We're on easy street
And it feels so sweet
Cause the world Is but a treat
When you're on easy streetNo había ninguna calle fácil, el mundo no era un regalo y nada se sentía dulce.
Qué desquicio de canción, Lucy solo podía pensar quien era el maldito enfermo mental que eligió esa canción para molestarlos día y noche. Mataría al idiota que colocaba esa canción.
La música comenzó de golpe, habían tenido al menos unos siete minutos de paz y poder dormitar, pero se acabó en aquel instante, Lucy hizo un puño con su mano y golpeó el suelo. Se reincorporo pues estaba acostada en el suelo, igual que Daryl, ambos se sentaron apoyándose en la pared, cada uno al lado de la puerta.
Tal vez llevaban tres días metidos allí y habían sido los peores tres días y se avecinan peores, los habían metido en un cuarto del tamaño de un armario, a oscuras solo con un poco de luz que se filtraba por la rendija de al lado de la puerta.
Ni Lucy ni Daryl hablaban, desde que habían llegado solo compartían algunas palabras, pero nada fuera de ¿Cómo está tu herida? Pues afortunadamente a los salvadores se les ablando el corazón y a ambos los curaron de sus respectivas heridas.
Negan había dicho que no le haría eso a una mujer si no es que se lo mereciera y a sus ojos Lucy se merecía eso, se merecía estar en el agujero con un piyama apestoso comiendo comida para perro y sin ningún líquido.
Ambos, desde que llegaron les dieron piyama con una A marcada en color naranja, se debatió en si dejar a ambos en un mismo cuarto o ponerlos por separado, pero al final fue Negan quien dijo la última palabra pues se merecían compañía.
La puerta se abrió dejando ver a Dwight con dos platos en manos, tanto Lucy como Daryl tomaron de mala gana el emparedado con comida para perro, el rubio azoto la puerta y ambos se dispusieron a comer, asqueroso y repugnante.
Mínimo nos hubieran dado croquetas. – pensó Lucy.
Solo transcurrieron algunos minutos hasta que Dixon se levantó y comenzó a golpear la puerta, dándole fuertes patadas.
—¿Es en serio? — pregunto Lucy y se levantó con la mano en la pierna de la herida de bala, se apoyó en el mismo muro y solo sintió el retumbar en la pared cada que Daryl daba una patada.
—Tenemos que salir de aquí. — acto seguido volvió a patear la puerta, desesperado, una y otra vez. Lucy suspiro y se colocó a un lado de él y, con su hombro golpeo la puerta al mismo tiempo que Daryl, este la miro, tal vez sin comprender por qué lo hacía, ya que parecía que la pecosa se había resignado a estar allí.
—¿Qué? — pregunto ella — Igual quiero salir de aquí, trabajo en equipo ¿no?
Siguieron golpeando la puerta.
***
Error número uno: Golpear la puerta. Lucy se sobaba el hombro pues si le dolía después de tantos golpes contra la puerta que jamás se abrió.
Error número dos: Vivir.
La pecosa miraba a Daryl pues ahora estaban frente a frente, el con la mirada clavada al suelo y ella observándolo pues le quería hablar, quería saber cómo estaba, como se sentía y que pasaba por su cabeza, necesitaba hablar, pero él no parecía el tipo de persona que le contaba a todos con facilidad de su vida o, de cómo se sentían.
—¿Estas mejor de la herida? — pregunto ella, pero era la misma pregunta ya ambigua y redundante que se hacían al menos dos veces por día, solo lo observo asentir con la cabeza.
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What we lost |Daryl Dixon|
FanfictionA Lucy le gustan los libros, los cuentos y poemas, tanto así que decidió escribir su propio final. ¿Todos tenemos lo que merecemos? A aquella chica de ojos verdes la esperanza le fue pisoteada, la piedad arrebatada y la libertad arrancada, por un ho...