Vincent: La hora muerta.

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Edad: 19.

Ocupación: Estudiante de Letras.

Estado civil: Soltero.

Reside en: Estados Unidos.

  Insomnio. Sí, el desgraciado insomnio me ataca cada noche desde hace unos meses, específicamente desde que me mudé a un pequeño y barato apartamento en New York. Nunca antes había vivido solo.

  Nací en un pequeño pueblo lejos de este monstruoso estado en el que ahora vivo por el inicio de mis estudios universitarios.

  Seré licenciado en letras, digamos que...mi familia no me apoya completamente en esta carrera, por pensar que no es productiva. Pero no les aburriré con eso.

  Son justo las 3:07 a.m. del día lunes 24 de octubre. Hoy tengo un importante examen. Me he acostumbrado a andar cansado y rendir de excelente forma a pesar dé; pero me empiezo a agotar mentalmente y a fallar en detalles diarios.

  Desde altas horas de la noche de los domingos a las silenciosas madrugadas de los lunes siempre hay un sujeto escuchando música de buen gusto, a bajo volumen, pero logra relajarme en tiempos de estar en vela. Somos como compañeros para disfrutar de la música pero sin él saberlo. Sinceramente no sé porqué hace eso a estas horas, hasta me atrevo a decir que siempre está solo, no son fiestas ni nada por el estilo.

  Dios no. Debo dormir, esto no es saludable.

  Miren, me encanta la noche, la brisa fría que se cuela por la ventana y el sonido de la música de este sujeto que se intercalan entre el silencio de la madrugada; pero respeto mi sueño. No le he dicho a nadie de mis problemas para dormir, a pesar de mi cara de cansancio que se ha vuelto cotidiana.

  3:15 a.m. el tiempo pasa tan lento.

  El desvelo inicia justo a las 3:00 a.m. y logro conciliar el sueño como a las 5:00 a.m. Para luego tener que levantarme para ir a la universidad a las 6:00 a.m. puesto que tengo que estar allí a las 8:00 a.m.

  La persona que escucha música, lo hace hasta las 4:30 a.m. justo a esa hora siempre, se detiene su solitaria fiesta.

  Yo no sé cuanto más aguante así.

  Esperen, suena el teléfono ¿Pero qué? Bueno iré a la sala, esa cosa es muy ruidosa.

—¿Buenas madrugadas? —pronuncio en tono quejoso.

—¡Vincent! Sé que es muy temprano, pero no tienes WhatsApp —es Catherine, mi mejor amiga.

—¿Y qué sucede con eso Cat?

—Quédate en tu apartamento, no hay clase hoy. Eso es todo —dijo con dejo de tristeza.

—¿Por qué?

—No sé cómo, pero no es broma, ya certificaron —dice seria— parece que el señor Williams tuvo un accidente automovilístico...justo a las tres en punto escribieron eso en el grupo de WhatsApp del salón —me paralicé por un momento— ¿Hey Vincent?

—¿Él se encuentra bien?

—El profesor Cayetano escribió al grupo que sí, pero que igual tiene que estar internado en el hospital al menos por este día.

—Entonces no habrá examen —dije más para mí.

—No Vincent. Hasta nuevo aviso. Pero el martes si será normal.

—Vaya Catherine. Que noticia —dije llevándome hacia atrás el cabello.

—Sí, al menos está bien...Eh, te dejo dormir. Pude haberte avisado más tarde, pero esto me conmocionó —dijo exaltada.

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