Epílogo

                                    

                                          
Sip, es mi sobrino 😜😍🐇👦
                          
Había poca gente, solos sus familias y unos cuantos amigos. En total, menos de cincuenta personas. ZiTao había estado en cumpleaños infantiles con más invitados.
                          
Iba vestido de blanco porque así debía ser, pero el traje no era ni ostentoso ni recargado, sino uno sencillo. ZhongDa y Jessica y eran los únicos padrinos y estaban muy elegantes y etéreo trajes de azul plateado.
                          
Krystal y ZhongRen ejercieron de testigos, pero la diferencia no le importó a nadie excepto al fotógrafo, que no paraba de protestar diciendo que las fotos iban a quedar asimétricas.
                          
Ren se había reído cuando Tao le pidió que les dejara el estudio para la boda, pero él había organizado suficientes fiestas allí y era donde se sentía más cómodo. A la familia Huang le había costado un poco aceptar que no quisiera casarse en la catedral con la mitad de China como invitados, sobre todo porque esa gente había estado murmurando entre dientes porque se casaba con alguien ajeno a la manada.
                          
Además, le hacía ilusión pronunciar sus votos en el mismo sitio en el que había admitido por primera vez en voz alta que amaba a YiFan.
                          
Así que la boda fue tal y como él quería: pocos invitados, flores sencillas y la comida favorita de su ahora marido. La comida era lo único que el mayor había pedido. YiFan quería fugarse a Las Vegas, y cuando ZiTao le quitó la idea de la cabeza, pidió encargase del menú.
                          
A Tao le dolían las mejillas de tanto sonreír, pero no eran sonrisas falsas. Sencillamente, era feliz.
                          
YiFan estaba hablando en un sofá con su hermano, pero cuando se unió a ellos, se excusó y se fue despidiéndose con un abrazo a su nuevo cuñado. Él se apoyó contra el ancho pecho de su marido y suspiró.
                          
- ¿Todo bien? - el mayor acarició su espalda apoyando su barbilla sobre su cabeza, aspirando el dulce olor que el menor desprendía.
                          
- Todo perfecto. Solo quería descansar un momento los pies.
                          
- De los dos, tu haz caminado más - murmuró  -. ¿Por qué no te lo quitas?
                          
Tao extendió una pierna para examinar los zapatos.
                          
- Es que son preciosos y me gustan. Pero tengo unos más cómodos en el despacho de Ren - respondió sonrojado.
                          
YiFan le tomó la mano y entrelazó los dedos con los suyos.
                          
- Tu abuela no está contenta.
                          
- Soy el primer Huang que no se casa en la catedral en los últimos cien años. Por supuesto que no está contenta. No está convencida de que esta boda sea legítima.
                          
YiFan suspiró. En aquel momento se detuvo la música de fondo y las conversaciones y ZiTao miró a su alrededor.
                          
- ¿Qué pasa?
                          
En respuesta a su pregunta, vio a Da sentado frente al piano con Ren a su lado cargando a su hija, EunHee.

                          
YiFan se levantó y le ofreció la mano.
                          
- ¿Te duelen mucho los pies?
                          
- No tanto.
                          
- Bien. Porque se supone que ahora tenemos que bailar.
                          
Tao se dejó guiar por YiFan al centro de la sala mientras da tocaba los primeros acordes de una de sus canciones. Como siempre, se sintió bien refugiándose en el pecho de YiFan. Sintió el latido de su corazón y aspiró su aroma.
                          
- Recuerda siempre este momento perfecto, tú, yo, y la magia de este día - cantó Da.
                          
Tao no podía imaginar un momento más perfecto.
                          
- Hoy te entregó mi corazón - afirmó YiFan haciendo que alzara la vista.
                          
- Yo te lo entregué hace ya un tiempo - ahora era turno de que el alto sonriera.
                          
- Lo sé. Te lo digo solo para que sea legítimo. Te amo, Wu ZiTao. Te amo demasiado.
                          
- Me gusta como suena eso - se acercó a su boca y dejó un besó cortó en sus labios, después de volver a su lugar, chasquendo la lengua.
                          
- ¿Qué pasa?
                          
- Me molesta un poco no recordar nuestra primera noche juntos.
                          
- Tendrás que confiar en mí cuando te digo que no fue la mejor de todas. Las que recuerdas son mucho mejores.
                          
- ¿Y qué me dices de esta noche? - YiFan lo miró de un modo que lo derritió.
                          
- Oh, esta noche va a ser increíble. Desde luego, una noche para recordar. ¿Estás dispuesto a lo que sea? 
                          
- ¿Me tomas el pelo? Tal vez ahora me apellide Wu , pero sigo siendo un Huang, y los Huang aman los retos - Tao lo beso nuevamente -. Aunque te amo a ti más que a ningún reto.
                          
Fin.