Izumo y Kotetsu habían llevado a la pequeña Navil por casi toda la aldea quien sólo veía con asombro las casas y a las personas, le gustaba la agradable sensación de tranquilidad que daba aquella villa.
Mientras buscaban un sitio para comer, Navil logró ver unos niños jugando con una pelota así que para no llamar la atención decidió observarlos detrás de un árbol, pero alguien la tomo por el brazo haciéndola girar para quedar de frente ante dicha persona.
- ¿Que haces espiando? Si quieres jugar ¿porqué no te acercas?
Navil levanta la mirada y al verlo su sorpresa es grande
*Esos ojos*
Fue lo único que pasó por la cabeza de ambos niños quienes sólo seguían mirándose con atención.
- Tus ojos son muy bonitos - Dijo la pequeña Navil con una sonrisa.
- Pero si son iguales a los tuyos- respondió aquel niño.
-¿Enserio?
- Si, ¿Qué no te has visto en un espejo o algo así?
- Pues no la verdad es que no.
El niño puso una cara de duda ante la respuesta de está niña ¿quién era Ella? Y ¿cómo es que nunca se había visto en un espejo? Esas preguntas resonaban en la mente del pequeño.
- Bueno - Dijo soltando un suspiro - ¿qué haces por aquí?
- Me mostraban la aldea y me aleje un poco.
- Ya veo - Dijo el niño mientras frotaba su frente.
- ¿Qué te ocurrió en la cabeza?- cuestionó Navil. -¿Para qué son las vendas?
El niño reaccionó con sorpresa ante lo que dijo ella, nadie le había preguntado sobre eso y no podía decir que era lo que le había pasado, así que sólo mintió.
- Fui descuidado y recibí un golpe mientras entrenaba.
- Ya veo- respondió Navil sin perder de vista el vendaje.
- Oye, no me has dicho tu nombre.
- Oh, claro soy..
Ella no pudo continuar ya que fue interrumpida por una voz que ahora le resultaba familiar.
- ¡Navil! ¡Que haces vamos es hora de comer! Izumo nos está esperando- Dijo Kotetsu - ¡Vamos date prisa!
Ella volteó para mirar a quién la llamaba y sólo asintió con una ligera sonrisa.
- Me tengo que ir- Dijo Navil al niño quien la veía con seriedad - Nos vemos luego.
Navil se alejaba entonces el niño la llamo.
-¡Oye, espera!- la llamó. -¿Por qué no te había visto antes por aquí?
La niña voltea le dedica una sonrisa y le responde; -Porque soy nueva en la aldea. Nos vemos luego- para después decir adiós con la mano y retomar su camino.
Niño.
-Vaya ¿quién sería ella? Y, ¿cómo que es nueva en la aldea?
Se hace tarde será mejor que vuelva al distrito Hyuga.
-Con que ahí estabas Neji.
*Lord Hiashi*
-Tío, no era mi intención tardar tanto en regresar a casa.
- Sabes que no hay problema siempre que avises donde estaras- habló el Tío de Neji dándole una sonrisa mientras acariciaba la cabeza de su pequeño sobrino.
- Lord Hiashi, tengo una pregunta...
Su tío miraba con atención al niño en espera de lo que diría.
-¿Que pasa Neji?
Sin embargo el niño decidió no decir nada.
- Sólo quería saber si entrenariamos de nuevo hoy- dijo el pequeño Neji con una sonrisa.
- Si así lo deseas, sólo debemos apresurarnos en llegar a casa.
Neji asintió y camino al lado de su tío y se dirigieron a casa.
Con Navil.
-Muy bien Navil, no sabemos que prefieres así que pedimos pescado, arroz, bolitas de arroz, ramen y unos dangos- decía Izumo mientras le mostraba mesa repleta a la niña.
-Y bien- habló Izumi después de un buen rato. - ¿Qué opinas de lo que elegimos?
-Creo que es demasiado- dijo Navil algo apenada.
-No te preocupes, no tienes que comerlo todo sólo prueba un poco de cada uno y elije el que te guste más- dijo Kotetsu mientras le daba un plato de comida.
Despues de probar se decidió por uno al igual de los Jounin que la acompañaban.
-Buen provecho- dijeron los tres.
Se miraron para después sonreirse.