Es raro como llegan cosas a tu vida, y de un momento a otro ya no están, desaparecen cual estrella fugaz.
La vi un día, apareció entre la gente, tan deslumbrante y sonriente, con su mirada penetrante me atravesó el alma.
Tuve miedo, desde que la vi supe que ella sería importante para mí, pero una vez que la escuché hablar con tanta convicción, inteligencia, seguridad y gracia, supe que era el amor de mi vida.
Una mujer que sabe lo que quiere puede dejar cicatrices más profundas que un cuchillo recién afilado, una mujer que sabe lo que quiere te roba el alma en un instante.
Todos los días esperaba el recreo, sí, recreo nos conocimos a los 16 míos y 15 ella.
No éramos amigas ni siquiera nos presentaron, ella solo salía de su jornada a jugar un rato con nosotras las chicas de la selección de la mañana (ella iba en la tarde) yo prometía, sin embargo era principiante, ella en cambio para mí era espectacular, tanto que a mi parecer le faltaban las alas para parecer un ángel en cada salto.
Fue un motivo para sacar lo mejor de mí, no tenerle miedo y empezar a hacerle frente.
Un día después de entrenar y que todo me saliera como quería, esperé el recreos esta vez entraría a jugar con ella.
YOU ARE READING
Renunciaría por siempre a tocarte
Teen FictionHay personas que llegan a tu vida de la nada y se vuelven razones, razones para aterrizar, para sentir, para vivir o incluso para sonreír, yo no creo en eso, yo no necesito razones, te necesito a ti, en mi vida.