Nuestro secreto

                                    

                                          


                          
Esa noche Stiles estaba particularmente nervioso, al día siguiente cumplía dieciocho años y se sentía...extraño. Estaba esperando por la señal de Derek y sentía su pulso acelerarse con los minutos. 
                          
Hasta que el mensaje llegó.
                          
Número Desconocido:: "Te va bien esa camiseta" 
                          
Sonrió y observó fuera de la ventana pero no vio a Derek y revisó el mensaje nuevamente viendo que era del número desconocido. Negó y abrió la ventana sacando medio cuerpo.
                          
-¡Deja de jugar ya!- dijo bajito pero no hubo respuesta.
                          
Recibió otro mensaje y lo revisó, ésta vez sí era de Derek.
                          
"En la puerta"
                          
Respiró profundo y le envió un pulgar arriba antes de observarse por última vez al espejo y bajar las escaleras. Su padre estaba con una cerveza en la mano viendo un juego en el televisor. No le prestó mucha atención así que Stiles avanzar hasta la puerta y abrirla.
                          
Derek se encontraba ahí vestido...como siempre, aunque estaba más atractivo ya que se había sacado por completo la barba y el castaño no pudo contenerse y lo primero que hizo fue acariciarle el mentón.
                          
-Lo siento...- dijo rápidamente apartando la mano. Derek rió y se acercó a él despacio.
                          
-Buenas noches- saludó mirándole los labios, cosa que Stiles encontraba siempre muy sexy. 
                          
Sonrió y le quitó las manos de los bolsillos del pantalón para entrelazar sus dedos.
                          
-Buenas noches- repitió y respiró profundo -¿Seguro que tenemos que hacer esto? No es como si...-
                          
-Tranquilo, solo hablaremos con él- le tranquilizó y besó su frente –Me gusta esa camiseta- le dijo luego y Stiles bajó la vista a la remera gris con un mandala con forma de lobo en medio. 
                          
-Ya me lo dijiste- murmuró metiéndole dentro y cerrando la puerta.
                          
-No, aún no te lo dije- replicó Derek con el ceño fruncido.
                          
-¿Por qué tanto alboroto?- preguntó Noah mirándoles desde el pasillo, iba por otra botella de cerveza justo cuando ellos ingresaron. Stiles le apretó la mano que aun tenían juntas y sonrió sin despegar los labios.
                          
-Queremos...hablar contigo- le dijo y el mayor levantó ambas cejas. Derek miró fijamente al sheriff y éste hizo lo mismo durante unos segundos, y luego volteó yendo a la cocina. 
                          
Stiles miró a Derek sin entender y éste simplemente le guió a la sala donde se sentaron juntos en el sofá, sin soltarse de las manos esperaron en silencio hasta que Noah volviera a aparecer. 
                          
Luego de un par de minutos él volvió con otra cerveza en mano y se sentó frente a ellos apagando el televisor.
                          
-Pareciera que me van a decir que se casaron a escondidas o que estás embarazado- musitó el mayor y Stiles soltó una pequeña risita ya que la primera opción era tan imposible como la primera. 
                          
Se relamió los labios y miró a Derek quien parecía tan sereno como siempre. 
                          
-Sheriff...-
                          
-Puedes llamarme Noah muchacho- interrumpió éste
                          
-Señor- dijo de nuevo el moreno –Antes que nada quisiera pedirle disculpas por faltarle al respeto a usted y a su casa- dijo firmemente, Noah asintió y el pecho de Stiles se hinchó de orgullo –Luego quisiera que...aceptara nuestra relación- murmuró y Stiles frunció el ceño. 
                          
Eso no era parte del plan. No era lo que iba a pedir. Se supone que solo pedirían permiso para pasar esa noche juntos ya que querían recibir su cumpleaños juntos. ¡Aborta Hale!