí de forma ligera, con los nervios dominando mi cuerpo, retrocedí unos pasos para dejarlo pasar, pero tropecé torpemente con la mesa de centro y casi caigo, pero Matthew fue más ágil y me sostuvo de manera protectora evitando que cayera, mis brazos fueron a dar a su pecho firme, mientras que las suyas, tras mi espalda, mordí mi mejilla de forma brusca haciendo que saliera un poco de sangre.

Su vista se fijó en mis labios, acerco su dedo pulgar hasta ellos y limpio unas gotas de sangre que salían, sus ojos notaban preocupación al verlo fijamente, note que aquellos ojos tenían un azul profundo, Matthew se fue acercando más hasta quedar a pocos centímetros de mi rostro y una gran corriente paso por mi columna haciendo que me estremeciera completamente ante él.

Las ganas de que me besara me invadieron y anhelaba probar aquellos labios carmesi, respire con dificultad hasta que Dios oyó mis súplicas, Matthew de manera sigilosa poso una mano sobre mi mejilla y acerco mis labios a los suyos, miles de sensaciones pasaron por mi mente y el saber que me estaba besando me ponía tan frágil ante el que no dude en corresponderle, el gran beso encajaba a la perfección al igual que nuestros labios.

La respiración de ambos se entrecortó hasta el límite de separarnos por la falta de aire, después de aquel beso mi mente se nubló totalmente y quede estática al saber que él me había besado, Matthew unió su frente con la mía y aquella sensación de poder sentir su piel cálida, sus manos sobre mi mejilla me demostraba a mí misma que estaba perdidamente enamorada de él, demonios como no me había dado cuenta antes de todo esto antes, era el primer beso que nos dábamos, no sabía como reaccionar, que hacer o decir, realmente jamás me imagine que él estuviera aquí para besarme y poner mi mundo de cabeza, a su lado me sentía libre y me sentía segura, algo que estaba experimentando por primera vez desde que perdí la memoria.

No sabía que decir o hacer en este momento, estaba aún en shock por lo que estaba pasando y quizás no era la manera que él esperaba que yo reaccionara.

QUIÉREME DESPACIO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora