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Jihoon se encontraba sentado desde la cama, con una mesa plegable sobre sus piernas y la computadora portátil encima, arrojandole luz de lleno.

Tenía la mitad de su cara cubierta con una especie de unguento amarillo y los brazos vendados.

-¿Mingyu...?

Mingyu quedó callado, ahora que había llegado hasta allí, todo éso de ir a visitarlo, le pareció la estupidez más grande jamás. Ése lugar era el refugio temporal de Jihoon y sintió que estaba invadiéndolo. Ni siquiera podía mirarlo a la cara.

-Tu hermano...- Balbuceó como un imbécil, tomando la bolsa depositada sobre su regazo.- Me dio ésto, un cargador para la computadora portátil...

-¿Ahora eres el servicio de correo de Seokmin?- Interrogó Jihoon, con ésa soltura tan propia de él. Una mano vendada tomó la bolsa con más firmeza de la que hubiese esperado.- Gracias... Y ¿hola?

-Hola...- Le saludó Mingyu. Era todo tan malditamente incómodo.- Tiempo sin verte...

-Luzco aterrador, ¿cierto? Estoy lleno de escamas...- Hasta sonaba orgulloso.- Dijeron que podré irme en cuanto se asiente.

-Entiendo...

Mingyu se atrevió a subir los ojos y volver a mirarle, apenas lo hizo, Jihoon golpeó la mesita frente a él con la palma y dijo '¡Bu!', sorprendiéndole de lleno. Algo en su expresión hizo a Jihoon reír a carcajadas.

-¿A que sí me veo aterrador?- Preguntó, intentando recuperarse del ataque de risa. Al final le dio tos y tuvo que parar.

Al oírle reír, Mingyu experimentó la revelación de su vida: Jihoon nunca iba a ser aterrador. Ni siquiera el unguento le hacía feo, sólo un poco chistoso.

-Sí, te ves aterrador...- Miente, porque lo creyó necesario.- ¿Duele?

-Si, duele.- Contestó.

-Oye... Yo...

-Si viniste a pedir perdón, te sugiero que no lo hagas, Mingyu. Nadie tuvo la culpa, además nosotros somos...

-Gracias...- Le interrumpió Mingyu.

Fue el gracias más sincero que dijo en su vida y supo que Jihoon se dio cuenta de ello también. Le contemplaba de un modo difícil de describir. Jihoon era cálido como el sol.

-¿Te cuento un secreto, Mingyu?

-Hazlo.

-El beso que nos dimos, fue mi primer beso.

De pronto, el diseño en la cortina le resultó a Mingyu muy interesante para analizarlo detenidamente.
-Ya veo...

-¿'Ya veo'?- Bufó Jihoon.- ¿Ésa es tu respuesta? Te entregué mi primer beso... Al menos dime que soy un buen besador o algo así...

-Era también mi primer beso...- Seguía sin verlo.- No tengo con quien comparar.

Jihoon echó a reír de nuevo.
-A mi si me gustó... He leído mucho sobre besos, pero estuvo bien, ¿no crees? Como algo a lo que uno podría acostumbrarse fácil...

-Yo también leí sobre besos...- Confesó Mingyu, sintiendo sus orejas arder. La palabra 'beso' surgía con tanta naturalidad que le asustaba y lo emocionaba a la vez.- Es algo que las personas normales hace todo el tiempo...

-Pero Mingyu, nosotros no somos personas normales.

Él tenía un punto.

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora