Una vez que todos nos pusimos de acuerdo respecto a la necesidad de ir a buscar Joel, decidimos que lo mejor iba a ser dejarlo para el otro día. Habían sido un día largo y realmente agitado, así que pusimos un horario en el cual nos encontraríamos en el hangar para abordar a Wells y luego nos despedimos hasta la otra mañana.
Amy y yo entramos en nuestra habitación y caímos derrotados en la cama, y tras darnos breve pero tierno beso nos dimos vuelta y apagamos las luces, debíamos descansar para el día que venía.
Por horas di vueltas en la cama, incapaz de mantener los ojos cerrados, y cuando finalmente logré caer dormido, terribles pesadillas sobre El Antiguo y Kali inundaron mi mente, haciendo que me despertara en medio de la noche, totalmente agitado y transpirado.
Me senté en el borde de la cama a recuperar mi aliento y observé la hermosa y gigantesca luna que se veía desde la ventana, y que iluminaba tenuemente la habitación en la que nos encontrábamos.
A pesar de todos mis esfuerzos, mis movimientos terminaron por despertar a Amy, quien cuando me vio simplemente se sentó y apoyó suavemente su mano sobre mi hombro. Por algunos segundos permanecimos en esa posición totalmente en silencio, y es que no había mucho que decir, ella sabía exactamente lo que me pasaba. Sin embargo, sentí la necesidad de matar el silencio.
–Tengo miedo... Dios, nunca había sentido tanto miedo en toda mi vida, Amy –dije sin dejar de mirar la luna, y su mano se apretó un poco más sobre mi hombro, hasta que finalmente ella se sentó a mi lado a contemplarla–. Sé lo que dije en la nave, pero es tan difícil mantenerse positivo con todo lo que está pasando...
–Lo sé, y yo también estoy aterrada, pero vamos a salir de esta –comentó Amy, y esbozó un la leve sonrisa en su rostro–, todavía no sé cómo, pero sé que lo haremos.
–Diablos, ¿cómo rayos haces para mantener la calma de esta manera? –pregunté mirándola con una sonrisa en el rostro, no podía creerlo.
–¿Recuerdas la noche que nos conocimos? ¿Después de que me rescataste de Trok y sus caníbales?
–Cómo olvidarla, no es fácil olvidar el día en que un gigante que controla las plantas casi te asesina en unos túneles subterráneos –dije y la miré, y pude notar que ella esperaba que dijera algo más– ¿pensaste que me iba a poner todo meloso e iba a decir "cómo olvidar la noche en que conocí a la mujer de mi vida" o alguna bobada por el estilo? Vamos, me conoces mejor que eso.
–Cállate, idiota –dijo Amy sonriendo, y me dio un leve golpe en el hombro–. En fin, esa misma noche me preguntaste que cómo estaba tan segura de que iban a derrotar a Cíclope y la respuesta fue...
–Porque somos Los Vigilantes –dije cerrando la idea.
–Exacto, ustedes ganaron esa vez y nos dieron la libertad, y esta vez también vamos a triunfar, que no te quepa duda –continuó, mirándome profundamente con sus bellísimos ojos verdes, y dedicándome una sonrisa que realmente me derretía.
En ese momento todo estuvo bien, y no pude evitar sonreír como un idiota y darle un suave beso.
–Ahora deja de dar vueltas y vuelve a la cama, si alguien puede convencer a Joel de volver ese eres tú, y preferiría que no fueras hecho un zombie –dijo Amy antes de tirarse nuevamente en la cama y envolverse entre las frazadas.
Sonreí y dediqué una última mirada a la luna antes de volver a acostarme. Con una confianza renovada, mi mente se despejó, y el agotamiento de todo el día invadió mi cuerpo, haciendo que caiga rápidamente en un profundo y plácido más sueño.
Me desperté a la mañana siguiente, y me percaté de que Amy ya no estaba en la cama, pero con rápidamente vi que había dejado una corta nota en mi mesa de luz, en la cual me avisaba que había salido a correr, y que iba a estar de vuelta en poco tiempo.
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Mundo de héroes: Tiempos oscuros
Science FictionTercer libro de Mundo de héroes. El Fuego de la Libertad murió, pero el precio fue muy alto... Dos años después de los eventos que llevaron al renacer de Kali, un antiguo mal resurge amenazando con destruir toda vida sobre la tierra para llevar a ca...