Capítulo trece
Gia
Llegué agotada después de nuestra salida al cine en celebración por la mejor nota de la clase en el proyecto final. Karina, Nicolas, Esteban y yo salimos desde la tarde, vimos una película que a nadie le gustó pero que disfrutamos mucho criticándola y comimos en un restaurante en donde todos nos veían raro por reír a carcajadas.
Cuando subí a mi dormitorio las energías con las que había despertado se habían consumido en su totalidad pero eso no fue impedimento para pasar a ver a Ethan, últimamente me sentía más unida a ese pequeño. Además de que se acercaban las vacaciones y no lo vería durante un par de semanas.
Entré al dormitorio de León y me quedé de pie observando la escena, al parecer los papeles se habían invertido porque León era el que dormía plácidamente en su cama y Ethan estaba vestido con su uniforme de futbolista y una pelota de goma espuma en sus manitas.
—¿Me perdí de algo? —dije susurrando.
—¡Gia! —gritó Alissa desde algún lugar provocándome un mini infarto. La busqué con la mirada vi que salía del baño, estaba arreglada muy elegante y se veía hermosa—. Qué bueno que estás aquí, necesito irme ya —se acercó a mí para darme un beso en la mejilla mientras se colocaba un arete.
—¿A dónde vas? —pregunté.
—Es el cumpleaños de mi papá y siempre hace su fiesta en un salón muy elegante, por eso estoy vestida así —asentí aunque no comprendía del todo, según sabía su familia no tenía la mejor situación económica, por eso iba en una universidad pública.
—Oh, bueno, felicitas a tu papá por mí —dije y ella me sonrió.
—¿Mi cabello se ve bien? —se lo había alaciado y ahora su rubio cabello se veía más largo, su rostro se veía mayor de esa manera, como el de una chica responsable, no es que no lo fuera pero por lo regular siempre tenía una apariencia más inocente.
—Te ves muy hermosa, Alissa —contesté honestamente.
Me sonrió y desvió su mirada hacia León.
—Se quedó dormido como a los cinco segundos de que llegó —dijo rodando los ojos.
—Uy que raro —dije acercándome a él. Le golpeé la mejilla para despertarlo pero sólo se volteó de lado dándome la espalda y siguió durmiendo.
—Deberías dejarlo dormir, ambos tuvieron un día muy cansado.
—¿Ambos?
—Adrián y León, su profesor de deportes no los ha dejado en paz en estas semanas y menos a León porque según debe reponer el mes que estuvo sin jugar —se encogió de hombros—. Por eso dejé que se durmiera.
—Bien, lo dejaré dormir —y cuando Alissa se fuera podría hacerle alguna broma como pintarle con plumón permanente algún poni o una mosca. Sonreí mientras ideaba alguna travesura pero probablemente mi rostro reflejó mi maldad antes de tiempo y Alissa me advirtió.
—Nada de travesuras, Gia —abrí mi boca para protestar pero me interrumpió—, se ve en tu rostro que quieres hacerle algo.
—Bien —dije sin ánimo—, nada de maldades.
—Buena chica —me dio una palmada en la cabeza y volvió a entrar al baño para salir con un enorme bolso negro en donde me imagino que llevaba su estuche de belleza—. Me tengo que ir, espero que no estés muy cansada para cuidar a Ethan un poco en lo que despierta León.
—No te preocupes, ve con cuidado y diviértete por mí —asintió y empezó a caminar hasta la puerta—. ¡Quiero una bolsita de dulces! —dije riendo.
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Kiss me, baby (KMB Libro #1)
Teen FictionLeón ¿Qué pasaría si un día encuentras una caja fuera de tu puerta con un bebé dentro? Sí. Un bebé. Ah y una nota, la nota es muy importante ya que fue como me enteré de que era padre a los 18 años de edad. Gia Tratar de ser una chica normal en un c...