"Indicios y errores"

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Capítulo XV

Ella estaba recargada sobre mi hombro mientras yo le acariciaba su cabello. Tenía a Scarlet dormida sobre mi regazo y lo único en lo que podía pensar es que eran las mujeres más bellas que podría imaginar. Mi hermana con todo el encanto de mi madre y Mariela con lo suyo. Me sentía mal y confundido por haberme comportado de tal manera con ella y peor aún, coqueteando con Marinette. Ni siquiera puedo saber por qué lo hacía y pienso que es tonto sentirme así pues Mariela y yo no tenemos nada formal, no al menos aún.

Me pondría a pensar en una buena declaración para que ella me diera el "sí", pero son demasiadas cosas las que tengo que procesar que me es imposible. Tendrá que esperar, pero no será mucho, eso es seguro.

Miro regresar a Sabine de la estancia, espero que traiga buenas noticias. Por otra parte, pienso en que deberían ir a descansar, al igual que mi hermana y Mariela. Me exalté suavemente cuando ella se separó de mí y me mira algo somnolienta, creo que se estaba quedando dormida.

—Ya vengo... —me dice mientras saca su celular— debo responder.

Algo me hace pensar que no quiere hacerlo, pero necesita dar señales de vida. Asiento mientras ella camina lejos de mí para atender y la otra azabache por el contrario se acerca.

—Pues las cosas con tu padre no parecen estar avanzando —me dice Sabine y lo único que se forma en mi expresión es una mueca—. Pasarán las veinticuatro horas y están en decisión si alargar el proceso aquí o llevarlo a reclusión.

—¿Mi padre estará en prisión?

—Algo así, querido. No propiamente como un delincuente, pero aún no se comprueba lo contrario así que... —alza los hombros y me peina el cabello lo que me hace suspirar de cansancio—. Debes descansar, has estado aquí todo el día. Debes ir a la escuela también y distraerte un poco de este lugar, no es nada lindo.

Asiento, pero no puedo aceptar. Debo estar con mi padre.

—Muchas gracias Sabine —agradecí amable— pero al menos hoy me quedaré.

Ella ríe suavemente y asiente. Respetó mi decisión.

—Lo que sí quería saber es que... ¿podrían llevarse a Scarlet? Sé que Nathalie la llevaría a casa, pero no me gustaría que ella estuviera sola en un lugar tan grande...

Tal vez estoy pidiendo demasiado, pero no sé a quién más acudir. Chloé no ha venido en todo el día y algo me hace dudar que lo hará, quiero decir, al final de cuentas, no hemos estado bien en las últimas semanas. Qué doloroso, ¿no es así? Es de esos momentos en los que descubres a las personas con las que cuentas realmente.

—Claro cariño, con gusto —me dice Sabine para llamar a Tom que está jugando con Marinette. Me temo que le debo una disculpa por haberla dejado como si nada y no haber regresado a explicarle.

Su esposo se acerca con la chica y me muerdo el labio mirando a la oriental en frente de mí.

—Sabine... otro favor —suplico— es...sobre mi amiga.

Ella me parpadea varias veces y ríe de esa forma que me pone nerviosa. Oh vamos...

—Ella... tiene problemas en casa y se ha escapado, iba a dormir en mi casa, pero... la verdad me gustaría que estuviera con ustedes, me sentiría más seguro y sabría que está a salvo.

Sabine dirigió su mirada discretamente a Mariela que atendía el teléfono. Parecía estar algo exasperada, no fue hasta que Tom le tomó del hombro que despegó su mirada, exaltándose, cosa que nos llamó la atención de todos.

La Chica del ParaguasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora