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-Dijeron que tendría que rehabilitarme dos meses aunque sea... ¿A ti cuanto te queda?

Mingyu no quería hacerle caso, pero Wonwoo se había acercado para conversar con él como hizo desde que llegó al gimnasio una semana atrás. Según le contó, el joven sufrió una lesión en el codo jugando squash con sus amigos. Al parecer, ninguno de los otros pacientes que entrenaban (o los profesores) querían mantener una conversación con él. Wonwoo era un poco arrogante y trataba a la gente de inútiles, por algún motivo (probablemente que le haya ayudado el primer día), Mingyu era el único con él cual se llevaba más o menos bien.

-No lo se, seis meses más... 

 Mingyu, sentado sobre la máquina que más le gustaba, se detuvo para tomar un trago de agua. Ya lograba levantar casi tres kilogramos con sus piernas.

-Si sigues esforzándote tanto tus piernas romperán esa máquina, Mingyu.- El aludido le mira muy serio.- Escuché a uno de los profesores llamarte así... Es injusto que sólo tú conozcas mi nombre...

-Deberías entrenar, el gimnasio no es para estar charlando.

Los ojos de Wonwoo se abrieron y sus pupilas brillaron como esferas luminosas.
-Buena idea, charlemos después del entrenamiento... Escuché que hay una muy buena cafetería cerca de aquí, hacen pastel helado del sabor que...

-No...- Le rechaza Mingyu, quien volvió a recostarse y continuó con el entrenamiento.

Pero Wonwoo era una piedra en el zapato. Al finalizar sus sesiones, Mingyu se dio cuenta que ya no podía pasear por el pintoresco Itaewon sin que el otro le siga como si fuesen cercanos. 

En público, Wonwoo era realmente desagradable, decía muchas malas palabras, hablaba demasiado alto y creía que se las sabía todas.
Hasta el momento en que lo conoció, no se preguntó con frecuencia cómo eran los jóvenes actualmente. Mingyu pasó mucho por su vida, tuvo un accidente y estuvo muchos años sin salir de casa, aquello le dio una personalidad desconfiada y cauta frente a los extraños, pero también una visión reflexiva de la vida como tal. Wonwoo era un imbécil tres años mayor que él.

-¿Cuánto tiempo tendrás que usar ése andador, Mingyu? Pareces un Transformer...

-Todavía no me siento confiado para caminar...

-Dios, eres tan complicado.

Para Wonwoo todo era complicado. Él veía algo y lo tomaba. Pensaba algo y lo decía. Siempre expresaba su opinión, aunque fuese tomada mal.

-Estuve en una silla de ruedas diez años.

Mingyu se detuvo frente a un puesto callejero de la peatonal. Había playeras de todo tipo, una de ellas llamó su atención.

-¿En serio?

-Si... El auto en donde iba con mi padre volcó. 

-¿Tu padre murió?

-No.

Wonwoo se quedó callado, permaneció a su lado mirando las playeras junto a él. De pronto señaló una de ellas, justo la que Mingyu había estado mirando detenidamente.

-Los Beatles...- Wonwoo echó una risa burlona.- ¿Quien querría eso, amigo? Ya pasó de moda...

Mingyu apretó las manos en la barra de su andador y continuó la marcha, dejando al otro atrás.

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora