Capítulo 5.

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Al día siguiente, fui a la casa de mis tíos.

No había nadie en casa sólo estaba Emily, que al abrirme la puerta resopló y casi me la cierra en las narices.

-¿Otro sermón?- Dice y se avienta en el sofá.

-Tienes a tus padres preocupados.

Saca su móvil y empieza a teclear ignorandome.

Adolescentes...

Suspiro.

-¿Estás jugando con drogas?- Pregunto frunciendo el ceño.

-Por supuesto que no.

Guarda su móvil y me mira a los ojos.

-Emily, es peligroso. Sé que eres una niña todavía pero no desperdicies tu adolescencia con eso. No merece la pena.

-Hablas como si tuvieras experiencia- Se cruza de brazos.

-No, no la tengo. Sólo leí un artículo y además, es pura coherencia.

Después de eso me siento al lado de mi prima y le doy una pequeña charla acerca de la vida.
En ocasiones puedo ser demasiado filosófica.

-Cambiando de tema...

Dice mientras se incorpora y alza sus cejas.

-Hay un sitio donde tengo que llevarte.

-¿Dónde?- Pregunto curiosa.

-Si te digo no querrás.

Hago un puchero mientras la zarandeo levemente por los hombros.

-¡Vamos! No iré sino me dices.

-No lo creo. Diré a mis padres que necesito pasar tiempo con mi prima y todo resuelto. ¡Es perfecto!

Dudosa abro la boca pero Emily ya se ha levantado y alza los brazos.

-¡Cuanto te quiero, prima!

No me queda más remedio que callarme para complacerla. Sólo es una niña, de dieciséis años pero una niña aún.

° ° °

-Está claro que así no irás.

La fulmino con la mirada mientras levanto los brazos para que me vea mejor.

-¿Qué problema hay?

-Vas demasiado... demasiado...

-Mojigata- Continúo por ella mientras ruedo los ojos- Me lo suelen decir.

-Entonces hay que poner remedio a eso.

¿Por qué todo el mundo se empeña en qué vista diferente?

No cambiaré por ellos, aunque por una noche no pasa nada.

Emily se acerca a mí y me observa. Posa una mano en su mentón y arruga la frente.

-Hay solución- Sonríe mientras le doy un leve puñetazo en el hombro.

Ella coge el dobladillo de mi camiseta y la baja hasta que veo como el sujetador asoma por ella. Frunzo el ceño y observo como coge unas tijeras.

Me tenso.

-Tranquila.

Me relajo y cierro los ojos para no ver lo que mi prima me está haciendo en la ropa.

Cuando los abro, me sorprendo tanto que niego con la cabeza frenéticamente.

-Me he puesto vestidos, los he soportado, pero esto no.

Miedo. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora