Mi tía y yo decidimos esperar a que Aaron y Malia volvieran, necesitábamos la autorización del médico para irnos o que seguridad nos ayudara a impedir que August entrara de nuevo en la habitación.
Finalmente había tomado la decisión de separarme de él, por mucho miedo que tuviera y aunque me doliera, no podía seguir exponiendo mi vida de este modo.
-Ya volvimos -Malia asomó su cabeza por la puerta de la habitación -¿Podemos pasar?
-Por supuesto -dije y sonreí, aún no podía creer que ellos estuvieran aquí.
Aaron y Malia entraron y de inmediato me sentí protegida.
-Yo... Lo siento Shaily -dijo Aaron en cuanto se acercó a mi -No quise hacerte pasar un mal rato.
-No te preocupes -extendí mi mano haciendo que la tomara. -Muchas gracias por todo.
-Bien ahora tenemos que sacar a Shai de aquí -mi tía llamo nuestra atención. -No podemos esperar a que ese psicópata venga y le haga daño de nuevo.
-Tiene razón -Aaron sacó un par de papel de su chamarra y me lo mostró. -Es el parte médico, aquí señalan que tus golpes fueron provocados y no un accidente.
-Solo es necesario que hagas la denuncia Shai, en cuanto lo hagas se abrirá una investigación y serás libre. -Malia sonstenía su movil entre las manos -Ya llamé a Hannah para que nos saque de aquí en su auto.
-Yo iré con el doctor de Shai para que nos de la autorización. -Mi tía salió por la puerta.
-Tengo miedo -le dije al chico que tenía a mi lado. -No quiero que ustedes tengan alguna consecuencia por mi culpa.
-Tranquila -Aaron apretó mi mano, pero no como lo hacía August, no sentía dolor, al contrario, su tacto me transmitía toda la seguridad que necesitaba para enfrentar todo lo que venía.
-Gracias por ser el mejor amigo que alguien podría tener.
La risa de Malia nos hizo centrar la atención en ella.
-Dios, muy mal y todo pero aún puedes dejar en la Friendzone a los chicos.
Los colores subieron a las mejillas de Aaron y yo sabía que estaba igual.
-Iré por algo e café -Mi amiga abrió la puerta y de inmediato la cerró. -Olvídenlo, aquí viene el diablo.
Mi cuerpo empezó a temblar, y ¿si él sospechaba lo que estaba a punto de hacer?, y ¿si golpeaba a Aaron de nuevo?
Malia puso el seguro en la puerta.
-Shaily, haz que me abran -dijo August unos segundos de mover la manija de la puerta y que esta no abriera.
-¡Lárgate! -Malia le gritó y la puerta se sacudió -No eres bienvenido.
-Tú no tienes derecho. -gritó él de nuevo -Shaily, te vas a arrepentir si no me abres.
-Fue suficiente -Aaron se soltó de mi agarre y se encamino a la puerta, hizo a Malia a un lado y abrió. -¡¿No entiendes?! -Le gritó a mi marido -¡No te quiere ver! ¡Deja de amenazarla.
Dese mi cama solo escuchaba los gritos.
-¡Alto! -gritó otra voz desde el pasillo -¿Qué les sucede? Esto es un hospital, no un ring de box.
Cuando el otro hombre se acercó mas a la puerta me di cuenta que era el doctor que me atendía.
-Señor Blanchard -le habló y entonces en mi visión aparecieron dos figuras corpulentas. -Por favor acompañe a los caballeros, lo escoltarán hasta la salida.
-No puedo irme y dejar a mi mujer en este estado -August había regulado su tono de voz -Es el amor de mi vida, me necesita con ella.
-No son maneras de estar en un lugar como este -El doctor no cedía -Por favor retírese.
A regañadientes vi a mi marido alejarse, todos los demás entraron de nuevo en la habitación.
-Señora Blanchard -dijo el médico y yo me removí incomoda, muy pocas personas me llamaban así, también pude notar la molestia en los rostros de mis seres queridos. -Tiene autorización para salir en este momento del hospital, pero deberá permanecer en reposo absoluto.
-Se hará como diga Doctor.
-Su amigo y su tía me han puesto al tanto de su situación, así que le recomiendo permanecer en un lugar donde su marido no la buscará, al menos hasta que realice la denuncia.
-De acuerdo.
El doctor empezó a quitarme la aguja que me llevaba el suero, al parecer necesitaba algunas vitaminas, ya que mi falta de comida estaba ocasionado un poco de anemia.
Me examinó una vez mas y finalmente me dejó vestirme.
-Hannah esta afuera -dijo mi amiga -Es hora de irnos.
Mientras me vestía habíamos acordado que me quedaría en casa de Malia, si me iba con mi tía August sabría donde encontrarme y aunque hubiese sido menos probable que diera con la casa de Aaron, no me sentía cómoda yéndome con él.
-Bueno, creí que no volvería a saber de mi rubia favorita -dijo Hannah en cuanto me subí a su auto -Es un gusto verte Shai, aunque sea en estas condiciones me dda gusto saber que estas bien.
-Gracias -era la primera vez que Hannah decía algo sin sarcasmo o sin ser una broma de mal gusto.
Era hora, todos estábamos en el auto.
Así iniciaría mi nueva vida.
ESTÁS LEYENDO
DETOX
ChickLitTranquila, Amable, Sincera. Esas eran tres palabras podían describir perfectamente a Shaily Carston, una mujer que anhelaba comerse al mundo. Al menos eso era antes de que se enamorara. Eso era antes de que la obsesión la destruyera. Demos un vistaz...