Capítulo 2: Inmortal. (Tess)

                                    

                                          
Sonó el despertador, 7am, tenía tanto sueño, Madison y yo nos habíamos ido a una fiesta anoche, después de todo, también tengo una vida, y no solo estoy a la expectativa de mi prima Collins y el rarito de Nathan, y más ahora con la llegada de esa oxigenada de Erin, odio que la gente quiera ser el centro de atención, y más con su cara de mosquita muerta, pero bueno, no quería amargar mi mañana, después de todo, anoche me la había pasado increíble, Madison y yo conocimos a unos gemelos guapísimos en NortHerberg, un pueblo cercano a Havelruck, y habíamos llegado a casa casi 1 hora antes de que el despertador sonara.
-Madison, levántate, tenemos que bajar a desayunar antes de que mis tíos sospechen que nos fuimos de fiesta anoche. ¡Madison! - gritaba mientras la movía para que despertara.
-Toc, toc ¿Puedo pasar prima? El desayuno ya está servido, recuerda que hoy tenemos un evento importante y debemos comenzar la mañana con mucha energía para...- dijo Collins afuera de mi habitación, me tenía ya harta vivir con ella.
- ¡Largo Collins! Vete a desayunar si tanta hambre tienes. - dije mientras me cambiaba de ropa, no quería que nadie se diera cuenta, especialmente Collins, era un poco chismosa, y me acusaría con mi padre que ando "Desprestigiando su apellido"
- ¡Madison levántate ahora mismo! - dije mientras me quitaba la blusa con olor a cigarro y alcohol y buscaba algo para mí y para Madison, solo esperaba que le quedara, ya que yo era más bajita que ella, pero claro, con mejores atributos físicos.
-Tess, son las 7 de la mañana ¿Qué en tu casa no duermen? - contesto Madison mientras se sentaba en la cama y yo la desvestía.
- ¡Tess, sigo aquí esperándote! - gritaba Collins, desde afuera de mi recamara mientras mi celular sonaba, era el tono de papá, ¿Dónde estaba mi celular?
- ¡Por Dios Madison despierta y ayúdame carajo! - dije mientras encontraba el celular bajo la cama con unas almohadas.
- ¿Diga? - Conteste.
-Hija buenos días, ¿Cómo amaneciste?  Qué bueno que ya estas despierta ¿Te diviertes con Collins y Sander? - dijo mi padre por el teléfono. Llevaba varios días sin hablarme, pero no podía ponerme pesada con él, o me dejaría más tiempo con mis tíos y mis aburridos primos del que habíamos acordado.
-Si papá, estupendamente, no tienes ni idea. - dije mientras vomitaba el sarcasmo.
-Tess ¿Es el tío Reed? Déjame entrar para que lo salude. - gritaba Collins desde el pasillo afuera de mi habitación.
-Por el amor de Dios Madison, sal y cállala, me está reventando las neuronas ¡Muévete! - le dije discretamente a Madison que estaba media vestida, media despierta, y media ebria todavía.
- ¡Ya vete Collins! Nos vemos en la noche en la casa de los Thompson. - dijo Madison mientras le azotaba la puerta en la cara a mi odiosa prima.
-Perdón papá, es que la recepción en este pueblito no es muy buena. - dije mientras me vestía con velocidad.
-Todas las vacaciones vas para allá hija, no sé qué te sorprende, solo llamaba para decirte que iré por ti el sábado, nos quedaremos unos días más con tus tíos, y regresaremos a Londres, ¿Cómo van con las profecías? - pregunto mi padre, era lógico que él sepa todo, al final, fui la otra heredera de la familia.
-Hablamos de eso el sábado ¿Si? Bajare a desayunar, ya sabes que les encanta la formalidad a tu hermano y tu cuñada. - dije mientras colgaba y apuraba a Madison para bajar antes que mi primo Sander subiera por mí.
-Buenos días Tess, que bueno que te dignaste a desayunar con nosotros...y que invitaras a Madison, siempre es un placer recibirla en nuestra casa. - dijo mi tía Alondra, la madre de Collins, a veces dudaba si realmente eran súper educados, o solo me hablaban con sarcasmo y con su tono déspota.