Podía olerlo de nuevo. El aroma que llenaba mis fosas nasales era tan maravilloso que no quería abandonar aquel hermoso sueño perfumado con la esencia de Sehun. Abrí los ojos y vi la oscuridad, el desconocido entorno... y a él.
Sehun estaba tumbado de lado junto a mí en la cama y me miraba. Bueno, lo cierto es que estaba en su cama.
—Despierta, despierta... —me decía bajito con una sonrisa, a pocos centímetros de mí.
Me giré hacia el otro lado y me encontré con el parpadeante resplandor del despertador. 00:45 a.m.
—¿E-estoy en tu p-piso? Mi madre va a...
—Tranquila, todo está bien —me interrumpió al instante—. Ya he llamado a tu casa y he hablado con tu madre. Sabe que estás aquí conmigo, puedes relajarte. ¿Qué tal estás? ¿Mejor?
Me llevé las manos a la cabeza y me la froté. Cuando me senté en la cama —que olía deliciosamente a Sehun— me di cuenta de que había perdido el vestido en algún momento. Solo me cubrían las braguitas y el sujetador. Giré la cabeza para mirarlo en la habitación en sombras.
—¿Me has desnudado tú? —No quería imaginarme la escena, y de nuevo me sentí molesta con él. ¡Maldición! Si de algo estaba segura era de que, si Sehun me desvestía, quería estar despierta para no perderme ni un detalle.
Él asintió con la cabeza y luego me tumbó gentilmente donde estaba cuando abrí los ojos. Me acomodé y me concentré en él.
Decidí esperar a que se explicara. No era necesario que comenzara a balbucear un montón de tonterías.
—Te quedaste profundamente dormida después de vomitar por segunda vez, así que te traje aquí. Cuando te acosté, noté que tenías el vestido manchado de... er... vómito, así que te lo quité. —Tenía que creer lo que me decía, porque no apartó los ojos de los míos ni un solo instante durante el tiempo que duró aquella torpe explicación.
Pero lo que contaba me hizo sentir tan avergonzada que no podía moverme ni hablar. Mi mortificación me paralizó hasta tal punto, que solo pude hacer una cosa: llorar. Lo hice en silencio, pero las lágrimas resultaron imparables una vez que comenzaron a caer. Mientras lloraba no pude apartar la mirada de él.
—No llores, cariño, soy yo. —Movió la mano y me limpió las lágrimas con el pulgar.
Yo me limité a mirarle mientras seguía llorando. No podía apartar la vista ni detener el llanto.
—¿Me estás tomando el pelo? —añadió—. Tengo que verte dormir en bragas en mi cama, debería ser yo el que estuviera llorando... de agradecimiento.
—No me tomes el pelo tú a mí. Por favor, no lo hagas —gemí mientras me apoyaba en la mano. Odié la manera en que sonó mi voz, pero estaba sobrepasada por la situación. «Es surrealista. Estoy casi desnuda en la cama de Sehun después de haber vomitado dos veces y haber caído casi en coma». Me cubrí la boca con la mano—. Debo oler fatal... Y-y necesito un poco de agua, beber algo.
Él me ayudó a sentarme de nuevo y me tendió el vaso que había en la mesilla de noche con dos pastillas de Nurofen.
Me sentí absolutamente impresionada por su previsión, y también por la calma absoluta con la que se tomaba aquella absurda situación. No dijo nada mientras ingerí las píldoras con un sorbo de agua. Me observó con aquella intensa expresión suya. No podía imaginar qué pensaba él sobre todo lo que habíamos dicho y hecho desde que entró en el pub.
Las sábanas se deslizaron hasta dejar al descubierto mi cintura, exponiendo un sujetador de color azul claro y la parte superior de mi cuerpo para que la viera a placer.
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My CHERRY GIRL (Adaptación) Sehun y TN___
RandomRecuerdo perfectamente la primera vez que lo vi. Aquel primer momento en que nuestros caminos se cruzaron. Ese instante se grabó en mi mente con una indeleble claridad. Tan nítido como el cristal más fino atravesado por brillantes rayos de sol. Tení...