Capítulo 15

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"Gorda" "Fea" "No sirves para nada" "Eres una mierda"... Lo único que pasa por mi mente.

Agostina Pov's

Mi despertador suena avisando que me tengo que levantar. No quería ir a la escuela, no podía enfrentarme a todas esas burlas. Pueden decirme miedosa, cobarde... Y era verdad.

-Hija, arriba -Mamá entra por la puerta de mi cuarto y se sienta al lado mío en mi cama.- ¿Estas bien? - Pregunta preocupada.

-Me duele un poco la cabeza -Mamá toca mi frente con su mano.

-Fiebre no tienes, mi amor -Dice haciendo una mueca en la cara.- Si quieres faltar...

-Nooo -Dije lo más rápido posible. Si me dirán bipolar, idiota y demás pero no quería quedarme en casa sola con Francisco. -Tal vez se me pase con una pastilla.

-Bueno si eso es lo que quieres, vístete ya es tarde. -Se levanta y se va.

Me levanto y me baño. Ya lista salgo del baño y pongo mi ropa interior, me miro al espejo y escucho un "gorda" pero no había nadie en la habitación, él reflejo en él espejo me mostraba lo fea, gorda que era. Una lágrima se deslizó por mi mejilla. ¿Nunca podría ser feliz? ¿Mi vida cambiaría algún día? Eso ya lo sabía, nunca cambiaría mi vida, siempre seré fea, gorda, solo un juguete sexual de mi padrastro y si no es de él, de mi esposo, tal vez solo eso merecía una vida que no es vida.

Hacía frío entonces decido ponerme una remera larga con un suéter color violeta, y abajo unos jeans negros sueltos. Ya había empezado él invierno, Amaba él frío, era la única época en él año en él cuál no tenía que mentir por ponerme ropa larga para ocultar mis marcas.

Salgo de mi casa sin desayunar, ya que no tenía hambre. Le había dicho a mamá que me sentía mal del estómago y dijo que estaba bien. Al llegar al instituto, todas las miradas estaban sobre mí, burlas, risas. No podía soportar todo eso, cada vez era peor. Una mano se a pollo sobre mi hombro dándome apoyo. Al ver a la persona la cual me daba fuerzas lo primero que veo es esa cabellera roja de la única amiga que tenía.

-Hey.!! No le des él gusto. -Ella sonríe y su alegría se contagia y sonrió también. -Así me gusta.

Sin más sigue caminando y yo la sigo hasta entrar al curso y me siento al lado de Katerin. Él timbre suena y entran los alumnos que faltan entrar, al último entra mi peor pesadilla... Stefani. Ella se acerca a nosotras y se burla.

-Pero miren quien si vino. -Apoya sus manos en mi mesa.- Tu sí que tienes agallas, feíta.- se burla y todos ríen.

-Stefani siéntate por favor. -El profesor entra por la puerta y todos callan.- Bueno todos callados que la clase empieza. La clase pasa normal sin más inconvenientes.

Al salir de la sala de clase, él día estaba perfecto, él cielo estaba gris avisando que en cualquier momento iba a llover. Amaba este tiempo ya que sentía que él día acompañaba mi ánimo.

(...)

Él timbre del término de clase había terminado. Nada fuera de lo normal había pasado. No había visto a Nicolás ni a Alex en toda la mañana, las burlas soló eran normal como otros días.

Pero lo que iba a pasar no me lo esperaba...

-Agos esperarme... -Siento que gritan desde lejos. Miro hacia atrás y veo a Katerin corriendo hacia mí.

Miro como corre mientras la espero en la entrada del instituto. Una mano se posa en mi muñeca y hace que gire para mirar esos ojos tan hermosos que no me cansaría de ver.

-Necesitamos hablar -Notaba que estaba nervioso.- Agos... Por favor, déjame explicarte todo. -No quería escucharlo, sé que de mi parte queda mal no dejarlo explicar lo que pasó pero tenía miedo que no sea lo que quería escuchar o peor que pasara los que había pasado ayer, ya no soportaría más burlas.

-No quiero - Dije cortante y sacándole de su agarré. Veo cómo Katerin miraba la escena intrigada.- Vámonos -La agarro del brazo y me alejo de él.

-Creo que deberías escucharlo. -Dice en reproche.

-No puedo ni quiero -Dije cortante.

Por segunda vez en él día alguien toma de mi muñeca y me gira hacía él. Pero esta vez en mi campo de visión aparecen unos ojos azules que me intimidaban.

-¿Podemos hablar? -Por primera vez él la vida, la voz de Alex al hacer esa pregunta sonó nerviosa y con miedo. Yo asiento con miedo.- ¿Quieres que te lleve a casa? -

-S-si -Mi voz sonaba nerviosa ya que lo estaba. Él nunca me había pedido algo y menos llevarme a casa.

Katerin me mira con intriga y yo solo subo mis hombros ya que no sabía muy bien lo que pasaba.

-Tú no te vas con él -Él agarre de Nicolás me toma por la muñeca por segunda vez. Trató de sacarme pero su agarre es firme y fuerte. -Necesitamos hablar Agos quieras o no me tienes que escuchar.

-No quiero... -Mi voz suena tan baja que no creo que pueda escucharme.

-Ya la escuchaste así que suéltala -Ordena él chico de ojos azules.

-Solo escucharme, después si quieres Pídeme que me aleje y lo haré.

-Ella se irá conmigo y tú no puedes impedirlo. -Dice a la defensiva Alex.

-Tu no decides por ella -Contraataca Nicolás.- ¿Con quién te iras, Agos? -Los dos posan sus miradas sobre mí.

Primero miro al chico del cual estuve enamorada desde que tengo memoria. Él chico que me había humillado toda mi vida. Él chico más guapo de todo el instituto que nunca se había fijado en mí hasta ahora.

Después mi mirada se posa en él chico que desde que llegó a mi vida la cambio por completo e hizo que mis sentimientos cambiaran de un día para otro. Que con su dulzura y alegría me había enamorado desde el primer día. Él chico que tenía mi corazón en sus manos y podía hacer con él lo que quisiera.

-Entonces Agostina con quien quieres irte -No sé en qué momento todos los alumnos del instituto miraban la escena, esperando mi respuesta.

-Yo... Eh... -No sabía qué hacer. Doy una última mirada a los dos chicos que podían destruirme en cuestión de segundos.- No... No me iré con ninguno de los dos. -Todos abren sus ojos sorprendidos, incluyendo a los dos chicos que se peleaban por mí hace segundos.

Me suelto del agarre de los dos chicos al lado mío y voy hacia Katerin.

-Nos vamos -Ella sale de su trance de sorpresa y asiente y me agarre del brazo y nos dirigimos a la salida del instituto.

-Esa es mi amiga -Aplaude por lo que hice como una niña chiquita y sonrió por eso.

La lluvia no tardó en llegar. Nunca me había sentido así, feliz y orgullosa de mí. Era la primera vez que me había en frenado a alguien sin miedo. La lluvia empapaba mi cuerpo pero no me importaba. Hoy por primera vez en mucho tiempo estaba feliz.


Cada Corte Un Dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora