21 diciembre

                                    

                                          
Esa noche, exhaustos y sudados después de hacer él amor; se quedaron un ratito más hablando. A su manera. Mirándose a los ojos, sin quitarla ni por un solo segundo. 
Sus piernas se entrelazaron en algún momento de la noche; quedando Martin, sobre medio cuerpo de Juanjo. 
—Me lo paso tan bien contigo. 
—Follando? —rió Martin divertido. 
—En todo caso haciendo el amor; pero no, o sea si. En general, en todo. No hay nada que haga contigo donde no me lo pase bien. 
Martin dejó un suave beso sobre su nariz, el cual fue más bien un roce suave y delicado, que a ambos le supo a poco. Juanjo apoyó su frente sobre la del chico que tenía entre sus brazos, sosteniéndolo fuerte... aunque delicadamente. Y le besó. Un beso casi tímido. Infantil. El cual estaba muy lejos de lo que acababan de hacer. 
—Ay dios... —susurró Juanjo, haciendo que Martin le imitara, sonriéndose después —No hemos leído hoy la carta, cariño. 
—Quieres leerla mañana? 
—No. Quiero leerla ahora. 
—Vas a morir por sobre dosis de azúcar Juanjo... después de las guarrerías que acabamos de decirnos —rió Martin. 
—Y que? No puedo hacer las dos cosas a la vez con mi chico o que. 
—Allá tú... 
"20 de diciembre. Dios mío. Me muero. Solo quedan cuatro días, Juanjo. Es que lo pienso y me entran ganas de llorar. Es muy fuerte... Parece que fue ayer cuando te escribí la primera carta, con las manos temblorosas y sin saber si esto era una buena idea... Espero que lo haya sido, que haya valido la pena arriesgarme; que haya salido bien. Como yo quería. Como necesito. Aunque si estás leyendo esto y no ha cambiado nada, quiero que sepas que me serviría esto toda la vida, no me importaría Juanjo, te lo juro. Con tal de seguir teniéndote siempre. 
Te quiero tanto... Ojalá hayamos pasado un mes genial, que hayamos hecho muchos planes, que nos hayamos contado muchas cosas... Y que los exámenes hayan salido bien jiji. Tengo muchas ganas de escribirte las dos últimas cartas, son muy importantes para mi. Me hace tan feliz quererte. Mucho. No sabes cuanto. Espero que cuando leas las dos últimas me digas que es todo recíproco y que tú también quieres pasar el resto de tu vida conmigo. Que cursi no? bueno nada eso. Que te quiero, no es nada que no te haya dicho nunca :) eres especial, Juanjo; no sabes cuanto. Te quiero con locura. Te voy a amar hasta morir. Martin" 
Y Juanjo jamás había llorado después de acostarse con alguien; pero sus ojos comenzaron a cristalizarse de una manera veloz, mirándolo con sorpresa... aunque no fuera nada que no le hubiera dicho nunca. 
Bueno, excepto lo último. Eso le había encogido de más el corazón, haciéndole imposible reprimir las terribles ganas de llorar. 
Se abrazó fuerte a él, colocándole una mano en la cabeza, sosteniéndole firme, con su pecho subiendo y bajando ansioso. Pasándole sus manos temblorosas por cada parte de él. Comprobando así que era real, que estaba con el. 
—Yo también. 
—Tu también que? 
—Que yo también te voy a amar hasta morir, te lo juro. 
Y Martin se dio cuenta cuando le tembló la voz al final, separándose un poco de él para mirarlo a los ojos. 
—Juanji... —susurró mientras lo veía emocionado —Que tonto, ni se te ocurra llorar. 
—Es que estoy feliz. Por ti. 
Pasaron la noche así, contándose y diciéndose cosas bonitas hasta que se quedaron profundamente dormidos, abrazados, sintiendo todo el amor del mundo sobre ellos.