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Elena se hace un ovillo sobre su cama con el móvil pegado a su oreja, me dice que va a llamar a Alex. Asiento y salgo de la habitación, para darle intimidad y al mismo tiempo tenerla yo, que también quiero avisar a Fede de que ya he llegado.

- Hola, princesa - Contesta esa voz que tanto me gusta por el auricular.

- Hola, amor, ya estamos aquí - Le digo, notando cómo mi corazón se hace un puño al saber que tengo que pasar dos noches sin dormir a su lado - Te echo de menos.

- Pequeña, no pienses en eso... en un abrir y cerrar de ojos estarás aquí de nuevo. Quiero que lo pases bien y disfrutes, ¿me lo prometes?

- Te lo prometo, Fede.- Inevitablemente, dos lágrimas resbalan por mi mejilla, que no tardo en enjuagarlas con el dorso de la mano.

- Te quiero, mi niña.

- Y yo a ti.

Cuelgo, sorbiendo por la nariz. Esto de estar tanto tiempo pegados el uno al otro, me ha afectado demasiado. Directamente, no sé estar sin Fede, me he acostumbrado tanto a levantar la vista y tenerlo ahí conmigo, a sus caricias, sus gestos, sus cariñosas palabras... que no me imagino sin él.

- ¿Qué haces ahí pasmada y echa un mar de lágrimas? - Jul me mira desde la puerta de su habitación, con los brazos en jarras y el ceño fruncido, o eso creo, ya que un espeso mechón rubio le cubre parte de la cara.

- Hablaba con Fede - Le sonrío, intentado disimular.

- En serio...- Pone los ojos en blanco- Sé lo que tiene por fuera ese hombre, pero... ¿que te da para tenerte así? Es increíble, ¡os vais a ver el domingo y hoy es viernes!

- Me lo da todo, Jul, absolutamente todo con lo que una chica sueña.

***

Tras elegir de todo lo que había en el gran buffet que forma parte del restaurante del hotel, Elena, Jul Oliver y yo nos sentamos en una mesa a cenar. Cuando veo la cantidad de comida que me he servido, pienso que es exagerada, pero al ver la de mis amigos se me pasa, ¿por qué todos haremos eso, por qué pensaremos que nos comeremos todo lo que nos parece apetecible? Río para mis adentros, no se nos puede sacar de casa.

- ¿Qué planes hay para esta noche? ¿Vamos a irnos con los demás? - Elena devora un muslo de pollo, sosteniéndolo entre las manos.

- ¿Esta noche? - Pregunta Oliver, arrugando la nariz - Pensé que no nos dejaban salir hoy del hotel.

- Y no nos dejan, pero no nos vamos a meter a la habitación a las once de la noche, los demás van a salir cuando los profesores se acuesten - Ahora habla Jul, mirando con ojos tiernos a Oliver. No puedo evitar sentirme culpable, es obvio que él no siente lo mismo.

- Yo me voy a quedar en la habitación a leer...- Susurro, removiendo todo el plato de comida que todavía me queda, aunque, estoy tan hinchada que no puedo comer ni un bocado más. - No me apetece salir por ahí.

- ¿Se puede ser más aburrida?- Jul mira a Elena, como si yo no estuviera ahí para ver que estaban burlándose de mí.

- No creo que me necesites - Río, pegándole un pequeño golpe en el brazo.

- En eso tienes toda la razón - Me guiña un ojo y después se encoge de hombros, como si para él fuera imposible que hubiera una posibilidad de no salir alguna noche.

***

Nunca lo he dicho.
Creo que nunca lo diré.
Un secreto.
De esos que guardas como el mejor recuerdo.
Oculto en tu pecho.
Tu corazón lo muestra.
También tu sonrisa al verla.
Mucho más tus ojos, iluminados al contemplarla.
Belleza.
Eso es ella.
Me deslumbra.
Me cautiva.
Me enamora.
Día a día.
Y sin embargo.
Lo silencio.
No necesito que nadie lo sepa.
Ni siquiera ella.
Yo lo sé.
Solo yo lo sé.

Te sigo queriendo. ( Segunda parte Te quiero sin querer, profesor.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora