11. Atrapasueños y rosas

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-De momento está estable.- Anunció el hombre con una sonrisa.

Los padres de la joven suspiraron tranquilos. Lori tenía una sonrisa de oreja a oreja. Glenn y T-Dog se abrazaron sonriendo. Rick en cambio miraba al suelo con las manos apoyadas en las rodillas sin creérselo. Subió las escaleras y abrazó a Hershel, este último le correspondió el abrazo alegre.

-No tengo palabras.- Dijo entre lágrimas de alegría Lori.

-Yo tampoco. Ojalá las tuviera.- Le contestó el hombre que había salvado la vida de su hija.- ¿Cómo le digo a Patricia lo de Otis?- Los padres de Jenn se miraron y Rick asintió sabiendo lo que debía hacer.

-Lori tú ve con Jenn. Glenn avisa a Carl y dile que me espere para ver a su hermana.- Lori y Glenn asintieron a Rick y este miró hacia el anciano.- Yo iré con Hershel.

Todos se movieron yendo a sus respectivas tareas. Lori entró a la casa y vio como Patricia rompía a llorar cuando su marido y Hershel le contaban lo que había pasado. Fue a la habitación y vio a su hija, seguía inconsciente pero ahora ya no corría ningún peligro. Entre lágrimas le cogió de la mano y le acarició su pelo castaño claro. Shane entró a la habitación y miró la hermosa escena madre e hija.

-Quédate.- Susurró Lori a Shane después de darle un beso a su hija en la mano.

El hombre había dicho que se marcharía y dejaría el grupo pero después de que hubiera salvado a la joven Grimes Lori no quería que se fuera, se lo debía. Era lo menos que podía hacer. Shane asintió y salió de la habitación. Lo que Shane le había dicho a Rick no era del todo cierto, Otis había muerto porque Shane le había dejado atrás, y no solo eso, le había disparado para que no pudiera seguir y los caminantes se entretuvieran en comerle y poder así salir él con vida. Shane lo había hecho por Jenn, para poder salvarla, pero ahora la culpa le estaba comiendo a él por dentro.

Rick y Lori pasaron la noche sentados al lado de la cama en la que estaba Jenn mirando como Carl dormía abrazado a su hermana mayor. Le habían dicho a Glenn que podía entrar a verla si quería pero este prefirió esperar a que Jenn se despertara ya que según Hershel no tardaría mucho en hacerlo.

A la mañana siguiente Shane, Glenn y Carl ayudaban a recoger leña cuando oyeron el ruido de unos motores. Alzaron la vista de su trabajo y vieron que se trataba del resto del grupo.

-La fiebre ha bajado.- Anunció Hershel a los padres de Jenn después de comprobar cómo se encontraba la joven. Esta empezó a moverse.

-Cariño...-Susurró Lori sentándose en un lado de la cama. Jenn se despertó y la miró.

-¿Sophia?- Preguntó la joven a su padre.- ¿Cómo está?

-Bien.- Contestó su padre después de unos segundos. No quería decirle que aún no la habían encontrado. Jenn se levantaría y haría cualquier tontería si se enteraba.- Está bien.

-Descansa cielo, estaremos aquí.- Le dijo su madre con una sonrisa.

-Sí... Decidle a Carl que la cuide por mí.- Después de susurrar eso Jenn se volvió a dormir.

Lori acarició su mano y Rick se volvió a sentar en un sillón de la habitación. Cuando Jenn se enterara de que Sophia seguía perdida iba a enfadarse por no habérselo dicho y no haber seguido buscándola.

-HAN LLEGADO.- Anunció T-Dog entrando a la habitación.

El matrimonio se levantó y salió de la habitación para ver al resto del grupo. Salieron de la casa y vieron a todos bajar de sus respectivos vehículos. Daryl miraba atento los movimientos de los padres de Jenn esperando a que dieran las noticias sobre el estado de la joven.

Sin querer queriendo (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora