Capítulo cinco.

                                    

                                          



Ellos pasan el resto de la tarde haciendo reparaciones mínimas, y para el final del día Louis tiene un fresco, suave brillo en su piel, resultado de pasar el día en el sol.
                          
Se ve bien en él. Eso no es sorprendente —parece que todo podría verse bien en él. Tienen otra comida juntos, una comida en la abierta expansión del aire del océano en la cubierta mientras que el sol se mete por el horizonte. Ellos hablan, y mientras de que no hablan de nada, Harry cae más enamorado cada segundo que Louis habla, perverso y mordaz cuando quiere pero suave y gentil cuando tiene la guardia baja. 
                          
Cuando tiene la guardia baja. Jesús. Harry necesita ser muy cuidadoso, aquí.
                          
Acerca de lo que no sabe. Él sólo sabe que necesita ser cuidadoso.
                          
"Es hermoso," Louis dice calmado, mirando por la barandilla, a los rojos y naranjas moldes por el sol y reflejándose en el agua.
                          
"Es mi vista favorita en el mundo," Harry concuerda. Es la verdad. Ha sido su vista favorita desde que no tiene más que un chico, a bordo en un barco que no tenía lugar de estar. 
                          
Por alguna razón se siente como una mentira. No quiere examinar lo que el sentimiento podría significar.
                          
"Es Pacífico," Louis dice, su voz sólo un murmullo encima del inflamiento de las olas chocando unas con otras al lado del barco.
                          
Harry tararea en afirmación, ladeando la cabeza para ver las estrellas que están emergiendo en el cielo. "A veces vengo aquí cuando la tripulación está siendo muy ruidosa," dice pensativamente, alzando las manos para ponerlas debajo de su cuello. "Sólo para mirar al cielo, recordarme dónde estoy."
                          
La presión de las piernas de Louis a su costado es como mucho de un choque, como tal vez no. Se apoya, bloqueando la vista a Harry de las estrellas, pero la vista que se presenta es igual de bonita, el cabello de Louis cayendo en su cara, boca agrietada y rosa.
                          
Claramente ha habido mucho ron hoy y Harry no está pensando bien. Esa es la única explicación por la manera en que alza su mano y toca la mejilla de Louis con su pulgar, abajo hacia sus labios, mirando la manera en que sus pestañas aletean. "Eres muy bonito," Harry murmura. 
                          
"Gracias," Louis susurra de vuelta, lengua saliendo de su boca para mojar esos labios, su mano cruza a través el cuerpo de Harry para plantarse en el piso. "Hueles a sudor."
                          
Harry recoge un mechón de cabello de Louis y lo pone detrás de su oreja, dedos fijos en el lóbulo. "¿Es eso una cosa mala?"
                          
Ese débil rubor que Louis ha tenido todo el día se profundiza, se esparce. "No."
                          
Están lo suficientemente cerca que Louis es todo lo que Harry puede oler, todo en lo que se puede concentrar, y si hubiera alguien en su posición, probablemente ya lo habría besado.
                          
Es el hijo omega del Rey de Inglaterra, sin embargo. Probablemente el hijo virgen omega del Rey de Inglaterra.
                          
Harry se concentra. Su polla lo odia por eso, medio dura en sus pantalones, y el instinto que lo ha estado suprimiendo desde el primer segundo en que puso sus ojos en este pequeño trozo —el que le dice muerde y hazlo entregarse— encabrita, pero Harry lo puede ignorar. Tiene que ignorarlo. 
                          
"Se está haciendo tarde," dice, forzándose a no mirar la manera en que Louis sigue de rodillas en el suelo. 
                          
"¿Sabes lo que pienso?" Louis pregunta conversacionalmente, forzando a Harry a ponerle atención mientras se pone de pie. "Pienso que eres un caballero, Harry Styles." Él palmea el pecho de Harry cuando toma su camino, y Harry está muy ocupado preguntándose si se supone que debería ser un insulto o un halago para notar la mirada en la cara de Louis, como si se hubiera decidido de algo.