La llegada del bebé²

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Años atrás de los que serán los siguientes capítulos.




Los príncipes Jace y Luke había llegando a la capital a lomos de su dragones, aterrizando dentro de las paredes de la fortaleza. Ambos jóvenes se adentraron de inmediato en el castillo, corriendo uno junto a otro hasta los aposentos de su hermana mayor. Ambos conociendo la razón de por qué su madre los había enviado con tanta urgencia a pesar de que nunca se les dijo lo que contenia aquella carta que fue la razón de su viaje; su hermana estaba en labor de parto, sabían que ese día llegaría tarde o temprano, pero nunca se preparon para verla en ese estado.

Jace fue el primero en entrar a la habitación cuando empujó la puerta frente a el, sus ojos la buscaron por la habitación hasta encontrarla sentada en uno de los muebles más alejados de sus aposentos, pero lo que capto su atención fue aquel bebé que mecia en sus brazos.

Lucerys caminaba detrás de su hermano con una gran sonrisa en su rostro. Sus pasos eran lentos, como su temiera que el chirrido de sus pisadas asustara al bebé.

-Visenya...- murmuro jacaerys, deteniéndose a la espalda de su hermana.

Visenya había estado tan perdida en su propios pensamientos, sumergida en aquel que descansaba plácidamente en sus brazos que había pasado por alto el sonido de la puerta siendo abierta y ignoraron el haber sentido la presencia de alguien dentro de la habitación. Cuando escucho una voz detrás de ella dejo de mecer al su hijo, pegandolo a su pecho mientras se giraba.

Sus hermanos compartieron miradas ante la inesperada reacción de su hermana, al notar la forma en que sujetaba su bebé y el haberse sobresaltado ante la voz familiar de Jace los dejó pensado a ambos.

-¿Pasa algo?- cuestionó el menor de los tres que se paraba al lado de su hermana.

-No... Solo creí que eran otra persona- respondió con calma, suavizando el agarre en su hijo.

-¿Otra persona?- repitió jacaerys desconcertado.

-¿Que otra persona entraría a tus aposentos?- intervino Lucerys.

Visenya bajo la mirada hacia el niño en sus brazos, tratado de ignorar la intensa de sus hermanos sobre ella. Lucerys tomo asiendo en el pequeño espacio en el sillón junto a su hermana, llevando una de sus manos hasta su hombro.

-¿Paso algo mientras no estábamos?-

En ese momento Visenya se volvió hacia ambos castaños, su boca pidiendo ser abierta para escupir todo lo que había pasado en su ausencia. Se enderezó en el mueble, recostandose sobre el copete de este, su mirada fija sobre el mayor frente a ella.

Visenya les contó a detalle cada cosa, como cuando con minutos de haber dando a luz la reina exigió que el bebé fuera llevando con ella y como cuando está se negó, sir criston se lo arrebato a la fuerza. Conto el dolor que sintió al haberse levantado de la cama, pero como no iba a dejar que alicent estuviera un segundo más sola con su hijo, temerosa de que le hiciera algo.

El rostro de ambos castaños se oscureció, tenso con cada palabra que salía de los labios de su hermana. Lucerys tomo al pequeño Baelor a sus brazos, sintiendo su pequeño cuerpo acomodarse en sus brazos, sin poder imaginar el terror que debió sentir su hermana cuando esté se le fue arrebatado.

Jacaerys sintió como su corazon se comprimía contra su pecho al ver los ojos cristalinos de Visenya frente a el y el temblor en sus palabras. Su hermana era fuerte, no lo negaría, se levantado de la cama con solo minutos de haber dando a luz para buscar a su hijo, era admirable, pero cada que está mencionaba a la Hightower no podía sentirse frustrado, impotente por no haber podido evitar eso.

𝑇ℎ𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑒𝑛 𝑡ℎ𝑎𝑡 𝑠ℎ𝑜𝑢𝑙𝑑 𝑏𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora