Extra#4 Aileen&Duke

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*—Deberías disimular, ¿sabes? Podría darse cuenta de que estás locamente enamorada de él.—la burlona voz de Shia llama mi atención, casi al instante mi entrecejo se frunce.

*—¡Yo no estoy enamorada de él!

*—Sí, claro. Y esa tonta sonrisa que tienes en los labios es de puro disgusto.—bufo al escuchar el sarcasmo teñir sus palabras.

*—No se de qué me hablas.

La suave y divertida risa de Shia se escucha como un eco en mi desastrosa mente.

*—Podrás engañar a otra persona menos a mí, te conozco mejor que tú misma Aileen. No importa lo que digas, hagas y pienses...estás perdidamente enamorada de Duke Brown.

Suspiro mentalmente, trato de controlar mi desquiciado corazón y aclarar mis pensamientos. Pero no lo estoy logrando. Y lo que menos quiero es que ella se dé cuenta la reacción de mi cuerpo ante sus palabras.

*—Estás equivocada.—trato de sonar indifetente, aunque sienta que el corazón está a punto de salirse—si eso fuera posible—de mi caja torácica. —Yo no estoy enamorada de Duke. ¿Cómo podría estarlo, cuando el siente algo por aquella estúpida humana?

Shia suspira. Casi me la puedo imaginar negando con frustración la cabeza, y regalandome el tipo de miradas que mi querida Alfa me regala casi que a diario.

*—Siguete aferrando a esa mediocre excusa. Pero tú como yo sabemos que un hombre que todos los días te llena de regalos, te invita a salir; aunque sea darle la vuelta a la mansión. Y que además te mira como si fueses su mundo, no es suficiente para darte cuenta lo que significas para él, es que estás ciega...o eres demasiado terca.

*—¡Yo no soy terca! ¡Y él no me mira de ninguna forma!

*—¿No? ¿Segura? ¿Y entonces porqué te está mirando de esa manera?

Y cierra toda conexión, después de soltar tremenda tontería. Porque es una tontería, ¿no? Es imposible que él me esté mirando de esa manera, él mismo dijo que sentía algo por aquella estúpida humana. Así que es imposible.

¿No? ¿Sí?

*—¡Maldita seas, Shia! ¿Me oyes? ¡No ayudas en nada!

—¿Aileen? ¿Estás bien?

Tomo un profunda respiración al escuchar aquella ronca voz a centímetros de mis sensibles oídos. Cierro los ojos por una milésima de segundo, mientras aguanto la respiración, pero de igual forma siento aquel delicioso aroma envolviendo mis sentidos.

Estúpido corazón. Tú y mi querida Loba no me sirven para nada.

—¿Aileen?

—Sí.—respondo un poco brusca, mi voz sale vergonzosamente ronca. —Estoy bien.

—¿Segura? No suenas muy bien.

¡Por Zeus, Hades, todos los malditos Dioses!

—Sí, Duke. Estoy bien.—y ladeo mi cabeza, pero no sé ni para qué lo hice.

Trago el repentino nudo de mi garganta en cuanto mis ojos violetas se encuentran con unos diabólicamente negros. Su atractivo rostro se encuentra demasiado cerca para mi buen estado mental, y si a eso le sumamos las tonterías que dijo Shia; es imposible controlar el torbellino de emociones que siento en este momento. Un cosquilleo empieza a subir por mi espalda, erizando los vellos de mi nuca en su proceso, mientras los músculos de mi abdomen se tensan; al ver como una de sus manos se acerca a mi rostro, rozando peligrosamente con sus nudillos mi mejilla. Aguantando la respiración, de reojo observo sus largos dedos tomar un mechón negro de mi cabello. Puedo sentir el latir fuerte y rápido de mi atolondrado corazón, que no me extrañaría que él sea capaz de escuchar, así como los otros pasajeros del avión. Con una tortuosa lentitud lleva el largo mechón hacía atrás de mi oreja, dedicando otro peligroso roce; en este caso a mi lóbulo.

Linaje: McCartney © [SIN EDITAR-ERRORES ORTOGRÁFICOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora