Con el pasar de los días, mi relación con Hudson regresó al punto en la que apenas y nos dirigíamos la palabra. No me molesta para nada, el tener que estar postrada en cama como una lisiada ayudó bastante estos días porque así no tuve que verle la cara más que cuando me trae el desayuno.
No sé qué carajos hace, ni dónde va todo el tiempo, pero es bastante obvio que tiene a muchas chicas por ahí porque apenas y para en casa a preguntar por mí. De hecho, ni siquiera lo hace personalmente, siempre envía a una mucama o al gerente a preguntar.
Esto de estar enfadada con él me quita tiempo, ganas y sobre todo, ánimo así que he decidido no darle importancia al asunto. Kate no me responde los mensajes ni las llamadas, no tengo familia y mi relación con Hudson está a nada de romperse. Solo nos sostiene un fino hilo. A lo que quiero llegar es que, estoy completamente sola.
Estos problemas una persona normal los enfrentaría con amigos, con familia, con una madre que de su apoyo al ciento diez por ciento y un esposo cariñoso y compresivo que haga lo que sea por ella y el bebé, pero mi realidad es bastante diferente, para mi mala suerte.
Ya estoy acostumbrada porque cuando tienes una vida de mierda desde que tienes memoria, pequeñeces como éstas no te afectan demasiado.
He tratado con todas mis fuerzas de averiguar qué es lo esconden, pero nada ha dado resultado. ¿Cómo se supone que voy a averiguar lo que oculta si apenas puedo salir de la cama? Debido a eso, pospuse mi investigación para cuando tuviera mi alta médica.
Quedan solo unos días para que Hudson se marche a Nueva York y eso me preocupa. Los celos están comiéndome por dentro aunque no quiera. No siento nada por él, nada tan intenso como un romance o algo así, pero de igual manera me inquieta que se vaya.
De conocer chicas, eso seguro, lo hizo incluso conmigo aquí pero allí está Camille, su dizque prometida. ¿Sabrá algo de mí? No, no lo creo. Nadie, por más publicidad que sea su relación, permitiría algo como esto, eso es seguro.
Sacudo la cabeza obligándome a comprender que simplemente soy la madre de su hijo, aunque a ambos nos cueste aceptarlo.
El agua recorre mi cuerpo mientras me saco el jabón, acariciando mi barriga apenas creciente. Es hermoso sentirse tan lleno, tan pleno y con tanto amor para dar cuando ni siquiera conoces a la persona que crece dentro de ti.
Lo único bueno que está saliendo de todo esto, es mi bebé. Puede que no haya sido el momento de quedar embarazada, pero no me arrepiento de nada. Sé que cada sufrimiento va a valer la pena.
Al terminar me cubro con la bata, cepillo mi cabello frente al espejo y luego bajo las escaleras para ir por algo para comer cuando antes de llegar a las escaleras, escucho sonidos provenientes de la puerta principal. Apenas dejo un pie en el piso principal, veo a Hudson salir de su habitación con una maleta en mano. Se queda de pie observándome fijamente, al parecer no esperaba verme.
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Entre Sábanas de Seda (AQS #1)
Romance¡Primer libro de la serie Amores que Sanan! Versión 2021. Con un padre y hermano alcohólicos, Lia pasa su vida trabajando para saldar sus deudas y se prepara para saldar la siguiente en un reluciente bar de Santa Mónica. Rodeada de personas con din...