El sonido del timbre les interrumpe el deseo que ella estaba conteniendo y él deseando que ésta deje de contener.
- ¿Era en serio que venía Brian?
- ¿Por qué iba a ser mentira?. - Dice ella dirigiéndose hacía la entrada con una mirada triunfante.
- Vives mintiendo. - Le dice él yendo atrás de ella.
- Me extrañó que me invitaras, luego de lo mal que me trataste la última vez que estuvimos. - Le dice éste al entrar al apartamento. - Ahh.. hola Becker...no sabía que estarías aquí.. No entiendo nada.
- Él ya se iba, es mi primo. No sabía que se conocían. - Dice ella cruzándose de brazos, muy tranquila, como si estuviera segura de que Becker no la desmintiría.
- Hola Brian, yo tampoco sabía que tenías trato con mi "prima". - Le dice al jóven, para luego mirar directo a los ojos de manera penetrante a Turquesa, quien le sonreía de manera orgullosa desde un ángulo alejado haciéndole señas para que se vaya.
- Gracias primo por preocuparte, nos vemos en estos días. - Le dice ésta.
- Adiós primito. - Le dice Brian, lo cual hace que Becker se detenga en seco, apretando la mandíbula y Turquesa abra los ojos grandes, también con absoluta seriedad.
- No me vuelvas a llamar así ¿Me entendiste? Para que te lo sepas de una vez, ella y yo no somos nada, solamente tenemos una prima en común.
- Becker ya vete. - Le dice ella de manera determinante, éste cierra la puerta detrás de sí al salir y los deja solos.
- - -
Becker simuló irse como si no le afectara, pero en realidad estaba que no daba más del coraje, era él quién quería estar encima de ella entre sus piernas, no ese imbécil de Minetti.
Creía que estaba a punto de lograrlo cuando empezó a sonar el timbre.
Tampoco tenía opción a hacer otra cosa, ella se esforzaba un montón en disimular que también quería estar con él, así que no la podía obligar a decirle lo contrario.
Le marcó a uno de sus amigos, con los que se iba a reunir a cenar, a quienes les había cancelado para ir a lo de sus tíos.
De la bronca que tenia, no quería irse a su casa, aún era temprano para ser sábado, al menos podría ir con ellos a un bar a beber hasta el amanecer.
- - -
- Entonces ¿Qué hacía Becker aquí si ustedes no son nada?
- Que te importa ¿Quiéres una cerveza? Hay en la heladera, sírvete, permiso, te agarro uno de éstos - Le dice ella sacando un cigarrillo de la cajita que estaba encima de la chaqueta de éste, para dirigirse al balcón a fumarlo, en el fondo deseaba que aún estuviera Becker y se lo tire al vacío como de costumbre.
Más allá de que odiaba que se metiera en sus cosas, le gustaba que siempre la quiera proteger o cuidarle la salud.
No era suficiente que se fuera de su vista, aún tenía alrededor de ella todo lo que minutos atrás le había estado diciendo, no podía creer que fantaseaba con él.
De pronto sus pensamientos son interrumpidos por unas manos en su cintura.
- ¿Qué haces Minetti? Déjame. No te llamé para eso, la última vez te lo dejé bien claro.
- ¿Qué? - Le dice él incrédulo -Claro.. Ahora lo entiendo.. Me usaste, me hiciste venir creyendo que era para revolcarnos nuevamente y resulta que al final la invitación fue para tomar una cerveza ¿Me estás cargando? ¿Desde cuando invitas a alguien si no es para tener sexo a ésta hora?
- Creí que podríamos llegar a ser amigos, pero veo que ni eso. - Dice ella yendo a la sala a checar por la ventana, vio que ya no estaba el auto de Becker, así que se relajó.
- ¿Era para sacarte de encima a Becker? ¿Eso era no? Porque la verdad es que no se me ocurre otra cosa.
- La verdad es que no me importa lo que pienses, así que mejor ya vete, déjame tranquila ¿Sí? Mejor me busco otro amigo para simplemente charlar a ésta hora.
