Todos los ángeles reunidos en el coliseo se encontraban totalmente confundidos sobre el llamado que Liam les había hecho.
Jamás se descuidó tanto a los humanos como en esa ocasión, dejándolos sin ninguna protección. El lugar era un nido de murmullos confundidos sobre el por qué se encontraban ahí.
Laab se encontraba en medio de la arena, transformado aun en Liam.
—Silencio —ordenó en voz alta. Por supuesto, solo los ángeles custodios que estaban a su alrededor lo escucharon, por lo cual sonaron las trompetas, indicando que el dios quería que se callaran.
Casi de manera inmediata más de la mitad de los ángeles hicieron silencio, mientras que los otros al ver su acción realizaron los mismo. Miraron en dirección al centro, fijando sus ojos en el dios.
Laab sonrió al captar la atención de todos, cuando por fin notó que absolutamente todos los ángeles le miraban, extendió los brazos.
De repente, una luz comenzó a emanar de su cuerpo, poco a poco su verdadero aspecto empezó a formarse ante los ojos incrédulos de todos.
Cuando por fin el cuerpo de Laab quedó al descubierto los ángeles soltaron una exclamación sin poder creer lo que sus ojos veían.
—Bienvenidos, queridos ángeles —dijo casi gritando. Debido al silencio que se había formado después de la impresión, el sonido se escuchó casi perfectamente en cada rincón del coliseo—. Hoy estamos aquí para presenciar algo que jamás se ha visto, será increíble, se los aseguro —continuó.
Aaron apareció en la arena, cargando lo que parecía ser una enorme y pesada espada de oro con incrustaciones de plata.
—¿Saben qué es? —preguntó, por supuesto que todos sabían lo que era—. Es la única espada que puede asesinar a un dios —prosiguió.
Ashley ya se encontraba en la arena, pero un ángel la mantenía alejada de Laab. Según las ordenas que la rubia le daba mentalmente, aún no era hora de ir ahí.
—¿Es Liam? —preguntó Max detrás de ella, la chica no pudo evitar ver hacia el lugar que el pelinegro le había indicado. Al otro extremo del coliseo se encontraba Liam, estaba casi escondido detrás de tres ángeles, por lo que no podía ver su rostro con total claridad.
—Sí —respondió Ashley sintiendo su corazón acelerarse. No estaba en sus planes que Liam viese cómo ella asesinaba a su padre, aunque intentó quitarse la sensación de que no podría hacerlo debido a que el otro dios se encontraba él.
—¿Saben para qué lo usaré? —preguntó Laab, ignorando el hecho de que Ashley había visto a su primo—. Aquí y ahora, asesinaré a dos dioses que nos han traicionado.
Muchos ángeles comenzaron a soltar gritos y preguntas al aire, confundidos. No era posible, cuando un dios era acusado de traición —algo muy poco probable— era juzgado con todos los dioses presentes para ver si era culpable o inocente, y en esa ocasión ningún dios se encontraba presente.
—Ashley y Liam..., la chica, que creí que sería nuestra salvación procreo a una criatura con un ángel, ¡es una abominación! —exclamó con indulgencia—. Liam, mi hijo lo sabía y jamás dijo nada al respecto, es parte de eso, ¡complice!
Los ángeles se preparaban para atacar a Laab, no creían ni una sola palabra del dios, él quería el poder y para ninguno era un secreto.
—El que se atreva a interferir, morirá en el acto —dijo, adelantándose a lo que ocurriría.
Los ángeles se quedaron inmóviles en sus lugares, sus ojos se dirigieron a la diosa, quien estaba con la mirada gacha. A simple vista quería aparentar miedo, porque no quería que nadie sospechara nada.
Los ángeles no hicieron un movimiento, si una diosa sucumbía ante el poder de Laab, ¡imagínense que haría con solo unos ángeles!
—Perfecto, ahora...
Una risa grave interrumpió el habla de Laab, miró hacia arriba en dirección al sonido para ver quién era, y entonces lo vio.
Por lo menos diez ángeles sobrevolaban el coliseo, sus alas lucían blancas y enormes. Comenzaron a acercarse a la arena, parecían decididos.
Laab los reconoció al instante, se trataba de James, su hermana y otros ángeles de ándem.
El dios sonrió sin poder creer que tan solo diez ángeles quisieran enfrentarlos, pero para cuando bajó la mirada se dio cuenta de que un hombre iba entrando por el lugar en el que su hijo se encontraba.
Lucifer.
Todos los ángeles comenzaron a levantarse de sus lugares, impulsados por los ángeles de James y los demonios.
Laab observó a su alrededor, dándose cuenta de que más demonios iban introduciéndose en el coliseo. Levantó una ceja con prepotencia.
—Supongo que esto puede considerarse un nuevo reto para mí —bromeó soltando una carcajada.
—Ni te lo imaginas —respondió Ashley, brindándole una sonrisa torcida.
(...)
Feliz año nuevo a todos los ángeles que me siguen ♥♥
Espero que este 2018 esté lleno de bendiciones y nuevas experiencias para todos ustedes, ojalá me concedan el honor de acompañarme un año más en esta larga aventura de la escritura †♣
Este nuevo año se viene cargado de sorpresas, sobre todo si son de España y México ♥
Muchísimas gracias por leer, ahora sí, literalmente estamos a un capítulo y el epílogo para terminar, por favor no me odien con el final y el epílogo 😂😂
Todo lo que quieran decirme después del epílogo, pueden ir a desahogarse en mi perfil xd
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DEAD | PAST LIES II
ParanormalTodo empezó de manera difícil, llegando como una tormenta que arrasó con todo a su paso, destruyendo la verdad que había sido parte de la vida de Ashley. Nuevos secretos, traiciones y mentiras saldrán a la luz, después de una dosis de odio. Hay verd...