Capítulo 10.

                                    

                                          
Noto un sudor frío caer por mi frente cuando da un paso hacia mí.
                          
Cher: N-no te acerques -tartamudeo alejándome de él-.
                          
Crawford: ¿Podemos hablar? -me mira directamente a los ojos-.
                          
Cher: Están Marc y los chicos aquí -miento-.
                          
Crawford: Cher, no voy a hacerte nada -pasa una mano por su pelo-. Tan solo quiero hablar -muerdo mi labio inferior indecisa-. Por favor -insiste-.
                          
Asiento y abro la puerta para que pase. Miro al suelo y veo la comida que he tirado. Luego lo limpiaré.
                          
Caminamos hacia el salón y se sienta en el sofá. Yo me siento en el otro con incomodidad y algo de miedo. El resopla y rasca su cuello.
                          
Crawford: Cher, siento muchísimo lo que pasó. No se por qué lo hice -niega con la cabeza-. Esa noche había fumado y bebido. Y también... -muerde su labio inferior y baja la mirada-. Había tomado alguna que otra pastilla -frunzo el ceño. ¿Por qué haría algo así?-.
                          
Cher: Lo se -digo simplemente-.
                          
Crawford: Cher, tú sabes que yo nunca te haría algo así -dice desesperado-. Necesito que me perdones -se levanta y se sienta en el mismo sofá que yo. Yo me separo un poco de él-. Por favor, Cher. Estoy muy arrepentido de lo que hice. ¿Podemos volver a ser amigos?
                          
Cher: Creo que no entiendes la gravedad de la situación -niego con la cabeza-.
                          
Crawford: Claro que lo entiendo.
                          
Cher: ¡Casi me violaste! -levanto la voz temblando ante el recuerdo-.
                          
Crawford: Lo se y me arrepiento -se acerca a mí y coge mis manos-. Me odio por ello -baja la voz y mira nuestras manos unidas-.
                          
Cher: ¿Por qué lo hiciste? -noto un nudo en mi garganta-.
                          
Crawford: No lo se -frunce el ceño-. Yo...Todo iba genial entre nosotros pero sabía que tú sentías algo por Matt -dice entre dientes-. No quería perderte, Cher -me mira directamente a los ojos-. Yo te quería de verdad. Aún lo hago -abro mis ojos como platos e intento alejar nuestras manos pero él no me deja-.
                          
Cher: Estoy con Matthew -digo rápidamente y él aprieta la mandíbula-.
                          
Crawford: Lo se. Y eso me está matando -dice dolido-. ¿Puedes darme otra oportunidad? -yo niego con la cabeza lentamente a la vez que deshago nuestro agarre-.
                          
Cher: No puedo -bajo la mirada-. Yo quiero a Matt.
                          
Crawford: Por favor. Yo te quiero -mi corazón se oprime-.
                          
Cher: Crawford, no insistas -niego con la cabeza-. Tuviste tu oportunidad y lo estropeaste.
                          
Crawford: Todos cometemos errores -sus ojos están algo vidriosos. No llores, por favor-.
                          
Cher: Cierto.
                          
Crawford: ¿Entonces? -insiste-. ¿No merezco una segunda oportunidad?
                          
Cher: Sí. Pero yo no puedo dártela -me levanto del sofá-.
                          
Crawford: Por favor, Cher -se levanta junto a mí-. Si pudiera volver al pasado y cambiar mis errores te juro que lo haría -yo respiro profundamente y me alejo un paso cuando él se acerca a mí-. No te alejes -dice con la voz entrecortada. Le miro a los ojos y, de un segundo a otro, sus mejillas se llenan de lágrimas-.
                          
Cher: Crawford... -digo sorprendida-.
                          
Crawford: No -niega con la cabeza y se limpia las lágrimas, las cuales son reemplazadas por otras-. Te echo de menos -confiesa-. Puede que saliéramos por muy poco tiempo, pero te juro que fueron los mejores días de mi vida -mi corazón se encoje escuchando cada palabra-. Echo de menos cuando te reías de mis chistes malos, echo de menos jugar con tu pelo cuando estoy aburrido, echo de menos tus abrazos espontáneos e incluso cuando me besabas y te sonrojabas enseguida -suelta una risa con sus ojos inundados de lágrimas. Al igual que los míos-. Odio que me tengas miedo -su sonrisa desaparece-. Odio que te alejes de mí cuando intento acercarme a ti -sorbe su nariz y da un paso hacia mí-. Te lo pido por última vez -solloza-. ¿Puedes darme una segunda oportunidad?