Capítulo 23

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CAPÍTULO 23

Pasaron dos días y no había ni rastro de Damian, era como si hubiera desaparecido del mapa. Era demasiado hasta para él. Jon cada vez que salía era solo con el propósito de buscarle pero no encontraba ni una mísera pista.

La batfamilia estaba igual, ellos que eran unos entrenados detectives no encontraban nada que pudiera darles una respuesta de dónde estaría el petirrojo. Por lo general cuando Damian tenía ese arrebato que no tenía desde los trece años como mucho tardaba un par de horas o un día en volver y esta espera era inusual. Se sintieron culpables, pensaban que era por todo lo que se dijeron durante el incidente de Luthor pero el único que intentaba mantenerse cuerdo y no llevarse por las emociones era Batman que analizaba la situación detenidamente abarcando todas las opciones posibles y lo que estaba seguro es que la desaparición de Superboy no podía ser tan al azar como parecía por lo que se puso a registrar las cámaras de la zona donde Superboy le había indicado que le capturaron pero quien lo hizo era un experto pues se encargaron de atacarle en un punto muerto donde no grababan las cámaras de tráfico.

Volvió a mirar el vídeo pero no había nada más que pudiera analizar y miró a su mayordomo que le servía un té preguntándole un dato que no le contó a la familia Kent

– ¿Todavía no recuerdas cómo perdiste la consciencia cuando apareció Superboy?

– Lo siento señor pero no vi nada, ni siquiera las alarmas sonaron

– Sea quien sea sabía lo que hacía, incluso pirateó el sistema de videovigilancia de la batcueva – dijo Nigthwing que estaba en otro ordenador mirando esa grabación en una de las pantallas que se mantuvo negra durante tres minutos.

– Señor, siento desconcentrarle de su investigación pero Superboy y Superman piden que les deje entrar – avisó el mayordomo el amo de la casa solo le dio a un botón y dejó que entrara por una de las entradas de la batcueva apareciendo así el joven que tenía unas grandes ojeras y estaba agotado y Superman que intentaba apoyar a su hijo y a Bruce.

Jon se acercó a Bruce con la cabeza baja y arrastrando los pies

– Lo siento Batman – negó, el adulto solo suspiró y siguió investigando

– Da igual; ya os he dicho que esto es un asunto familiar así que idos – dijo enfadado más por pensar en todo lo que podría estar pasándole a Damian que porque se sintiera defraudado por la búsqueda de los supers.

Antes de que pudiera replicar Jon una moto entró en la batcueva les hizo mirar a su nuevo invitado, un hombre con una máscara roja, chaqueta de cuero marrón, camiseta negra con la silueta roja de un murciélago en el pecho, pantalones negros con varios arneses para las armas de fuego que portaba y botas militares que cuando llegó y aparcó la moto se quitó la máscara y se mostró Jason aunque tras un antifaz rojo

– ¿Has encontrado algo? – preguntó Batman

– B ha analizado tu móvil – le entregó el móvil a Jon puesto que desde que le explicó a Batman todo lo sucedido le dio el móvil para que viera el mensaje y misteriosamente había desaparecido, fue como si nunca se lo hubieran enviado así que Jason decidió que Bizarro lo investigara por ellos puesto que Bruce no encontraba nada en el aparato y el clon era mucho más eficiente y experto en la materia – ha encontrado un rastro fantasma o no sé qué me ha dicho, el caso es que me ha dicho que el número es uno privado que se creó en el momento que te enviaron el mensaje y desapareció al poco de capturarte. Quien lo hizo entendía mucho de ordenadores porque hasta a Bizarro le ha costado localizarlo

– Entonces... ¿sabemos quien me mandó el mensaje? – preguntó sin entender del todo lo que le explicó, Jason miró a los suyos serio

– Eso lo tengo que hablar con ellos

Tensión sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora