Muy borracho

                                    

                                          
¿Doble publicación hoy? ¡¿Qué me sucede?!
                          
¡Y lo que le costó conseguir que su amiga pasara por él tan temprano! Una semana completa de comprarle el almuerzo en el instituto. Bendita mujer.
                          
Salió de su casa sin decir nada y fue hasta el auto de ella, subió y sonrió.
                          
-¿Puedes al menos aparentar estar feliz de verme?- pidió y ella fingió una sonrisa mientras aceleraba y entonces volteó de nuevo poniéndose seria –Gracias...-murmuró y Lydia rodó los ojos
                          
-Ya, cuéntame qué sucede- le dijo y Stiles mostró una mueca y sus ojos miel se bañaron en lágrimas a los pocos segundos –Oh cariño...-susurró y detuvo el vehículo en un cruce, se quitó el cinturón y abrazó a su amigo dejando que se desahogara -¿Qué sucedió?- preguntó y Stiles negó en su cuello –Vamos cuéntamelo- pidió y el castaño se alejó limpiándose las lágrimas con las manos y respiró varias veces antes de comenzar a hablar.
                          
Se lo contó todo, incluso lo que habían hecho en el bosque la semana pasada, le contó que Derek le llevó sobre su espalda los dos kilómetros enteros que faltaban para llegar a casa, le contó lo que le compró de desayunar al día siguiente, le dijo que se quedaron hablando hasta tarde el domingo, que le dijo que quería llevarle a la casa del lago de nuevo en verano, que él había disfrutado de cada encuentro con el mayor.
                          
Le contó incluso que el miércoles Derek le prometió una sorpresa por su cumpleaños. ¡¿Cómo diablos pretendía contarle todo aquello y no llorar en el transcurso?! 
                          
Le mencionó que el jueves en la noche Derek se coló a su cuarto y durmió con él hasta la madrugada, y entonces le dijo lo sucedido el viernes en la mañana, le dijo que el mayor no se había comunicado en todo el día y que se enteró de lo que le sucedió a Cora gracias a su padre, le contó de Liam, le contó que el ojiverde se metió a su casa de nuevo en la noche y durmió a su lado y que se sintió malditamente bien despertar de la manera en que lo hizo.
                          
Terminó el relato contándole la discusión que tuvieron, diciéndole que le dolía el hecho de que Derek ni siquiera le haya dicho que lo suyo no era solo sexo. Lloró de nuevo y Lydia le dejó hacerlo, le tendió un par de pañuelitos desechables que tenía en la cartera y dejó que llorara todo lo que quisiera, que lo sacara todo. ¿Eso era lo mejor, verdad?
                          
Luego de un par de horas, Stiles se logró calmar y se quedó viendo el clima nublado y cerrado fuera del auto. Lydia encendió la radio y le tomó de la mano.
                          
-¿Y qué piensas hacer ahora?- le preguntó
                          
-Quiero vengarme, quiero...que sienta lo que yo sentí- susurró –No quiero hacerle daño, no...solo...quiero que sienta lo que es...ver a esa persona con alguien más, quiero que se altere como yo lo hice, que le apriete el pecho, que...-
                          
-Stiles ¿te parece realmente una buena idea?- preguntó sorprendida de ver a su amigo en ese plan
                          
-Sí, es lo que voy a hacer, Derek puede ser un dominante pero yo no nací siendo sumiso, fuera de ese maldito rol tengo una vida, un carácter y dignidad- 
                          
-¿Y...cuál es tu plan?- preguntó y Stiles sonrió
                          
-¿Te apetece hacer una fiesta?- preguntó y la pelirroja le miró confundida –Ésta noche, en mi casa- soltó y tomó su teléfono, tenía algunos mensajes de Derek y llamadas pero decidió ignorarlos. Escribió en el grupo del instituto, en el grupo de la clases de refuerzo de química, y a Jackson para que invitara al equipo –Bebidas gratis, música, luces apagadas... ¿Qué puede ser mejor?- preguntó sonriendo y Lydia le miró sorprendida.
                          
Stiles le habló a su papá y le dijo que ya tenía lo que quería por su cumpleaños, le habló de la fiesta y no dejó que se negara, le dijo incluso que se iría de la casa si lo hacía y el sheriff no pudo hacer más que aceptar y amenazarle con castrarle si hacían algún daño a la construcción.