Brian se va enojado, dando un portazo. Turquesa se ríe sola al respecto, porque se lo sacó de encima también enseguida, el único objetivo de todo era que Becker se fuera, aunque en el fondo, con él es con el único que quisiera estar, pero no se lo podía permitir.
Decide llamar a su amiga Maru, ésta le dice que estaba en una discoteca, así que se va con ella, porque aún era temprano para acostarse y todavía tenía penetrada las palabras de Becker en su cabeza, necesitaba quitárselas como sea.
- - -
El ambiente en la discoteca emanaba una energía única, el destello de las luces al compás de la música hacia que vibraba todo dentro de uno.
Turquesa con su grupo de amigas bailaban y saltaban a los gritos, se sabían la letra de la mayoría de las canciones.
- Voy al balcón a fumar un cigarrillo y a tomar aire fresco. - Le dice ésta, luego de un buen rato a Maru, quien le asiente con la cabeza.
Cuando Turquesa sale al gran balcón de la discoteca con vista a la calle, vio que había varios grupitos, pero no prestó atención a las personas, sólo se dedicó a ver hacia el cielo nocturno mientras buscaba en su bolso un encendedor con el cigarrillo listo en su boca.
- ¡Diablos! - Maldice por olvidar de colocar siquiera algún cerillo.
- ¿Necesitas fuego? - Siente una voz varonil detrás suyo.
- Gracias.. - Le dice ella viéndolo a los ojos - Disculpa, pero ¿Tú eres Cirilo? ¿Verdad?
- No creí que me fueras a reconocer, efectivamente soy yo. ¿Cómo estás?
Cirilo era con quien turquesa en esos días había estado chateando, después de haber hecho mutch en la app de citas.
- Justamente mucho antes de venir aquí te iba a preguntar si querías que nos viéramos, pero ya era tarde, supuse que tendrías otros planes.
- Que casualidad vernos aquí. Hace rato te venía observando.
Del otro lado del balcón, obserbava atentamente Becker, no precisamente porque con el que hablaba era otro hombre diferente de a con quien la había dejado en su casa, sino que conocía perfectamente al tipo que le estaba coqueteando.
En ese mismo instante ve que mientras Turquesa veía su celular, éste tipo hizo una seña en dirección hacia la calle, Becker vira su cabeza y ve a los demas empleados de su peor enemigo, un mafioso sin límites.
Se quedó observando un buen rato, tenía que buscar la forma de separarla de ese tipo, porque con esa señal que les hizo, a Becker le quedaba claro que Turquesa era el blanco de algo, no sabía bien con exactitud, pero estaba seguro de que no era nada bueno.
- ¿Oye no quieres ir a charlar a un lugar más tranquilo? - Le pregunta Cirilo.
- Si lo que quiéres es ir a la cama conmigo, no tengo problema. - Le dice ella con mirada lasciva, el tipo realmente estaba bien físicamente, obvio nadie le gustaba más que Becker, pero necesitaba sacárselo de la cabeza.
- Me gusta que eres bien directa Azul.
- Antes tengo que despedirme de mis amigas.
- Perfecto, te espero en la entrada ¿Te parece? - Turquesa asiente, él se va y cuando ella está a punto de caminar, Becker la detiene con fuerza del brazo.
Por inercia de la velocidad a la que ella había emprendido la marcha, más la fuerza que aplicó Becker para tomarla del brazo, al girarse de golpe, ésta impacta contra el pecho de éste, a lo que involuntariamente, él la toma de la espalda baja con la otra mano que le quedaba libre.
Quedan los dos viéndose fijo a los ojos, casi sintiendo la respiración del otro, otra vez experimentan el deseo intenso que los envuelve a ambos, estaban tan cerca, casi rozando sus labios.
Por primera vez Becker ve el destello de deseo que siempre había buscado en su mirada. Se dio cuenta en ese momento que Turquesa también sentía las mismas ganas que él de besarse.
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Intenso
RomanceBecker y Azul Turquesa se sienten atraídos mutuamente, pero ninguno quiere perder su libertad, si es por él solamente sería una relación física, en cambio ella directamente no quiere nada, teme que las cosas no salgan bien y tener que verlo de por v...