Capítulo 14

                                    

                                          
CAPÍTULO 14
                          
Alrededor de las cinco de la mañana o cosa así Jon escuchó como alguien se acercaba con paso cansado hasta el cuarto y en él apareció Damian quitándose conforme se adentraba el traje de Batman y desplomándose en la cama 
                          
– Hola – saludó al joven Wayne y este solo gruñó a modo de saludo – ¿y esto? – preguntó asustado al darse cuenta de que Damian tenía vendada la cabeza – ¿qué ha pasado? Si te has dado un golpe en la cabeza no deberías dormirte – dijo apurado y muy preocupado
                          
– Son solo unos cortes con cristal, lo que pasa es que Grayson no sabe curar de otra manera, déjame dormir – pidió cansado después de una larga noche en busca del Profesor Pyg.
                          
El del pelo revuelto le miró preocupado pero decidió creerle después de haberle mirado por dentro y ver que no había ninguna rotura. Se volvió a tumbar a su lado e hizo ademán de querer abrazarlo pero no estaba seguro si hacerlo después de la charla que tuvieron en la sala de cine. Damian vio sus intenciones y que parecía que no las iba a cumplir así que chasqueó la lengua y fue él quien lo abrazó sorprendiendo bastante al chico pero después sonrió, le correspondió el abrazo y le dio un pequeño beso en la zona vendada antes de volver a dormir.
                          
Un par de horas más tarde y con el sol en su esplendor, aunque no lo podían notar del todo por las cortinas oscuras. Jon ya estaba despierto contemplando al dormido que todavía le abrazaba, era la primera vez que lo veía tan calmado y sin su característico ceño y labios fruncidos parecía hasta más joven así. Escuchó su respiración tranquila y profunda y sus pulsaciones que le parecía música para sus oídos.
                          
Con una gran sonrisa se estrechó un poco más a él y sonrió empezando a darle suaves besos en la cara que poco a poco lo despertaron 
                          
– Buenos días – le dio un breve beso en los labios. Damian entornó los ojos cansado y estirándose para desperezarse 
                          
– ¿Qué hora es? – preguntó con voz ronca atusándose los ojos
                          
– Las doce
                          
El petirrojo se volvió a estirar por última vez y miró a Jon que parecía contento, no se explicaba cómo podía estar así tan temprano, al menos para él era muy temprano, pero lo entendió y se sintió de la misma manera; era la primera vez que despertaban juntos.
                          
– ¿Cómo te has hecho esa herida? – preguntó tocándole la cabeza
                          
– Un mal golpe, no es nada, él acabó mucho peor – se rieron los dos.
                          
Le acarició la mejilla y le dio un beso de buenos días también y Jon se puso sobre él dándole otro beso que no tardó de subir de intensidad
                          
– ¿Quieres hacerlo ahora? – preguntó Robin cuando se separaron del beso para tomar aire – ¿no prefieres desayunar o algo? – preguntó, no es que no le gustara estar con Jon pero si tenía que ser sincero la parte de la penetración no le entusiasmó
                          
– No – dijo empezando a tocarle recapitulando todos los consejos que leyó anoche empezando por darle besos por el cuello y a acariciarle en los pezones los cuales los pellizcó y a estimuló viendo como Damian cerraba los ojos con fuerza como si no le gustara dejándole un poco descolocado. No lo entendía, en varias páginas decían que era un buen punto, hasta él mismo podía confirmarlo pero parecía que para Damian no era el mejor sitio
                          
– Damian – le dio un casto beso en los labios e hizo que lo mirara sonrojándose por lo que iba a decir – dime lo que te gusta y lo que no
                          
– ¿Lo dices por ayer? – suspiró posicionándose sobre sus codos para mirarle – no te preocupes... estuvo... bien – mintió para no herirle