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Genesis - Dua Lipa (Acoustic)
                          
Camila's POV
                          
En cuanto dije esas palabras, noté un millar de mariposas recorriendo mi estómago. Acabábamos de abrir nuestros corazones con pequeñas frases que sin embargo significaban mucho. Todo acababa de comenzar. Era el inicio de algo que sería como un maratón: tedioso, cansado, largo y duro. No iba a ser fácil, ambas conocíamos las reglas del juego que nos manejaba. Alejandro, la prensa y la opinión pública nos pondría a prueba constantemente. Lauren al igual que yo sabía perfectamente que tendríamos que llevarlo todo en secreto, manejando con cuidado la situación para no desatar el caos. Yo no quería afectar la campaña presidencial de Alejandro por mucho que me doliese fingir ser la hija perfecta, tendría que seguir actuando ante todos. Le debía la vida a los Cabello y por ello siempre, siempre haría lo que fuera por ellos. Sólo daría el paso cuando Alejandro lo decidiera, cuando fuera seguro para nuestra familia hacerlo. 
                          
Y luego estaba la chica de ojos verdes que seguía abrazada a mí, a la cual no estaba dispuesta a poner bajo los ojos de las cámaras. Había visto cómo la prensa la había acosado los días posteriores al atentado del National Mall y se me había roto el corazón al observar su rostro confuso, agobiado y molesto ante las preguntas de los periodistas. Conocía a Lauren lo suficiente como para saber que adoraba el anonimato. Le encantaba sentarse en la terraza del Jauregui's, ir al parque a dibujar o tomar fotografías, revolver por las tiendas de música y pasear por la ciudad entre la multitud. Toda su vida cambiaría si saliera a la luz nuestra relación, su rutina ya no sería la misma. ¿Podría ella soportarlo? ¿Sería feliz aún así a mi lado?
                          
— ¿En qué piensas? —Inquirió ella cuando decidimos alejarnos tras llevar varios minutos abrazadas— Tienes esa mirada que pones cuando tu mente está dándole vueltas a algo.
                          
— ¿Desde cuándo sabes tanto de mí? —Sonreí intentando bromear aunque terminé soltando un suspiro al sentir sus ojos sobre mí, expectantes— Estaba pensando en lo que vendrá ahora. No será fácil.
                          
— No, no lo será. ¿Pero cuándo lo hemos tenido fácil tú y yo?
                          
— Nos gusta complicarnos la vida.
                          
— No me importa complicarme la vida si es contigo.
                          
— ¿Desde cuando eres tan cursi, Lern Jergi? —Inquirí divertida porque mi mente sólo podía repetir como un eco constante lo que acababa de decir.
                          
Lauren soltó una carcajada que sólo hizo aumentar la sensación de vértigo en mi estómago. Al reírse se apartó el pelo a un lado mientras alejaba su espalda del respaldo del banco de madera. La luz de las farolas seguía iluminando su rostro con tonos anaranjados que aportaban un aura sobrenatural a sus ojos esmeraldas.
                          
— Me estás cambiando, Canola —La morena me sacó la lengua, burlándose de mí, antes de ponerse en pie y acercarse a la barandilla de metal que delimitaba el río—. Creo que tu hora ya llegó, Cenicienta.
                          
— ¿Algún día dejarás de compararme con princesas? —Repliqué siguiéndola.
                          
— Quizás cuando dejes de ser una.
                          
Rodeé los ojos ante su respuesta según volteaba mi cuerpo, observando cómo mi equipo personal de seguridad caminaba hacia nosotras. Jake, Charlotte, Carlos e Ian llegaron demasiado rápido hasta nosotras y sólo se mantuvieron a unos escasos metros de distancia para darnos "intimidad". Era su forma de forzar una despedida entre la morena y yo. Ojalá tuviera más tiempo pero había prometido a Alejandro que estaría en casa antes de las nueve y para eso quedaban sólo veinte minutos.
                          
— Supongo que te veré pronto. —Dijo mirándome con intensidad puesto que no se atrevía acercarse a mí. Tampoco era adecuado hacerlo y ella lo sabía.