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-No voy a felicitarte todavía.- Aclaró Jihoon de pronto. -No hasta que puedas mantenerte en pie sin apoyarte en nada... Entonces, te habrás graduado de la silla de ruedas. ¡Y serás un bípedo hecho y derecho!

Mingyu era quien más quería estar en pie pero no sintió que el otro se haya burlado de su esfuerzo, así que conservó ésas palabras en su corazón. Volvería a levantarse y le demostraría a Jihoon que era capaz de lograr cosas impensadas, incluso lo de ser modelo. 

Deseaba preguntarle algo, pero temía ofenderle. No obstante ¿que otra oportunidad iba a presentarse? Sus inquietudes eran más fuertes que cualquier tipo de prudencia. Por lo general no le pedía consejos, aún así necesitaba su palabra y, antes que nada, su aprobación.

-Jihoon, yo quiero ser arquitecto... ¿recuerdas?

-Si, lo recuerdo...

Mingyu tomó aire, inseguro acerca de cómo expresar lo siguiente.
-Si me interiorizo en el modelaje, ¿no es como traicionar mi meta final? ¿Qué tal si no puedo dejarlo... después?

-¿Quieres mi opinión?- Pregunta el chico, dedicándole una de sus sonrisas más tiernas, ésas que lo desarmaban por completo. Mingyu asintió y toma su mano otra vez.- De acuerdo...- Comienza, articulando lento para que el otro capte cada una de sus palabras.- La vida es corta y aburrida para hacer sólo una cosa. Si es posible, prueba muchos enfoques, toma otros caminos, explora... Existe en el mundo muy poca gente que alcanza sus objetivos, sus sueños, sus metas. Quienes lo logran de jóvenes, tienen que dedicar el resto de su vida a ello... ¿Quieres algo así o prefieres que sea en el momento correcto más adelante?

-En el momento correcto...- Contesta Mingyu mecánicamente.- Pero... ¿y si el momento correcto no llega sino hasta que sea muy viejo? ¿Y si tengo ganas de rendirme como por la mitad?

-Si te rindes, no está mal. Siempre puedes levantarte... ¿No permaneciste años en casa sin esperanzas de volver a caminar?- Mingyu asiente lagrimeando. Parecía que Jihoon era el único que conectaba con ésa parte sensible suya, un aspecto temerario y puramente humano. A través de sus ojos, Jihoon contemplaba con osadía todo lo bueno que existía en su interior y que él desconocía.- Haz muchas cosas y, si es posible, se el mejor en todo lo que hagas... Pero no me refiero a que lo hagas mejor que los demás, supérate a ti mismo y sobre todo... no abandones las cosas en las que crees.

Mingyu hizo silencio y aprovechó a limpiarse la cara empapada. La última vez que hablaron de las metas (sus conversaciones frecuentes eran sobre metas) Jihoon le confesó avergonzado que su meta actual era sobrevivir y era una meta extremadamente difícil incluso viviendo en la clínica. Pero él conocía cual era su verdadero sueño, la meta definitiva en su existencia: Ir a Liverpool y tocar en violín en Cavern Club

De algún modo la esencia de Jihoon empezaba y terminaba en ése lejano sitio, siempre fue así. 

-Cuando ahorre mucho más dinero, te llevaré a Liverpool.

-¿En serio?- Jihoon no le preguntó cómo harían ni cuando sería, tampoco se ofendió o le puso incómodo diciendo que jamás podría aceptar un regalo tan sacrificado y costoso.- Mingyu...- Añade al cabo de un silencio.

-Dime... 

-Sobrevive.

-¿Eh?

-Primero, tienes que caminar. Después, tienes que ser modelo...- Enumera, apretando su mano fuerte.- Pero, mientras tanto, intenta sobrevivir...

-De acuerdo.

-No accedas tan rápido...- Le reprocha Jihoon con el ceño fruncido.- Es muy difícil sobrevivir.

Mingyu suelta una carcajada, se sentía más ligero y más ansioso que nunca. El futuro era brillante, porque Jihoon lo amaba.- Perdón...

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora