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Un nuevo día, la luz de la mañana entraba a través de la ventana del cuarto del omega que descansaba cómodamente

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Un nuevo día, la luz de la mañana entraba a través de la ventana del cuarto del omega que descansaba cómodamente.

Aunque si somos sinceros, el pequeño omega estaba un poco desvelado, debido a que había estado platicando hasta tarde con su querido amigo Hoseok, quien le había reclamado por no haber constestado su mensaje y claro que el omega se disculpó por ello, aunque si bien eso le costaría una malteada; según su amigo, entre su divertida platica, Yoongi se había quedado dormido.

El omega soltó un pequeño gruñido al escuchar como unos golpes en su puerta lograban despertarlo, con pereza se levantó y con un puchero abrió la puerta.

─¿Qué sucede?.─Bostezó a lo cual el mayor soltó una risita.

─Baja un momento Yoon.─Sin reprochar o cuestionar el porque, salió de su habitación y aún un poco dormido empezó a seguír a su mayor, él pensaba que tal vez quería que los dos despidieran al alfa, como siempre lo suelen hacer cuando el moreno se tiene que ír a trabajar.

Tallando sus gatunos ojos volvió a bostezar, aún estaba un poco adormilado y realmente quería volver a su cómoda cama.

─Dios, Yoonie, te ves tan adorable.─El mencionado abrió de golpe sus ojos al ver y escuchar al tierno alfa, en un par de segundos el sueño que tenía desapareció, más bien lo que ahora mismo tenia era vergüenza.

Yoongi estaba cien por ciento seguro que ahora mismo estaba rojo hasta las orejas y solo por unas tres simples razones:

Uno:Estaba despeinado.
Dos:Estaba sin maquillaje y recién levantado.
Tres: ¡Estaba en su pijama de Kumamon!

─Yoonie~, te vez muy lindo.─Yoongi salió de sus pensamientos al escuchar la dulce voz del alfa y realmente se sosprendió al lo cerca que estaban él y Jimin.

No sabía ni en que momento el pelirosa lo había sujetado de su cintura mientras acariciaba su mejilla.

─J-Jimin... ¿Qué haces aquí?.─El alfa lo sujetó aun más de su cintura, lo observó con el ceño fruncido y con un gran puchero.

─Vine para poder seguir con las clases de matemáticas y a que pasemos juntos el fin de semana, pero veo que no te agradó la idea.─Habló como un niño regañado.

─N-No es eso, pero me hubieras avisado para arreglarme.─Jimin sonrió y volvió acariciar el rostro del omega.

─Así te ves muy bien, además, puedo apreciar estas lindas pequitas que nunca había visto.─Mencionó tocando con su dedo índice los lugares donde se encontraba las pequeñas pecas.─Y dios, te ves tan adorable con tu pijama de oso.─Yoongi se separó de golpe y cruzó sus brazos y bueno, ahora él era el que tenía un gran puchero.

─No es un "isi", se llama Kumamon y es hermoso.─El alfa soltó unas risitas ante aquello.

Muy bien, ahora había aprendido que no debía meterse con ese oso y si lo llegaba hacer su omega lo mataría con la mirada.

Mi tierno alfa. «Jimsu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora