Capítulo 19.

                                    

                                          
Yo también.
                          
-Necesito contarte algo -Musito. La chica, de ahora cabellos cobrizos, levanta la mirada. Enarca una ceja, esperando a que yo proceda. -Es algo importante... -Comienzo diciendo, luego lo pienso mejor y corrijo- Es algo importante para mí.
                          
Amber asiente -Escúpelo, cielo.
                          
Tomo una gran bocanada de aire. -Se trata... se trata de Niall y yo...
                          
- ¡Un momento! -Dice, levantando una mano. Mira alrededor de mi cuarto, luego se inclina más hacia mí, confidencialmente- ¿Niall y tú, eh? No me digas que estás embarazada... -Por un momento frunzo el ceño, confundida. Luego, al pensar más sus palabras, abro mucho los ojos, anonadada.
                          
- ¡Por el amor de dios, no! -Exclamo, llevándome una mano al pecho - ¿Qué tonterías dices, Ambs? -Ella suspira, tranquila.
                          
- ¡Qué bueno! Por un momento creí que tú y campanita habían hecho cochinadas sin condón. ¡Yo no quiero ser tía tan joven! -Se deja caer en la cama, sonriendo. Hago una mueca, negando con la cabeza.
                          
-Niall y yo si usamos condón... -Niego nuevamente con la cabeza ¡¿Qué cosas estoy diciendo?! ¡Al grano, ____! ¡Al grano! -No es eso, se trata de Niall... -Amber vuelve a levantarse, con una mano en su cabello cobrizo, entrecierra los ojos, pensativa.
                          
-Ya veo -Comenta, reflexiva - ¿Está embarazado?
                          
Paciencia, Jesucristo. Paciencia.
                          
-No, Amber. Él no está embarazado.
                          
-De todas formas eso es imposible -Señala, riéndose a carcajadas - ¡Un caballito de mar! ¿Sabías que ellos...?
                          
- ¡Escúchame! No es eso... yo...
                          
-No entiendo. -Exclama, levantando las manos - ¿Quién esta embarazado? -Mi cara seguro se torna rara, porque ella, inconscientemente, se aleja un poco de mí.
                          
- ¡Nadie ha estado follando ni teniendo críos, coño!
                          
Amber levanta una ceja, alza los hombros, despreocupada.
                          
- ¿Entonces, que? ¿Cuál es el problema? -Me relamo los labios mirándola fijamente.
                          
-Ha ocurrido algo entre nosotros...
                          
-Explícate mejor. -Le lanzo una mirada furiosa, y ella se encoge pareciendo pequeña. Y antes de que pueda parlotear de nuevo, lo suelto todo.
                          
-Niall y yo terminamos. -Silencio. Es todo lo que ella me regala por varios segundos, trago saliva, su cara está en blanco, nada concreto que pueda decirme que está pensando. Amber siempre fue así, sabe cómo esconder lo que piensa, sus ojos nunca te mostraran más allá. Pero luego puedo ver algo, un pequeño destello ¿incredulidad? Puede ser.
                          
- ¿Y? - Digo, rompiendo el silencio - ¿No dirás nada?
                          
-Yo... Tengo hambre.
                          
Oh, bueno.
                          
Eso fue...
                          
¿Inspirador?
                          
-Me siento mucho mejor ahora -Ironizo, con enfado. Amber bufa, acercándose a mí, y mirándome, yo desvió mis ojos solo para no tener que observar los suyos.
                          
- ¿Qué quieres que diga? Es lo que siento. -Ruedo los ojos, y ella se ríe un poco, luego y sin aviso me abraza, fuerte, ella tampoco es de abrazar, pero ahora lo hace y vaya que es asfixiante. -Oh, ____. Querida, jamás tuve que pasar por esto, dios, hasta pensé que se casarían. ¿Tonto, no? Bueno, yo no soy de consolar a las personas, de hecho, la única vez que tuve que hacerlo fue con mi tía, y estaba en medio de un parto natural detrás del jardín... lo sé, me quede algo traumada aquel día, realmente ni siquiera la consolé, porque al siguiente segundo, yo ya estaba vomitando y de color verde. De todas formas, si te hace sentir mejor ¡Invito unas pizzas! No hablemos de campanita... digo el Innombrable, él se pierde este pedazo de hermosa criatura -Pincha uno de mis cachetes, y sonríe.