Brooklyn se ha separado de sus hermanos y sus amigos, ha dejado CASI toda su vida atrás como Pogue para estar con el chico al que quiere, Rafe.
Donde Brooklyn lucha por juntar las dos vidas que quiere
o
donde Rafe intenta dejar a un lado su resen...
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RAFE'S POVS
Lyn hablaba por teléfono con su hermano sobre cómo se había marchado Maybank la noche anterior. Estaba temblando ella entera, y esa misma noche se había despertado un par de veces con naúseas y mareos, hasta pesadillas de lo ocurrido.
La observaba a lo lejos mientras caminaba de un lado a otro pasándose una mano por el pelo. Estaba agobiada, frustada, y sabía perfectamente que se ssentía culpable al no haber podido parar todo aquello antes.
- ¡No lo sé, John, no lo sé, joder! - gritaba apretando el móvil, en su oreja, con fuerza -. Ya te lo he dicho, no me dijo nada.
Dejé mi vaso en la cocina y moví mis pies hasta llegar a ella, abrazándola por la espalda y dejando reposar mi cabeza sobre el hueco entre su hombro y su mandíbula.
Noté como su cuerpo enteró se relajo, pero aún habían algunos pequeños temblores por la impotencia que estaba sintiendo entre toda aquello.
—Lyn, ya está bien —dije en un murmuro, ella se despidió de su hermano sin bajar el móvil de su oreja, aunque su ceño seguía fruncido—. Ven aquí.
Ella negó con la cabeza, llevándose una mano al rostro. Aún temblaba ligeramente, el móvil seguía entre sus dedos, y su respiración era irregular. Suspiré dándole la vuelta y mirándola a los ojos.
—Dame eso —murmuré mientras le quitaba el teléfono con delicadeza y lo dejaba sobre la mesa más cercana. Antes de que ella pudiera protestar, mis brazos la rodearon, firme pero con cuidado, protegiéndola. Lyn tardó un segundo en relajarse contra mi, pero cuando lo hizo, dejó escapar un pequeño suspiro tembloroso.
—No puedo sacarme esto de la cabeza —susurró contra mi pecho, su voz rota.
—Pues vas a tener que intentarlo —respondí con suavidad, aunque mi tono seguía siendo directo. Acaricié su espalda con una mano mientras la mantenía pegada a mi —. No puedes dejar que Maybank te afecte así. No vale la pena.
—Es JJ —replicó Lyn en voz baja, como si con decir su nombre pudiera justificar todo el caos que sentía—. No puedes hablar de él así, Rafe.
—¿Por qué no? —respondí con un leve encogimiento de hombros—. Porque tú te preocupas por todo el mundo y crees que puedes salvarlo, pero él no es tu responsabilidad, Lyn, ya no.
Ella se separó lo justo para mirarme a los ojos, con algo entre rabia y tristeza.
—Lo vi irse, Rafe. Estaba mal. Yo sabía que estaba mal, y no hice nada.
—¿Y qué ibas a hacer? —respondí, mirándola con seriedad—. ¿Atarlo a una silla? ¿Salir corriendo detrás de él en mitad de la noche? No puedes cargar con las mierdas de los demás, Lyn, no ahora.
