Yuki despertó aquel día con un sentimiento de preocupación que no podía ignorar. Esta vez no quería ir al autódromo con su papá Checo. Prefería quedarse en el hotel, mirar la clasificación desde la televisión de su habitación y evitar la ansiedad que le generaba estar en ese ambiente. Pero no pudo salirse con la suya. Sergio, Max, e incluso Daniel le insistieron para que los acompañara. Finalmente, no pudo negarse, aunque se prometió una cosa: no despegarse de su padre.
En la zona VIP, donde podía ver una parte de la pista, Yuki trataba de mantenerse calmado. Sergio estaba concentrado en la televisión, siguiendo cada segundo de la clasificación, especialmente el rendimiento de Max. Pero Yuki no podía concentrarse. Un sentimiento de preocupación constante lo atormentaba, como si algo estuviera a punto de salir mal. Un nudo en el pecho lo mantenía inquieto.
—¿Todo bien, Yuki? —preguntó Sergio, notando la incomodidad en su hijo.
La pregunta lo tomó por sorpresa, obligándolo a levantar la vista. Sergio lo observaba con genuina preocupación, claramente percibiendo que algo andaba mal.
—Nada... solo estoy agotado. Cuando vuelva al colegio después de esto, voy a tener que estudiar el doble porque el miércoles tengo un examen —se excusó, intentando sonar convincente. Sin embargo, la mirada de Sergio dejó en claro que no le creía del todo.
—No voy a presionarte, ¿sí? Sabes que no me gusta hacerlo. Pero puedes confiar en mí y contarme qué te sucede, cariño —dijo Sergio con un tono dulce, tomando suavemente la mano de su hijo por unos segundos antes de volver su atención a la televisión.
La Q1 estaba por terminar, pero en la mente de Yuki, la preocupación seguía creciendo.
Sergio decidió ir a felicitar a su pareja por obtener la pole position en aquella clasificación. Yuki, aunque no era fanático de los festejos debido a las multitudes que lo abrumaban, optó por seguir a su padre. No quería quedarse solo con sus pensamientos. Sin embargo, no llegó al garaje de Red Bull. Una mano lo tomó del brazo, llevándolo rápidamente al interior de una sala de descanso cercana.
El chico de ojos rasgados abrió la boca para gritar, pero una mano se la tapó. Frente a él estaba Liam, sonriendo ampliamente con una expresión extrañamente... ¿feliz?
—Lo siento por asustarte así, pero realmente quería hablar contigo. ¿Viste la clasificación, verdad? ¡Quedé cuarto! —exclamó con entusiasmo mientras retiraba su mano del rostro de Yuki—. ¿Sabes lo difícil que es llegar a esa posición con ese tractor? Mierda, estoy seguro de que Horner me considerará como compañero de Max el próximo año.
Yuki lo miraba, confundido. No entendía qué tenía que ver todo aquello con él, pero cada segundo que pasaba solo quería salir corriendo de ese lugar. Comenzó a moverse hacia la puerta, tratando de alejarse, pero el brazo de Liam se apoyó bruscamente contra la pared, bloqueándole el paso. El movimiento hizo que el pelinegro se sobresaltara.
—¿Por qué te vas...? Todavía no terminé de hablar. Realmente estoy feliz por todo esto, ¿y sabes? Estaría aún más feliz si me das una pequeña recompensa por mi esfuerzo...
Las palabras de Liam lo tomaron completamente por sorpresa. La ansiedad empezó a invadirlo junto con la desagradable sensación de que su mala suerte no tenía fin. Intentó retroceder, pero la mano de Liam se cerró con fuerza alrededor de su mandíbula, causándole dolor.
—Yuki... solo es un pequeño beso por mi triunfo. Lo siento por lo de la otra vez, no quise asustarte. Por eso, esta vez te pido tu permiso para hacerlo.
Pero el rubio no esperó una respuesta. Antes de que Yuki pudiera siquiera reaccionar, Liam lo besó con brusquedad. Su mano descendió hasta la cintura del más bajo, acercándolo aún más a su cuerpo. Yuki luchaba por liberarse, empujando con todas sus fuerzas el hombro del otro, pero Liam no mostraba interés en soltarlo. Cada segundo que pasaba hacía que el pelinegro sintiera más desesperación, atrapado en una situación de la que no podía escapar.
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¡Yuki!
FanfictionEsta historia está narrada principalmente desde el punto de vista de Yuki, mostrando el impacto que puede provocar la separación de sus padres y la inesperada aparición de dos personas en su vida que, con el paso de los días, la transformarán por co...