CAPÍTULO 58 (1 MES DESPUÉS)

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NARRA VANADIS

El tiempo ya pasó, y nuestra vida era mucho mejor sin un demente con superpoderes tratando de destruirnos, podía ver a mi familia más seguido y estar con ellos compartiendo maravillosos momentos, como cualquier familia, con problemas comunes, con preguntas comunes a tu esposo, ¿cómo te fue hoy en el trabajo? Y no que él te pregunte, ¿atraparon a Jeff? Todos los días, hoy por fin le puedo contestar que sí y que jamás nos dará problemas.

Víctor: Hola amor, ¿qué haces? (la abracé).

Vanadis: Sólo pienso en la grandiosa que es nuestra vida juntos ahora.

Víctor: Sí, es mucho mejor, te amo sabes.

Vanadis: Y yo a ti (lo besé).

Victoria: ¡Mamá, papá!

Hernán: Por favor cállate Vicky, me romperás los malditos oídos.

Victoria: ¿Y dejarte sordo? Sería fantástico, pero no creo que algo así sea posible.

Víctor: ¿Cuándo dejarán de pelear tus hijos Vanadis?

Vanadis: ¿Mis hijos? Já, sólo son mis hijos cuando se comportan mal.

Víctor: Bueno, nuestros hijos.

Victoria: Mamá, papá, ya me voy, los vendré a visitar siempre que pueda.

Hernán: Tal vez sea en unos 2 meses.

Vanadis: Los extraño demasiado siempre que se van, pero me da gusto que sean felices.

Victoria: Gracias mamá, lo sabemos, pero tenemos nuestras vidas en California.

Vanadis: ¿Y qué?, ¿acaso New York no les gusta? A lado de su familia.

Hernán: Claro que sí, pero prácticamente todo nuestro mundo está allá.

Víctor: Lo sabemos hijo, ya sabes cómo es tu madre a veces.

Vanadis: (Le di un codazo).

Víctor: ¿Ves? Te lo dije (dije con poco aire ya que me dio un codazo en el estómago).

Victoria: (Reí) además tengo que continuar con los preparativos de mi boda, Stefan debe de estar extrañándome también.

Víctor: Ese maldito robador de hijas.

Victoria: (Sonreí) sabes que tú eres mi hombre preferido.

Vanadis: Y el mío.

Hernán: ¿Y yo?

Victoria: Tú eres el de Maddy.

Hernán: Eso sí, la extraño mucho, mi Madeleine, cuando nos enviaron a California para protegernos de Jeff, teníamos que continuar con nuestras vidas.

Vanadis: Y me alegra que sean felices, pero bueno, ya deben de irse o perderán el vuelo.

Victoria: (Abracé a mamá) adiós mamá, te amo.

Vanadis: Y yo a ti.

Hernán: Adiós papá (le di un abrazo), adiós mamá (le di un abrazo y un beso), ¡los amamos! (me fui).

Victoria: Adiós papá (dije mientras lo abrazaba y besaba), no te pongas celoso, te amo, adiós (me fui)

Víctor: Adiós.

Vanadis: Han crecido... ya no nos necesitan.

Víctor: Algún día pasaría.

Vanadis: Lo sé, afortunadamente te tengo aquí conmigo.

Víctor: Siempre me tendrás, te amo.

Vanadis: Y yo te amo más a ti (lo besé).

Víctor: Ahora sí seremos felices para siempre.

Vanadis: Para siempre.

Nos seguimos besando, es increíble como nuestra vida había cambiado para bien, ahora realmente se respira tranquilidad, y eso es maravilloso, ahora sólo me queda pasar el resto de mi vida con el hombre que amo y en compañía de mis hijos.

InfiltradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora