¿Voy a morir al final?

Por alguna extraña razón ya no deseaba tanto eso. ¿Por qué?

«Liam...»

Esa voz.

«Te amo... Liam.»

¡Cass!

«Te amo.»

Ardían. Mis pulmones ardían.

«Te...amo...Liam...»

«Mío

«Haré que te enamores de mí...»

«Él es mi mate, mi alma gemela.»

«Eres la persona más importante para mí... Quiero abrazarte y besarte cada vez que te veo. Quiero saber todo de ti y poder ser tu soporte para lo que sea.»

«Deseo que me ames, como yo estoy empezando a amarte...»

«Eres alguien muy cruel

«Quiero formar parte de tu vida y que tú formes parte de la mía...»

«Liam yo no te voy a abandonar.»

«No te voy a abandonar...»
«No te voy abandonar...»
«No te voy abandonar...»

Mi mente se empezó a llenar de imágenes de Cassandra. Su suave voz en innumerables frases se repetía en mi mente, una y otra vez. Su sonrisa. Sus ojos. Sus labios. Toda ella con diferentes expresiones, se venían a mi mente.

Lo siento, Cass.

Podía sentir como mi cuerpo se iba relajando y aquellas frases e imágenes se iban distorsionando.

Oh mi querida y hermosa Luna... lo siento.

Y no puedo evitarlo más, me dejo llevar por aquella confortante paz.

«¡LIAM!»

Abro los ojos sobresaltado y empiezo a toser por la falta de oxígeno. Un pitido de lo más ensordecedor se escucha en mis oídos dejando más aturdido. Podía sentir mi cuerpo completamente empapado de sudor haciendo que innumerables escalofríos y temblores se apoderan de mi esquelético cuerpo. Todas mis extremidades se encuentran adormecidas y cuando intento moverlas el hormigueo hace que me detenga.

Me siento desvanecer por momentos y un líquido caliente toca mis labios. Frunzo el entrecejo, llevo con dificultad mi mano hacía mi nariz y con la yema de mis dedos toco el líquido caliente que sale de mis fosas nasales.

Sangre.

Me levanto a como puedo, provocando que un grave dolor de cabeza se apodere de mí. Aprieto lo más que puedo mi mandíbula, tratando de no gritar. Me arrastro hasta el baño, porque ni caminar bien puedo y enciendo la ducha. No me importa estar con ropa, porque rápidamente me meto a esa helada agua. Esperando que de alguna forma me ayude. Nuevamente aquel dolor se apodera de mí y está vez no puedo aguantar más.

—¡AAH!

Por inercia agarro con ambas manos mi cabeza, esperando que ésta no fuera a explotar en cualquier momento. Me hago un ovillo, sintiendo como mi cuerpo se iba empapando hasta los huesos, pero eso no hacía que parara mi sufrimiento.

¡Basta!

—¡AAH!

Mis gritos eran cada vez más fuertes y más dolorosos. Dolía. Dolía como los mil infiernos.

Basta. Por favor. Basta. Ya no más. Por favor.... que alguien me ayude.

Bajo mis gritos escucho un ligero sonido, como algo cayendo, pero no presto mucha atención. Lo más seguro sea producto de mi imaginación. Solo quiero que éste sufrimiento se detenga.

Linaje: McCartney © [SIN EDITAR-ERRORES ORTOGRÁFICOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora